Selenografía para niños
La selenografía es la ciencia que se encarga de estudiar la superficie de la Luna. Se enfoca en sus características físicas, como los mares lunares, los cráteres, las montañas y los desniveles. También se ocupa de ubicar estas características usando un sistema de latitud y longitud lunar.
Los mapas de la Luna se han creado gracias a imágenes de alta calidad. Estas imágenes han sido tomadas por sondas espaciales tanto del lado de la Luna que vemos desde la Tierra como del lado oculto. Antes, algunas zonas, especialmente cerca de los polos, no tenían imágenes muy claras. Esto causaba cierta incertidumbre sobre la ubicación exacta de algunos mares y cráteres. Sin embargo, después de que la misión estadounidense Lunar Reconnaissance Orbiter publicara sus trabajos a partir de 2010, estos problemas se han resuelto casi por completo.
Hoy en día, la selenografía se considera una parte de la geología de la Luna, que a menudo se llama "ciencia lunar". La palabra "selenografía" viene del griego: Selene significa 'luna' y grafía significa 'descripción'.
Contenido
Historia de la Selenografía
La idea de que la Luna no era completamente lisa surgió hace mucho tiempo, alrededor del año 450 a.C. Demócrito sugirió que la Luna tenía "altas montañas y valles profundos". Sin embargo, el estudio serio de la superficie lunar no comenzó hasta finales del siglo XV.
Primeros mapas y observaciones
Cerca del año 1603, William Gilbert hizo el primer dibujo de la Luna basándose en lo que veía a simple vista. Después, con la invención del telescopio, empezaron a aparecer dibujos más detallados. Al principio, no eran muy precisos, pero mejoraron a medida que los telescopios se hacían más potentes.
A principios del siglo XVIII, se pudo medir el "balanceo" de la Luna, llamado libración. Esto demostró que podíamos ver más de la mitad de la superficie lunar desde la Tierra. En 1750, Tobias Mayer creó el primer sistema de coordenadas lunares. Esto ayudó a los astrónomos a encontrar lugares específicos en la Luna.
El mapeo organizado de la Luna comenzó oficialmente en 1779. Johann Scröter empezó a hacer observaciones y mediciones muy cuidadosas de las características lunares. El primer gran mapa de la Luna, que ocupaba cuatro hojas, fue publicado en 1834 por Johann Heinrich von Mädler. Él continuó su trabajo con un libro llamado "La Selenografía Universal".
La fotografía llega a la Luna
Todas las mediciones se hacían observando directamente hasta marzo de 1840. En ese momento, John William Draper usó un telescopio para tomar una fotografía de la Luna, un daguerrotipo. Así, la fotografía llegó al campo de la selenografía. Las primeras fotos no eran de muy buena calidad, pero, al igual que con el telescopio, mejoraron rápidamente. Para 1890, la fotografía lunar ya era una parte importante de la investigación astronómica.
El siglo XX trajo grandes avances en el estudio de la Luna. En 1959, la sonda soviética "Luna 3" envió las primeras fotos de la cara oculta de la Luna. Por primera vez, pudimos ver la parte de la Luna que no es visible desde la Tierra.
Entre 1961 y 1965, Estados Unidos envió la sonda "Ranger" para tomar fotos justo antes de chocar contra la superficie lunar. Entre 1966 y 1967, el mismo país lanzó la sonda "Lunar Orbiter", que envió imágenes de la Luna mientras la orbitaba. Además, de 1966 a 1968, las sondas "Surveyor" investigaron la superficie lunar después de aterrizar suavemente.
Las sondas espaciales "Lunojod 1" y "Lunojod 2", enviadas por la Unión Soviética, recorrieron casi 50 kilómetros de la superficie lunar, enviando imágenes detalladas. La sonda "Clementine" logró obtener el primer mapa casi completo de la topografía lunar y también imágenes con diferentes colores. Todas estas misiones enviaron imágenes con una resolución mucho mejor.
Creación de mapas y nombres de los rasgos lunares

Los primeros intentos serios para nombrar las características de la Luna vistas con telescopio los hizo Michel Florent van Langren en 1645. Su trabajo se considera el primer mapa real de la Luna. En él, nombró mares, cráteres, montañas y cordilleras. Muchos de los nombres que dio eran de carácter católico.
En 1647, Johannes Hevelius publicó un trabajo diferente llamado "Selenografía", que fue el primer atlas lunar. Hevelius no usó los nombres de Van Langren. En su lugar, usó nombres de lugares de la Tierra, principalmente de la antigua Grecia y Roma. Este trabajo fue muy influyente entre los astrónomos europeos durante un siglo.
El sistema de nombres moderno
El sistema moderno para nombrar las características de la Luna fue creado por Giovanni Battista Riccioli. Él era un sacerdote jesuita y un sabio del norte de Italia. Su obra "Almagestum Novum" se publicó en 1651. Esta obra contenía mucha información científica de la época. Sin embargo, lo más importante que ha llegado hasta hoy de su trabajo es su sistema para nombrar las características de la Luna.
Las ilustraciones en el Almagestum Novum fueron hechas por Francesco Maria Grimaldi, un colega jesuita de Riccioli. El sistema de nombres dividía la cara visible de la Luna en ocho partes, llamadas octantes. A cada octante se le asignó un número romano, del I al VIII.
El sistema tenía dos partes: una para las grandes áreas de tierra y mares, y otra para los cráteres. Riccioli usó nombres de fenómenos naturales que se asociaban con la Luna. Por eso, existen nombres como el Mar de las Crisis (Mare Crisium), el Mar de la Serenidad (Mare Serenitatis), el Mar de la Fecundidad (Mare Fecunditatis), el Mar de las Lluvias (Mare Imbrium), el Mar de las Nubes (Mare Nubium) y el Mar del Frío (Mare Frigoris). Todos estos nombres se dieron en latín.
Las áreas de tierra entre los mares recibieron nombres opuestos a los mares. Por ejemplo, existían las Tierras de la Esterilidad (Terra Sterilitatis) o la Tierra del Calor (Terra Caloris). Sin embargo, estos nombres ya no se usan.
Muchos cráteres recibieron nombres según el octante donde se encontraban. Los cráteres en los octantes I, II y III recibieron nombres de la antigua Grecia, como Platón y Arquímedes. En la mitad de los octantes IV, V y VI se usaron nombres de la antigua Roma, como Julio César. En la parte inferior de estos octantes, los cráteres recibieron nombres de científicos, escritores y pensadores europeos y árabes de la Edad Media. En la parte exterior de los octantes V, VI y VII, y en todo el octante VIII, se usaron nombres de personas que vivieron en la época de Riccioli, como Copérnico, Galileo y Kepler.
El sistema de nombres de Riccioli fue muy aceptado después de la publicación de su obra, y muchos de los nombres que incluyó se usan hasta hoy. Se consideró un sistema elegante y útil científicamente. También era fácil añadir nuevos nombres siguiendo el mismo patrón. Por estas razones, reemplazó a los sistemas de Van Langren y Hevelius.
Astrónomos y cartógrafos lunares posteriores añadieron más nombres. Uno de los más importantes fue Johann Hieronymus Schröter, quien publicó un mapa muy detallado de la Luna en 1791. La Unión Astronómica Internacional (IAU, por sus siglas en inglés) adoptó formalmente el sistema de Riccioli en 1935, nombrando así 600 características lunares.
El sistema fue ampliado y actualizado por la IAU en la década de 1960. Las nuevas designaciones se limitaron a nombres de científicos ya fallecidos. Cuando las sondas soviéticas fotografiaron el lado oculto de la Luna, muchas de las nuevas zonas descubiertas recibieron nombres de científicos e ingenieros soviéticos. Todos los nombres asignados después de esto fueron aprobados por la IAU, aunque algunos se basaron en nombres de personas vivas, como los astronautas del Programa Apolo.
Cráteres satélite
El sistema para nombrar cráteres más pequeños que rodean a uno más grande, llamados "cráteres satélite", fue creado por Johann Mädler. Estos cráteres se identifican con una letra (de la A a la Z, sin la I). Suelen ser más pequeños que el cráter principal al que están asociados, aunque hay algunas excepciones. A los cráteres principales se les llama "patronímicos".
Al principio, la asignación de letras a los cráteres lunares era un poco al azar. Se nombraban más por su importancia que por su posición. La importancia dependía de cómo les daba la luz del Sol al observarlos con el telescopio, lo cual cambia durante el día lunar. Por eso, las asignaciones podían parecer aleatorias.
Con el tiempo, muchos cráteres satélite recibieron un nombre propio. La IAU asumió formalmente el proceso de asignación de nombres en 1919. La comisión encargada de esta tarea decidió usar letras mayúsculas latinas para identificar cráteres y valles.
Cuando se obtuvieron los primeros mapas del lado oculto de la Luna en 1966, Ewen Whitaker asignó nombres a los cráteres satélite basándose en su posición respecto al cráter principal. Un cráter satélite al norte del principal recibía la letra Z. El círculo completo de 360 grados se dividió en 24 partes, y a cada parte se le asignó una letra, sin incluir la I y la O. Así, un cráter satélite al sur del principal recibía la letra M.
Mapas lunares históricos
Aquí tienes una lista de mapas y atlas lunares importantes a lo largo de la historia, ordenados por la fecha en que se publicaron:
- Michael van Langren, mapa grabado, 1645.
- Johannes Hevelius, Selenographia, 1647.
- Giovanni Riccioli y Francesco Maria Grimaldi, Almagestum Novum, 1651.
- Giovanni Domenico Cassini, mapa grabado, 1679 (reimpreso en 1787).
- Tobias Mayer, mapa grabado, 1749, publicado en 1775.
- Johann Hieronymus Schröter, Selenotopografisches Fragmenten, primer volumen 1791, segundo volumen 1802.
- John Russell, imágenes grabadas, 1805.
- Wilhelm Lohrmann, Topographie der sichtbaren Mondoberflaeche, Leipzig, 1824.
- Wilhelm Beer y Johann Heinrich von Mädler, Mappa Selenographica totam Lunae hemisphaeram visibilem complectens, Berlín, 1834-36.
- Edmund Neison, The Moon, Londres, 1876.
- Julius Schmidt, Charte der Gebirge des Mondes, Berlín, 1878.
- Thomas Gwyn Elger, The Moon, Londres, 1895.
- Johann Krieger, Mond-Atlas, 1898. Dos volúmenes adicionales se publicaron después de su muerte en 1912 por la Academia de Ciencias de Viena.
- Walter Goodacre, Map of the Moon, Londres, 1910.
- Mary A. Blagg y Karl Müller, Named Lunar Formations, 2 volúmenes, Londres, 1935.
- Philipp Fauth, Unser Mond, Bremen, 1936.
- Hugh P. Wilkins, 300-inch Moon map, 1951.
- Gerard Kuiper et al, Photographic Lunar Atlas, Chicago, 1960.
- Ewen Whitaker et al, Rectified Lunar Atlas, Tucson, 1963.
- Hermann Fauth y Philipp Fauth (póstumo), Mondatlas, 1964.
- Gerard Kuiper et al, System of Lunar Craters, 1966.
- Yu I. Efremov et al, Atlas Obratnoi Storony Luny, Moscú, 1967–1975.
- NASA, Lunar Topographic Orthophotomaps, 1978, así como los planos del Lunar Topophotomap de 1974.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Selenography Facts for Kids
- Geología de la Luna
- Nomenclatura de la Luna
- Coordenadas selenográficas
- Anexo:Cráteres de la Luna
- Mares de la Luna