Palacio del Marqués de Santiago para niños
El Palacio del Marqués de Santiago fue una gran casa señorial en el centro de Madrid, la capital de España. Se encontraba en la calle Carrera de San Jerónimo y tenía otra fachada hacia la calle de Sevilla, ocupando parte de lo que hoy es la Plaza de Canalejas.
Este palacio fue construido en el siglo XVII. Tenía una entrada principal de estilo barroco y muchas habitaciones amplias y elegantes.
Hasta mediados del siglo XIX, fue la residencia de los Marqueses de Santiago. Sus salones eran muy populares y la gente importante de Madrid solía visitarlos. A partir de 1848, el palacio se convirtió en la sede del Casino de Madrid, y en la planta baja se abrió el famoso Café de la Iberia. En 1880, el edificio fue demolido para crear la Plaza de Canalejas y remodelar la calle de Sevilla.
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La impresionante colección de arte del palacio
El segundo Marqués de Santiago, Fernando Agustín Rodríguez de los Ríos, era un gran aficionado al arte. Fue uno de los fundadores de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1744. Su hijo, Cayetano Rodríguez de los Ríos, el tercer marqués, continuó coleccionando arte. A finales del siglo XVIII, el palacio albergaba una de las colecciones de pintura más importantes de España.
Obras maestras en la colección
La colección incluía varias obras de El Greco, muchas pinturas selectas de Bartolomé Esteban Murillo y el famoso cuadro Cristo en casa de Marta y María de Diego Velázquez. Esta obra de Velázquez se encuentra hoy en la Galería Nacional de Londres en Londres.
Goya y los retratos de la marquesa
Su hija, Soledad Rodríguez de los Ríos y Lasso de la Vega, la quinta marquesa de Santiago, añadió más obras a la colección, incluyendo varios cuadros de Francisco de Goya. Goya, un pintor muy famoso, la retrató dos veces. La primera vez fue cuando ella era una niña, por encargo de su padre. La segunda vez fue en 1804, cuando pintó a Soledad y a su segundo esposo, el Marqués de San Adrián.
Goya los pintó al aire libre, siguiendo una moda de la época. Estos dos retratos adornaron uno de los salones del palacio mientras la familia vivió allí. El Retrato de la marquesa de Santiago se encuentra ahora en el Museo J. Paul Getty en Los Ángeles, California. El Retrato del Marqués de San Adrián, considerado uno de los mejores retratos de Goya, se exhibe en el Museo de Navarra, en Pamplona.
Fiestas y obras de teatro en el palacio
El Palacio de los Marqueses de Santiago fue el escenario de algunas de las fiestas más lujosas de la corte durante el reinado de Carlos IV.
Representaciones teatrales privadas
También se organizaban obras de teatro privadas en sus salones. En estas funciones, actuaban los propios dueños de casa, sus familiares y amigos, junto con actores profesionales. En 1796, se representó aquí la obra La Mojigata de Leandro Fernández de Moratín. El papel principal lo interpretó la marquesa de Santiago, y un joven Pedro Agustín Girón, que más tarde sería Duque de Ahumada, hizo el papel de Don Claudio.
La curiosa sala egipcia
A finales del siglo XVIII, las tendencias de decoración inspiradas en Oriente, como los estilos chino y egipcio, se hicieron muy populares en Europa. La Duquesa Cayetana de Alba, una figura muy influyente en la moda de la corte de Carlos IV, introdujo el gusto por lo egipcio en Madrid.
Un diseño único para el palacio
La marquesa de Santiago, para no quedarse atrás, encargó al arquitecto Silvestre Pérez Martínez el diseño de una sala egipcia para su palacio. Aunque no se sabe si este proyecto se llegó a construir, existe un borrador del diseño. Este borrador muestra la importancia de la "egiptomanía" (la fascinación por el antiguo Egipto) en España. La sala se comunicaba con dos alcobas, y el arquitecto planeaba flanquear las puertas con estatuas de telamones (figuras masculinas que sostienen una estructura) que representaban a Antinoo.
El Casino de Madrid y el Café de la Iberia
En 1848, el séptimo Marqués de Santiago falleció sin hijos. Su hermano, Pedro Pablo, heredó el título y las propiedades, pero prefirió vivir en su propia casa. Por ello, alquiló los pisos principales del palacio al Casino de Madrid, que se mudó allí en el verano de ese año.
Un nuevo hogar para el Casino
El Casino de Madrid, que antes se conocía como Casino del Príncipe, buscaba salones más grandes y elegantes. Un grupo de socios, liderados por el Marqués de Salamanca, impulsó el cambio. En el Palacio de los Marqueses de Santiago, el Casino se equipó con muebles de calidad y obras de arte, convirtiéndose en un lugar destacado de la vida social madrileña.
En 1852, el Casino quiso mostrar su apoyo a la reina Isabel II después de que sobreviviera a un ataque. Cuando la reina pasó por la Carrera de San Jerónimo, los balcones del palacio de Santiago estaban adornados con una gran estrella de luces de gas para celebrar su recuperación.
Años después, los socios del Casino quisieron comprar el palacio, pero los dueños no quisieron venderlo. En 1880, el edificio fue demolido, y el Casino se trasladó a otro lugar.
El Café de la Iberia: un punto de encuentro
También en 1848, en la planta baja del palacio, se abrió el famoso Café de la Iberia. Este café era muy visitado por políticos y periodistas de la época, especialmente por aquellos con ideas progresistas. Al estar tan cerca del Palacio de las Cortes, el Café de la Iberia se convirtió en un centro importante de la vida política de Madrid durante el periodo conocido como el Sexenio Revolucionario.