Microorganismo para niños
Un microorganismo, también conocido como microbio, es un ser vivo tan pequeño que solo se puede ver con un microscopio. Son organismos individuales, la mayoría formados por una sola célula, y tienen una organización muy básica, a diferencia de las plantas y los animales. La ciencia que estudia los microorganismos se llama microbiología.
El término "microorganismo" agrupa a muchos seres vivos diminutos que no están necesariamente relacionados entre sí. Incluye bacterias, arqueas, protozoos, algas microscópicas y hongos microscópicos.
Los microbios tienen muchas formas y tamaños. Para que te hagas una idea, si un virus fuera del tamaño de una pelota de tenis, una bacteria sería como media cancha de tenis, y una célula eucariota (como las nuestras) sería del tamaño de un estadio de fútbol completo.
Algunos microorganismos pueden causar enfermedades en personas, animales y plantas. Sin embargo, la gran mayoría de los microbios no son dañinos. De hecho, muchos son muy importantes para la vida en la Tierra. Por ejemplo, algunas algas y cianobacterias producen el oxígeno que respiramos, y otros microbios ayudan a descomponer la materia orgánica, reciclando nutrientes para que las plantas puedan usarlos de nuevo.
Contenido
Historia del descubrimiento de los Microorganismos



El descubrimiento de los microorganismos fue un gran avance. Antes de que se supiera de su existencia, era un misterio por qué las uvas se convertían en vino, la leche en queso o por qué los alimentos se echaban a perder.
¿Quién fue el primero en ver microbios?
Antonie van Leeuwenhoek (1632–1723) fue una de las primeras personas en observar microorganismos. Él usó microscopios que él mismo diseñó. Otro científico, Robert Hooke, también usó microscopios para ver vida microscópica. En su libro de 1665, Micrographia, describió sus observaciones y creó la palabra "célula".
Aunque Leeuwenhoek vio estos seres diminutos en 1675, no conectó su presencia con los cambios en los alimentos. Sin embargo, su descubrimiento, junto con las observaciones de otros científicos como Spallanzani y Pasteur, ayudó a terminar con la antigua idea de que la vida podía aparecer de forma espontánea de la materia muerta.
¿Cómo se demostró que los microbios no aparecen de la nada?
Lazzaro Spallanzani (1729–1799) descubrió que al hervir un caldo, lo "esterilizaba", es decir, mataba a los microorganismos que había en él. También notó que nuevos microorganismos solo aparecían en el caldo si este se exponía al aire.
Más tarde, Louis Pasteur (1822–1895) continuó los experimentos de Spallanzani. Hirvió caldos en recipientes especiales con cuellos curvados que permitían la entrada de aire, pero no de partículas de polvo. Al hervir el caldo, se aseguró de que no hubiera microbios al principio. Como no creció nada en los caldos, Pasteur demostró que los organismos vivos venían de fuera, como esporas en el polvo, y no aparecían por sí solos en el caldo. Esto fue un golpe final a la idea de la generación espontánea y apoyó la teoría microbiana de la enfermedad, que dice que los microbios causan enfermedades.
¿Cuándo se supo que los microbios causan enfermedades?
En 1876, Robert Koch (1843–1910) demostró que los microorganismos pueden causar enfermedades. Descubrió que la sangre del ganado infectado con Carbunco (ántrax) siempre tenía muchas bacterias llamadas Bacillus anthracis.
Koch pudo transmitir el ántrax de un animal a otro inyectando una pequeña muestra de sangre infectada en un animal sano. También logró cultivar la bacteria en un caldo y luego inyectarla en un animal sano, causando la enfermedad. Con estos experimentos, Koch estableció una serie de reglas, conocidas como los postulados de Koch, para probar que un microorganismo específico es la causa de una enfermedad. Aunque no siempre se pueden aplicar, estas reglas son muy importantes en la historia de la ciencia.
En 2013, se encontraron en Australia los fósiles más antiguos de una estera microbiana, que se cree que tienen 3480 millones de años. Esto podría ser una de las primeras señales de vida en la Tierra.
Clases de Microorganismos
Los microorganismos se dividen en cuatro grupos principales: bacterias, arqueas, protistas y hongos. Los virus generalmente no se consideran seres vivos, aunque su estudio, la virología, es parte de la microbiología.
Microorganismos Procariotas: Bacterias y Arqueas
Las bacterias y las arqueas son microorganismos procariotas, lo que significa que su material genético no está encerrado en un núcleo. Pueden tener forma de esfera (cocos), de bastón (bacilos) o de espiral. Pueden vivir solas o formar cadenas o grupos. Las bacterias son muy abundantes en la Tierra y miden entre 0.4 y 14 micrómetros, por lo que solo se ven con microscopio. Se reproducen dividiéndose en dos células, un proceso que puede durar entre 30 y 60 minutos.
Cuando las condiciones no son buenas (por ejemplo, si cambia la temperatura o faltan nutrientes), algunas bacterias forman endosporas. Estas son como cápsulas protectoras muy resistentes al calor, la sequedad, la radiación y los golpes. Cuando las condiciones mejoran, la endospora se convierte en una nueva bacteria que puede seguir creciendo y multiplicándose.
Las bacterias tienen funciones importantes en la naturaleza. Algunas descomponen la materia orgánica, y otras viven en nuestro cuerpo y nos ayudan. Aunque algunas bacterias causan enfermedades, la mayoría son inofensivas o incluso beneficiosas para nuestra salud.
Microorganismos Eucariotas
Las células eucariotas son aquellas que tienen su material genético (su información) dentro de una doble membrana, formando un núcleo celular.
Hay tres tipos de microorganismos eucariotas:
- Los protozoos: Se alimentan de otros seres vivos y no tienen pared celular.
- Las algas microscópicas: Producen su propio alimento (como las plantas) y tienen una pared celular de celulosa.
- Los hongos microscópicos: Se alimentan de materia orgánica y tienen una pared celular de quitina.
Protistas
Los protozoos y las algas microscópicas son microorganismos unicelulares que pertenecen al reino Protista. Su tamaño varía desde 10 micrómetros hasta más de 1 milímetro, y se pueden ver fácilmente con un microscopio. Viven en lugares húmedos o en el agua, tanto salada como dulce. Se pueden reproducir de forma asexual (dividiéndose en dos) o sexualmente. Los protozoos se alimentan de otros organismos o de materia en descomposición, mientras que las algas microscópicas producen su propio alimento.
Hongos Microscópicos
El reino Fungi incluye muchas especies, algunas de las cuales son microscópicas, como las levaduras. Los hongos viven en muchos lugares, incluso en ambientes extremos como desiertos o lugares muy salados. La mayoría viven en la tierra, pero algunos son acuáticos. Muchos hongos pueden causar enfermedades en animales y plantas, lo que los hace importantes para la salud y la agricultura.
Microorganismos que causan enfermedades
Algunos microorganismos pueden entrar y multiplicarse en otros seres vivos, causando una infección. A estos se les llama microorganismos patógenos. Los problemas que causa una infección dependen de varios factores: el tipo de patógeno, cómo se transmite, cuántos patógenos hay y qué tan resistente es el organismo infectado.
La "dosis de infección" se refiere a la cantidad de microorganismos necesaria para causar una enfermedad. Para algunos protozoos parásitos, esta dosis es muy baja. La "persistencia" de los microorganismos se refiere a cuánto tiempo pueden sobrevivir fuera de un huésped. Por ejemplo, las bacterias suelen ser menos persistentes, mientras que los quistes de los protozoos son muy resistentes.
Las personas jóvenes, los adultos mayores y quienes ya tienen otras enfermedades suelen ser menos resistentes y más vulnerables a las infecciones. Cuando una persona se infecta, los patógenos se multiplican en su cuerpo, lo que puede llevar a la enfermedad.
Las personas enfermas pueden contagiar y extender la enfermedad a través de gotitas al toser o estornudar, o por contacto con superficies contaminadas.
Métodos de Cultivo de Microorganismos
Para estudiar los microorganismos, los científicos los "cultivan" en laboratorios. Hay dos formas principales de hacerlo: en condiciones aerobias o anaerobias.
Normalmente, se cultivan en condiciones aerobias, es decir, con aire normal. Esta técnica es la más sencilla y permite que crezcan microorganismos que necesitan oxígeno y también los que pueden vivir con o sin él. Sin embargo, algunas bacterias solo crecen sin oxígeno. Para ellas, se usa un medio de cultivo donde se ha eliminado todo el oxígeno y se ha reemplazado por otro gas, como el nitrógeno.
Véase también
En inglés: Microorganism Facts for Kids
- Interacciones humanas con los microbios