Manzana de las Luces para niños
Datos para niños Manzana de las Luces |
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Lugar o Sitio Histórico Nacional | ||
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Ubicación | ||
País | ![]() |
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Localidad | Monserrat | |
Coordenadas | 34°36′38″S 58°22′28″O / -34.61055556, -58.37444444 | |
Tipo y colecciones | ||
Tipo | Edificio | |
Mapa de localización | ||
Geolocalización en Buenos Aires
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La Manzana de las Luces es un lugar histórico muy importante en la ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. Está rodeada por las calles Bolívar, Moreno, Alsina, la avenida Julio A. Roca y Perú. En esta manzana se encuentran edificios históricos como el Colegio Nacional de Buenos Aires, la iglesia de San Ignacio y el antiguo edificio de la Universidad de Buenos Aires.
El nombre "Manzana de las Luces" fue dado por el periódico El Argos el 1 de septiembre de 1821. Se le llamó así por la gran cantidad de instituciones educativas y de pensamiento que se ubicaban allí.
Muchos de sus edificios han sido declarados Monumentos Históricos o Lugares Históricos. Esto incluye la iglesia de San Ignacio (1942), el Colegio Nacional de Buenos Aires (1943) y otras construcciones jesuíticas (1981). En 1981, toda la manzana fue declarada Lugar Histórico.
Contenido
¿Por qué se llama Manzana de las Luces?
El periódico El Argos de Buenos Aires propuso este nombre el 1 de septiembre de 1821. Lo hizo porque en esta manzana se concentraban muchas instituciones importantes para el conocimiento y la educación. Con el tiempo, llegaron a funcionar hasta 44 instituciones diferentes en este lugar. Por eso, el nombre "Manzana de las Luces" se usa hasta hoy.
Historia de la Manzana de las Luces
La época de los jesuitas

Los primeros jesuitas llegaron a Buenos Aires en 1608. En 1661, se mudaron a la manzana actual gracias a una donación de Isabel de Carvajal.
La construcción de la iglesia de San Ignacio comenzó en 1686. Fue diseñada por el arquitecto Juan Kraus S.J. y terminada por otros jesuitas. Se inauguró en 1722. Sus paredes están hechas de ladrillos y adobe.
El Colegio de San Ignacio se trasladó a la manzana en 1662. En 1710, se inició la construcción de su claustro (patio interior). En 1767, los jesuitas tuvieron que irse de Buenos Aires por una orden del rey Carlos III de España. En 1772, el colegio se convirtió en el Real Colegio de San Carlos, que hoy es el Colegio Nacional de Buenos Aires.
En 1730, los jesuitas también construyeron la Procuraduría de las Misiones. Este edificio, atribuido al arquitecto jesuita Juan Bautista Prímoli, servía para administrar el comercio de las misiones. También alojaba a personas que venían de las reducciones (pueblos indígenas) y tenía una escuela y una farmacia.
La época del Virreinato
Después de la salida de los jesuitas en 1767, se hicieron más construcciones. El primer teatro de Buenos Aires se construyó cerca de la manzana, impulsando la cultura.
El Real Colegio San Carlos comenzó a funcionar en las aulas del antiguo colegio. También se instaló la Real Imprenta de Niños Expósitos, que usaba parte de sus ganancias para ayudar a la Casa de Niños Expósitos (un lugar para niños abandonados).
El Tribunal del Protomedicato (una institución que regulaba la medicina) se estableció en 1780 en la antigua Procuraduría jesuítica. Además, se construyeron cinco casas de alquiler en la antigua huerta del colegio, en la esquina de Perú y Moreno. En los sótanos de estas casas, se hicieron calabozos.
A lo largo del siglo XIX, estos edificios albergaron muchas instituciones. Entre ellas, el Archivo General, la biblioteca pública, el Banco de la Provincia de Buenos Aires, el Concejo Deliberante de la ciudad de Buenos Aires y facultades de la Universidad de Buenos Aires.
La época independiente
El Regimiento de Patricios tuvo su cuartel provisional en el Colegio Convictorio Carolino. Aquí ocurrió el "motín de las trenzas" en 1811, cuando los soldados se rebelaron contra las órdenes de su comandante Manuel Belgrano.
La biblioteca pública abrió sus puertas el 16 de marzo de 1812. Fue una de las primeras medidas culturales de la Primera Junta de gobierno. Sus libros provenían del Colegio de San Carlos y de donaciones.
Entre 1820 y 1854, la manzana fue sede de la Junta de Representantes de Buenos Aires. Este organismo de gobierno reemplazó al cabildo de la ciudad.
La Universidad de Buenos Aires se fundó el 12 de agosto de 1821 en la iglesia San Ignacio. El Archivo General de la Provincia de Buenos Aires también se instaló en la manzana en 1821. Más tarde, en 1884, se convirtió en el Archivo General de la Nación.
El Banco de la Provincia de Buenos Aires comenzó sus actividades en la manzana el 6 de septiembre de 1822. Luego se mudó a su ubicación actual en 1827.
El Museo Público de Buenos Aires también funcionó aquí desde 1854. Tuvo directores famosos como Carlos Germán Burmeister y Florentino Ameghino.
El Colegio de San Ignacio cambió de nombre varias veces. En 1817, se llamó Colegio de la Unión del Sud. En 1823, se transformó en el Colegio de Ciencias Morales, donde estudiaron figuras importantes como Esteban Echeverría y Juan Bautista Alberdi.
La Sala de Representantes, construida en 1821, fue obra del arquitecto Próspero Catelin. Allí funcionó la Legislatura Provincial y varios congresos importantes para la historia del país.
La época republicana
El 14 de marzo de 1863, el presidente Bartolomé Mitre le dio el nombre definitivo de Colegio Nacional de Buenos Aires. El ingeniero Charles Pellegrini remodeló la fachada del edificio, dándole un aspecto italiano.
El Consejo Deliberante de Buenos Aires sesionó en la antigua Cámara de Representantes desde 1894 hasta 1931.
A principios del siglo XX, el antiguo edificio del Colegio de San Ignacio fue demolido por etapas. En 1910, se inició la construcción del nuevo edificio, de estilo neoclásico francés, diseñado por el arquitecto Norbert Maillart. Fue inaugurado en 1938.
En la calle Perú, se construyó un edificio para la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Este edificio fue demolido cuando las facultades se trasladaron a la Ciudad Universitaria.
En 1937, el antiguo Museo Público se trasladó al Parque Centenario. Hoy se llama Museo Argentino de Ciencias Naturales "Bernardino Rivadavia".
Una parte del edificio fue demolida en la década de 1930 para construir la avenida Julio A. Roca. En 1972, cuando la manzana se convirtió en museo, se demolieron las construcciones que no eran originales de la época jesuítica para restaurar su aspecto virreinal.
Los Túneles Históricos
Bajo la Manzana de las Luces y gran parte del centro de Buenos Aires, existe una red de túneles muy antiguos. La mayoría se construyeron en el siglo XVIII por los sacerdotes jesuitas. Se cree que tenían varios propósitos.
¿Cómo se sabe de los túneles?
Existe un mapa de 1780, ordenado por el Virrey Juan del Pino, que ya muestra un túnel o galería en la Manzana de las Luces. Esto indica que los túneles fueron construidos por los jesuitas antes de su partida.
También hay menciones en periódicos del siglo XIX. Por ejemplo, en 1848, la Gaceta Mercantil habló de una galería subterránea que llegaba hasta un hospital. Más tarde, en 1909, el diario La Nación publicó artículos sobre los "subterráneos de Buenos Aires".
Investigaciones arqueológicas
En 1893, el arqueólogo Burmeister exploró algunos tramos de túneles. En esa época, se pensaba que estos túneles conectaban iglesias, edificios públicos y el Fuerte.
En el siglo XX, durante la construcción de la Facultad de Ciencias Exactas en 1912, se descubrieron más tramos de túneles. El arquitecto Héctor Greslebin los estudió y los nombró A, B, C y D.
¿Cómo son los túneles?
Los túneles fueron excavados directamente en la tierra dura, a unos tres o cuatro metros de profundidad. Tienen pisos nivelados, paredes verticales y techos abovedados. Sus medidas varían, pero suelen tener entre 0,90 y 1,60 metros de ancho y entre 2 y 2,2 metros de alto. Se usaron brújulas para guiarse en su construcción.
El túnel A comienza bajo el patio del colegio Máximo, atraviesa la iglesia de San Ignacio y termina en la calle Alsina. Desde una antigua bodega jesuítica, este túnel mide más de 105 metros.
¿Para qué se usaban los túneles?
Se cree que los túneles tenían varios usos:
- Defensa: Podrían haber servido para proteger la ciudad, con pasajes ocultos y salidas secretas. Sin embargo, algunos expertos dudan de esta teoría, ya que no hay registros de que se usaran en conflictos como las invasiones inglesas.
- Comunicación: Podrían haber conectado iglesias, conventos, el Fuerte y hospitales entre sí.
- Comercio: Una teoría sugiere que se usaban para el comercio no oficial. En esa época, Buenos Aires no podía comerciar libremente con todos los puertos, por lo que el comercio no regulado era común. Los túneles habrían sido una forma rápida y segura de mover mercancías. También se ha considerado la posibilidad de que fueran usados para el movimiento de personas que realizaban trabajos.
Restauración y descubrimientos recientes
Entre 1972 y 1982, se realizaron trabajos para restaurar y preservar la Manzana de las Luces. Se encontraron diferentes capas de pisos y restos de baldosas antiguas.
En junio de 2023, durante una restauración, se hizo un hallazgo arqueológico importante en el patio. Se encontraron construcciones sanitarias de los siglos XVIII y XIX, como un aljibe (pozo de agua) muy antiguo y un sistema de desagües. También se hallaron restos de vajilla y otros objetos.
Actualidad de la Manzana de las Luces
Hoy en día, la Manzana de las Luces es un museo histórico muy visitado en Buenos Aires. En las Casas Redituantes (las antiguas casas de alquiler) se realizan exposiciones de arte.
En un lote vacío, donde antes estaba la Facultad de Ingeniería, se planea construir la nueva sede de la Comisión Nacional de Museos y Monumentos y Lugares Históricos (CNM). El diseño ganador propone un edificio moderno que respeta las fachadas antiguas y crea un patio interior conectado con los túneles históricos.
Véase también
En inglés: Illuminated Block Facts for Kids