Alarife para niños
Un alarife era un maestro constructor muy hábil en la península ibérica durante la época en que la cultura islámica tuvo una gran influencia. La palabra viene del árabe y significa "experto". Los alarifes eran como los arquitectos o los maestros de obras de hoy en día. También se les conocía como albañiles.
Su trabajo y conocimientos se describen en libros antiguos. Algunos de estos libros son el Libro del Peso de los alarifes y Balanza de Menestrales y el Breve compendio de la carpintería de lo blanco y tratado de alarifes de Diego López de Arenas. También se les menciona en las Ordenanzas de Madrid, escritas por Teodoro de Ardemans.
Contenido
¿Cuál es el origen del término alarife?
El alarife en Al-Ándalus y su papel en la construcción

En el antiguo territorio de Al-Ándalus, que era la parte de la península ibérica bajo dominio musulmán, el oficio de alarife era muy importante. El Concejo musulmán, que era como el gobierno local, era quien otorgaba y supervisaba este cargo. Esto se sabe por el Libro del peso de los alarifes y balanza de los menestrales. Este libro fue entregado a los moriscos por el rey Alfonso X el Sabio, después de que Sevilla fuera reconquistada.
Las habilidades y responsabilidades de los alarifes
A mediados del siglo XIII, el rey Alfonso X estableció reglas para los alarifes en un texto llamado las Siete Partidas. Les dio instrucciones para cuidar y mantener las murallas de Alcalá de Henares. Se decía que los alarifes eran muy hábiles para "hacer ingenios y otras sutilezas". Esto significaba que podían construir, derribar, reparar y mantener edificios.
Eran considerados "hombres sabedores" que trabajaban por orden del rey. Debían ser leales, tener buena reputación y no ser ambiciosos. También se les exigían conocimientos de Geometría. Esto demuestra que el alarife era un técnico municipal muy antiguo, encargado de la construcción y la ingeniería.
El Libro del Peso de los alarifes y Balanza de Menestrales (cuya primera edición es del siglo XIV) nos ayuda a entender mejor este oficio. Los alarifes regulaban las obras públicas y protegían los bienes comunes. Incluso llegaron a ser llamados "maestros del arte de la construcción".
Ejemplos de alarifes destacados en la historia
A lo largo de la historia de la península ibérica y América, hubo muchos alarifes importantes. Algunos ejemplos son Juan de Valencia en el siglo XVI. En el siglo XVII, destacaron Diego López de Arenas, quien fue alcalde alarife de Sevilla en 1622, Diego Maroto y Juan de Torija.
También se puede mencionar a Mateo Villajos. El escritor Diego de Torres Villarroel lo describe en su autobiografía Vida, ascendencia, nacimiento, crianza y aventuras del Doctor Don Diego de Torres Villarroel.... En esta obra, Torres Villarroel habla del libro de Villajos sobre cómo medir terrenos. Menciona que Villajos criticaba a otros alarifes famosos de Madrid, como Teodoro Ardemans, Pedro Rivera, Fausto Manso y Ventura Palomares. Sin embargo, Torres Villarroel defendía a estos últimos, diciendo que eran muy buenos en su trabajo.
El término alarife en la literatura y el lenguaje actual
El término "alarife" y "alarifazgo" también han aparecido en la literatura. Pedro Álvarez de Miranda comenta que Camilo José Cela usó la palabra "alarifazgo" en su libro Judíos, moros y cristianos (1956). Parece que Cela la recuperó de Gabriel Miró, quien la había usado en su Libro de Sigüenza.
La palabra "alarife" se ha mantenido más en uso en los países de América Latina. A veces, su significado ha cambiado un poco. También se usa en el campo de la arquitectura y la construcción para nombrar estudios o publicaciones relacionadas con las artes decorativas.