Juan Andrés Ricci para niños
Fray Juan Andrés Ricci de Guevara, conocido como fray Juan Rizi (Madrid, 1600-Montecassino, 1681), fue un monje benedictino, pintor, arquitecto y escritor español del estilo barroco. Se formó a principios del siglo XVII y su arte se caracteriza por el tenebrismo naturalista, un estilo que usa fuertes contrastes de luz y sombra.
Su pintura se distingue por la intensidad de sus claroscuros, con pinceladas ligeras y colores oscuros como pardos y negros. Estos colores, que eran los de su hábito benedictino, a veces se realzaban con rojos. Como pintor con conocimientos de teología, Rizi siempre prestó atención a los mensajes religiosos en sus obras. Esto lo llevó a crear o usar ideas nuevas en sus pinturas, especialmente para destacar el papel de la Virgen María.
Aunque la mayoría de sus obras son pinturas para monasterios y series religiosas, también fue un buen retratista. En sus retratos se puede ver la influencia del famoso pintor Velázquez.
Rizi también escribió sobre temas de teología y arte. Además, se dedicó a la arquitectura, desarrollando ideas sobre el "orden salomónico". Es posible que también hiciera esculturas de vez en cuando.
Datos para niños Fray Juan Rizi |
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Posible autorretrato de Fray Juan Rizi.
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Juan Andrés Ricci de Guevara | |
Nacimiento | Madrid, España | |
Fallecimiento | Montecassino, Italia | |
Nacionalidad | Española | |
Información profesional | ||
Ocupación | Pintor, arquitecto, escritor | |
Movimiento | Barroco | |
Obras notables | La cena de San Benito, San Benito bendiciendo el pan, San Millán en la batalla de Simancas |
Contenido
¿Quién fue Fray Juan Rizi?
El padre de Juan, Antonio Ricci, llegó a España en 1585 desde Ancona, Italia. Vino para trabajar en la decoración del Monasterio de El Escorial. Antonio se casó en Madrid en 1588 con Gabriela de Guevara. En Madrid, Antonio abrió un taller de pintura donde hacía retablos, imitaba obras de otros artistas y pintaba retratos. Llegó a ser retratista del rey Felipe IV cuando este era príncipe.
Juan fue el cuarto de once hijos de Antonio y Gabriela. Nació en Madrid y fue bautizado el 28 de diciembre de 1600. Su hermano menor, Francisco Rizi, también se convirtió en un pintor famoso.
Sus inicios y estilo artístico
Juan probablemente aprendió a pintar con su padre. Algunos historiadores dicen que también estudió con Juan Bautista Maíno. Su estilo se caracteriza por el tenebrismo, que usa contrastes muy fuertes de luz y sombra. A veces, sus obras parecen inacabadas debido a su pincelada ligera.
Desde joven, Juan mostró interés por la religión. A los dieciséis años, escribió un pequeño texto sobre la Concepción de María y se lo envió al papa Pablo V. En 1622, ya trabajaba como pintor independiente en Madrid. Se sabe que en 1625 firmó un contrato para pintar cuatro cuadros sobre la vida de Cristo y otros santos para un convento.
Su vida como monje y estudiante
El 7 de diciembre de 1627, Juan ingresó en la orden benedictina en el Monasterio de Montserrat. Un año después, se hizo monje. Fue enviado a estudiar Filosofía al Monasterio de Santa María la Real de Irache en Navarra, donde estuvo de 1634 a 1637. Luego, regresó a Montserrat para pintar en la capilla de San Bernardo.
Más tarde, se fue a Salamanca para estudiar Teología en la Universidad de Salamanca. Allí, decoró el claustro del colegio con pinturas. Se dice que, para poder ser aceptado en el colegio, pintó un Crucifijo en solo dos días, por el que le pagaron más de lo que necesitaba.
Maestro del príncipe Baltasar Carlos
En 1641, Fray Juan Rizi se trasladó a la corte de Madrid. Fue llamado por el Conde-Duque de Olivares para ser maestro de dibujo del príncipe Baltasar Carlos. Sin embargo, a Rizi no le gustó el puesto. Era una persona de carácter fuerte y defendía mucho las reglas de su orden. Pronto dejó el cargo porque se opuso a una decisión del rey sobre el abad de un monasterio. Este incidente lo llevó a dejar la corte y se fue al Monasterio de Santo Domingo de Silos, donde se sintió feliz lejos del palacio.
Durante su corta estancia en la corte, participó en la decoración del Salón de Comedias del antiguo Alcázar, junto a otros pintores importantes como Alonso Cano.
Obras importantes de Fray Juan Rizi
Pinturas en Santo Domingo de Silos
Rizi estuvo en el Monasterio de Santo Domingo de Silos desde 1642. Allí fue predicador y confesor. Aunque viajaba mucho, realizó algunas obras importantes en este monasterio.
Dos de sus pinturas en Silos son La muerte de Santo Domingo de Silos y Santo Domingo liberando a los cautivos. En estas obras, el estilo personal de Rizi ya estaba completamente formado. Se pueden ver sus fuertes contrastes de luz y sombra, que usa para separar el cielo de la tierra. También idealiza los rostros de Cristo y la Virgen, mientras que los objetos los pinta de forma muy natural.
Trabajos en San Juan de Burgos
En agosto de 1645, Rizi fue al monasterio de San Juan de Burgos para pintar varios cuadros. El abad le encargó una gran remodelación decorativa. Pintó el retablo mayor, altares y series de la vida de San Benito y otros santos para el claustro.
Muchas de estas obras se perdieron o dañaron con el tiempo. Sin embargo, se conservan cuatro pinturas importantes: San Benito y la copa de veneno, La Virgen de Montserrat con un monje y dos pinturas en el Museo del Prado: San Benito bendiciendo un pan y San Gregorio escribiendo.
También destaca el retrato de Fray Alonso de San Vítores (Museo de Burgos), pintado años después (hacia 1658). Este retrato es considerado una de las obras maestras de Rizi, donde combina la tradición del retrato con un uso cálido del color.
El Monasterio de San Millán de la Cogolla
Aunque no hay documentos que confirmen su estancia, se cree que Rizi trabajó en el Monasterio de San Millán de Yuso entre 1653 y 1657. Allí completó las pinturas del claustro alto y se encargó de las pinturas del retablo mayor y otros altares en la iglesia.
Las obras más importantes fueron para el altar mayor, con grandes lienzos como San Millán en la batalla de Simancas y la Asunción de la Virgen. La pintura de San Millán a caballo es diferente de sus temas monásticos habituales, mostrando un rico colorido barroco. Esta obra representa la legendaria intervención del santo en la batalla de Simancas, un evento importante para el monasterio.
También pintó figuras monumentales de San Pedro y San Pablo, y cuatro lienzos de santos para los altares laterales. En la nave, pintó retablos dedicados al Rosario, Santo Domingo de Silos y San Benito. Además, realizó cuatro retratos imaginarios de protectores del monasterio para el Salón de Reyes, como el conde Fernán González.
Una obra de grandes dimensiones, San Benito y el árbol genealógico benedictino, se encontraba en la escalera de la sacristía. Aunque se creía perdida, un fragmento de esta obra ha sido localizado y restaurado en el mismo monasterio.
Obras en la Catedral de Burgos
Entre 1656 y 1659, Rizi pintó seis cuadros de santos para los laterales del trascoro de la Catedral de Burgos. Estas obras son consideradas muy importantes en su carrera. Los temas de estas pinturas eran santos cuyas reliquias estaban en la catedral, como Santa Victoria, Santa Céntola y Elena y Santa Casilda, además de San Julián, San Antonio de Padua y San Francisco de Asís recibiendo los estigmas.
En estas obras, Rizi sigue usando intensos efectos de claroscuro, pero añade un nuevo sentido del color, especialmente en las figuras de las santas, que visten ropas ricas. Es probable que Rizi viviera de nuevo en el monasterio de San Juan mientras trabajaba en la catedral de Burgos.
Pinturas para el Monasterio de San Martín de Madrid
El monasterio de San Martín de Madrid tenía 72 pinturas de Rizi. Muchas de ellas, 33, estaban dedicadas a la Vida de san Benito y se encontraban en el claustro. También había retratos de hombres famosos de la orden y otras pinturas en diferentes partes del monasterio. No se sabe si Rizi hizo todas estas obras a la vez o en diferentes etapas.
Entre las pinturas que se conservan de este monasterio están La cena de san Benito y San Benito y los ídolos, que ahora están en el Museo del Prado. Estas obras se caracterizan por su ejecución rápida y el uso de grises, con fuertes efectos de claroscuro.
La gran Misa de San Benito de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando también pudo ser de este monasterio. Muchos críticos la consideran su obra más ambiciosa. Esta pintura fue seleccionada por Francisco de Goya para ser enviada a París en 1810.
Sus escritos y últimos años
El tratado "Pintura Sabia"
Uno de los escritos más importantes de Rizi es la Pintura sabia. Este tratado estaba dirigido a doña Teresa Sarmiento de la Cerda, duquesa de Béjar, a quien Rizi dio clases de dibujo y pintura alrededor de 1659.
La Pintura sabia es una mezcla de manual de dibujo y tratado académico. Contiene muchos dibujos arquitectónicos y anatómicos. Incluye un "Epítome de Geometría", un "Tratado breve de perspectiva y arquitectura", y una sección sobre anatomía.
Viaje a Roma y Montecassino
En 1662, Rizi se trasladó a Roma. Él mismo dijo que el viaje era para ver si podía ayudar a definir el misterio de la Inmaculada Concepción. Se dice que el papa Alejandro VII admiró sus obras y le concedió muchos honores.
En Roma, Rizi escribió el Epitome architecturae de ordine salomonico integro, un texto en latín con bellas ilustraciones. En este escrito, proponía una reforma del baldaquino de Bernini en la Basílica de San Pedro, aplicando un nuevo orden arquitectónico que él había inventado: el orden salomónico completo.
Por razones desconocidas, Rizi no regresó a España. En cambio, se unió a la Congregación Cassinense y se incorporó a la Abadía de Montecassino. Allí decoró la capilla del Santísimo Sacramento, que fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial.
También pintó ocho lienzos para la capilla de los Santos Cosme y Damián en la iglesia Mayor de Trevi nel Lazio. Estas son las únicas pinturas conocidas de su estancia en Italia. Dos de ellas son especialmente interesantes por su iconografía original, destacando el papel de María.
Rizi permaneció en la Abadía de Montecassino hasta su muerte el 29 de noviembre de 1681. Allí llevó una vida muy dedicada a la Virgen María, con ayunos y penitencias. También continuó con su actividad artística e intelectual. Escribió diez libros, la mayoría en latín, sobre temas como la Sagrada Escritura, teología, matemáticas y arquitectura. Todos sus escritos muestran su interés principal: la relación entre la teología y la pintura, creyendo que a través del arte se puede conocer mejor a Dios.
Galería de imágenes
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La cena de San Benito, óleo sobre lienzo, Museo del Prado.
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San Benito bendiciendo el pan, hacia 1645, óleo sobre lienzo, Museo del Prado.
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Fray Alonso de San Vítores, óleo sobre lienzo, Museo de Burgos.
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San Millán en la batalla de Simancas, tabla central del retablo mayor de la iglesia del Monasterio de San Millán de Yuso.
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Fernán González, Monasterio de San Millán de Yuso.
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La misa de San Benito, óleo sobre lienzo, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
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La exaltación de la Inmaculada Concepción y el orden salomónico, dos de las constantes preocupaciones de fray Juan Rizi, se funden en este dibujo del tratado de Pintura Sabia.
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Portada de Pintura Sabia, manuscrito conservado en la Biblioteca de la Fundación Lázaro Galdiano.
Véase también
En inglés: Juan Rizi Facts for Kids