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Jacques Ellul para niños

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Datos para niños
Jacques Ellul
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Jacques Ellul en 1990.
Información personal
Nombre de nacimiento Jacques César Émile Ellul
Nacimiento 6 de enero de 1912
Burdeos (Francia)
Fallecimiento 19 de mayo de 1994
Pessac (Francia)
Nacionalidad Francesa
Religión Protestantismo
Lengua materna Francés
Educación
Educado en
Información profesional
Ocupación Teólogo, filósofo, escritor, sociólogo, profesor universitario y miembro de la Resistencia francesa
Empleador
  • Instituto de Estudios Políticos de Burdeos
  • Universidad de Montpellier
  • Universidad de Burdeos
Estudiantes José Bové, Noël Mamère y Jean-Luc Nancy
Movimientos Decrecimiento, anarquismo y personalismo
Miembro de Combat
Distinciones

Jacques Ellul (nacido el 6 de enero de 1912 y fallecido el 19 de mayo de 1994) fue un importante pensador francés. Estudió filosofía, sociología y teología. También tenía ideas sobre la libertad y la fe cristiana.

Jacques Ellul estudió en las universidades de Burdeos y París. Fue profesor de historia del derecho y de historia social en Burdeos. También fue una figura destacada en la comunidad protestante de Francia.

Escribió muchos libros sobre la sociedad moderna y la tecnología. También exploró la relación entre el cristianismo y la política. Por ejemplo, en su libro Anarquía y Cristianismo (1991), argumentó que la búsqueda de la libertad y los valores cristianos compartían objetivos sociales similares.

Junto a sus amigos Iván Illich y Bernard Charbonneau, Ellul es considerado uno de los pioneros de ideas como el post-desarrollo y la simplicidad voluntaria. Estas ideas se centran en vivir de una manera más equilibrada y en armonía con la naturaleza.

Ellul creía que vivimos en una "sociedad tecnológica" o "sistema técnico". Este sistema se basa en la búsqueda de la máxima eficiencia. Él pensaba que los seres humanos tienen muchas facetas (como la creatividad, la espiritualidad o la capacidad técnica). Sin embargo, la tecnología ha tomado un lugar central, enfocándose solo en la potencia y la eficacia. Ante esto, propuso una "ética del no-poder". Esto significa elegir no colaborar con sistemas que consideraba dañinos. El "no-poder" no es ser débil, sino tener la capacidad de decir "puedo, pero no quiero".

Durante la Segunda Guerra Mundial, Jacques Ellul fue un líder importante en la resistencia francesa.

Vida y trayectoria

Jacques Ellul nació en Burdeos, Francia, el 6 de enero de 1912. Sus padres fueron Marthe Mendes y Joseph Ellul.

Cuando era adolescente, Jacques Ellul pensó en unirse a la marina. Sin embargo, su padre, Joseph, lo animó a estudiar derecho. En 1937, se casó con Yvette Lesnvelt.

Jacques Ellul estudió en las universidades de Burdeos y París.

Por su valioso trabajo como líder de la resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial, el Estado de Israel le otorgó el título de Justo entre las Naciones en el Yad Vashem. También alcanzó una posición importante dentro de la Iglesia Reformada de Francia, llegando a ser parte de su Comité Nacional, a pesar de no ser un clérigo.

Ellul mantuvo una amistad muy cercana con Bernard Charbonneau a lo largo de su vida. Ambos compartían ideas similares y se conocieron en la Federación Protestante de Estudiantes entre 1929 y 1930.

Influencias en su pensamiento

A principios de la década de 1930, Ellul encontró sus tres principales fuentes de inspiración: Karl Marx, Søren Kierkegaard y Karl Barth.

Descubrió las ideas de Karl Marx durante un curso de economía en 1929 y 1930. En ese mismo período, su estudio de Marx lo convirtió en un experto en los textos de este autor. También leyó sobre el existencialismo cristiano de Søren Kierkegaard. Ellul afirmó que Marx y Kierkegaard fueron sus mayores influencias y los únicos autores cuyas obras completas leyó.

También declaró que Karl Barth, quien fue un líder de la Iglesia Confesante en su lucha contra el estado alemán, fue el mejor teólogo del siglo XX. Además de ellos, su padre también fue una influencia y un modelo a seguir para él.

Estas influencias hicieron que sus ideas fueran muy apreciadas por algunos y criticadas por otros. Sus libros sobre teología fueron especialmente debatidos. En ellos, Ellul desarrollaba y explicaba los puntos de vista de Barth, quien creía que el evangelio juzga y renueva el mundo al mismo tiempo.

Su conversión al cristianismo

En 1932, Ellul se convirtió al cristianismo. Con el tiempo, él mismo lo describió como "una conversión muy repentina y fuerte". Ellul atribuyó esto a lo que llamó "un encuentro con Dios" que tuvo en su juventud.

Según su propia descripción, cuando tenía 17 años, mientras traducía en privado el Fausto de Johann Wolfgang von Goethe, sintió la presencia de algo extraordinario y abrumador que entró en lo más profundo de su ser. Inmediatamente, se subió a su bicicleta y se fue. Finalmente, llegó a la conclusión de que lo que había presenciado era Dios. Esta experiencia lo llevó, con el paso de los años, a convertirse al cristianismo.

También participó en el Movimiento Mundial del ecumenismo, que busca la unidad entre las diferentes iglesias cristianas. Sin embargo, con el tiempo se volvió crítico con el movimiento, especialmente por su apoyo a figuras políticas. Siempre buscó la neutralidad política del movimiento.

Se le atribuye a Ellul la famosa frase "Piensa global, actúa local".

Ellul siempre dijo que nació en Burdeos por accidente, pero que eligió pasar la mayor parte de su vida académica allí.

Falleció el 19 de mayo de 1994 en Pessac, cerca de la Universidad de Burdeos, rodeado de sus seres queridos. Su esposa había fallecido unos años antes, el 16 de abril de 1991.

De la sociedad industrial a la sociedad tecnológica

En 1935, junto a Bernard Charbonneau, Ellul señaló que la sociedad moderna se caracteriza por una tendencia a la "concentración". Esto se veía en la producción (con fábricas y trabajos divididos), en el Estado (a través de su administración), en la población (en las ciudades) y en el capital. Este fenómeno se notaba claramente en las ciudades, que hacían que toda la vida de las personas dependiera de ellas. El trabajo del campo también se puso al servicio de la ciudad.

La observación de la concentración no era nueva. Lo original fue su interpretación: "el medio para lograr la concentración es la técnica, no un proceso industrial sino un proceso general". Con esta idea, los dos jóvenes pensadores querían mostrar que la tecnología en el siglo XX iba más allá de las máquinas. Se había integrado en la forma de pensar de las personas. Así, sentaron las bases de la historia de las mentalidades.

Veinte años después, en 1954, Ellul creyó que la tecnología había cambiado. Ya no era solo "un conjunto de medios para un fin". Se había convertido en un "entorno propio", un fenómeno "autónomo" que escapaba cada vez más al control humano. Además, de forma casi imperceptible, se había vuelto "sagrada" para las personas.

Por ejemplo, la contaminación del planeta es una consecuencia de que la naturaleza ya no se considera sagrada, mientras que la tecnología sí lo es. Ellul afirmaba que este problema persiste porque el ser humano moderno cree, erróneamente, que ya no considera nada sagrado.

En 1973, Ellul explicó este proceso con más detalle. Como el ser humano necesita considerar algo sagrado en su entorno, ya no es la naturaleza lo que sacraliza, sino aquello con lo que la ha dañado: la tecnología. Las consecuencias de esta "transferencia" no son solo ambientales, sino también psicológicas. Llevan a comportamientos de dependencia hacia la tecnología. Esto es aún más cierto porque, al considerarse "adulto" en comparación con épocas pasadas, el ser humano se niega a admitir que sacraliza algo.

Ellul notó que su análisis no era muy compartido por otros pensadores. Si el proceso de considerar la tecnología como algo sagrado no se percibía, era, según él, porque "vivimos en una religión de los hechos". Creía que la gente se enfocaba en los conflictos políticos, como la Guerra Fría, porque eran espectaculares. Al centrarse en los "acontecimientos", se pasaba por alto lo esencial: que tanto en Oriente como en Occidente, se había pasado "de la sociedad industrial, analizada por Marx, a un nuevo tipo de sociedad, la 'sociedad tecnológica'".

Continuó explicando que la sociedad tecnológica no es solo un nivel avanzado de la sociedad industrial. Es algo diferente. La sociedad industrial dependía del crecimiento de las máquinas y de la mano de obra humana. Pero ahora, todo esto ha cambiado. La conexión entre las actividades es la información. Todo se basa en redes de información, no en el movimiento de productos. Gracias a la automatización y la informática, las máquinas pueden funcionar sin intervención humana. Por lo tanto, la mejora técnica es lo que crea valor.

La tecnología, al seguir creciendo, reemplaza los valores del pasado (como el amor al prójimo, la moral o la libertad) con sus propios valores (trabajo, utilidad, eficiencia, crecimiento económico, progreso). Lo nuevo y más importante es la tecnología.

Cuando Ellul decía que "no es la tecnología la que nos esclaviza, sino lo sagrado transferido a la tecnología", muchos lo consideraban un "tecnófobo" (alguien que teme a la tecnología). Preferían centrarse en los conflictos políticos. Su idea de que la tecnología se había vuelto sagrada no fue bien recibida en Francia, donde se valoraban mucho las ideas de la razón.

Ellul se encontró con pocos análisis similares a los suyos en su tiempo. Mencionaba las investigaciones del economista estadounidense Robert Theobald y del filósofo checo Radovan Richta.

En 1988, Ellul escribió: "Me gustaría recordar una idea muy antigua, pero siempre olvidada, que debe renovarse constantemente: que la organización industrial, la 'postindustrial', la sociedad tecnológica o informatizada, no son sistemas para producir bienes de consumo, ni bienestar, ni una mejora en la vida de las personas, sino solo para producir ganancias".

No mencionaba el capitalismo directamente porque, desde 1935, consideraba que cualquier sistema, sin importar su ideología, solo buscaba perfeccionar la tecnología para aumentar su productividad. Para él, la batalla política entre izquierda y derecha era algo secundario. Lo esencial estaba en la forma de pensar de las personas: "En el Estado capitalista, el hombre está menos oprimido por los poderes financieros [...] que por un ideal de comodidad, seguridad y garantía. [...] Es este ideal el que da importancia a los poderes financieros".

En 1954, Ellul diagnosticó: "es inútil quejarse del capitalismo: no es él quien crea este mundo, es la máquina". Si hoy la economía tiene tanta influencia sobre la política, es porque el desarrollo rápido de la tecnología (especialmente en robótica e informática) afecta a toda la economía.

Por lo tanto, la tecnología ya no se limita solo a las máquinas. Todo el sistema del Estado funciona según sus principios: "toda la ley de este sistema es la eficiencia. Está realmente relacionado con el mundo y la forma de pensar de la tecnología a través de esta necesidad. La burocracia no tiene que ver con los valores. [...] Está ahí para funcionar y hacer funcionar un todo político-económico-social. [...] No puede considerar a las personas. Obedece a la única regla de eficiencia... Y si un objetivo lo fija la política, este se diluye en el sistema (burocrático) y pronto ya no tiene ningún significado".

Mientras que la crítica más común al capitalismo se centra en las diferencias sociales y los mercados financieros, la crítica de Ellul muestra que las desigualdades sociales serían diferentes si nos hubiéramos dado cuenta antes de que los mercados son solo grandes redes de información.

Craig Hanks señala que Ellul es, junto a Jürgen Habermas, Martin Heidegger, Gilbert Simondon, André Leroi-Gourhan y Günther Anders, uno de los principales pensadores sobre la tecnología del siglo XX. Sin embargo, Ellul rara vez se refería a otros pensadores de esta crítica debido a una "desconfianza natural hacia la filosofía", que consideraba demasiado "abstracta". No ocultaba su aversión por Heidegger, debido a su relación con el nazismo. Por otro lado, mencionaba a menudo las investigaciones del economista checo Radovan Richta, especialmente en sus clases en el IEP de Burdeos.

Obras destacadas

Jacques Ellul escribió muchos libros importantes. Aquí te presentamos algunos de ellos:

  • El hombre y el dinero (1954)
  • El siglo XX y la técnica: análisis de los conquistas y peligros de la técnica en nuestro tiempo (1954)
  • Historia de las instituciones de la antigüedad (1955)
  • Propagandas (1962)
  • Historia de la propaganda (1967)
  • Autopsia de la revolución (1969)
  • Contra la violencia (1972)
  • La ciudad (1975)
  • Juventud y desafíos: Una experiencia en provincia (con Yves Charrier, 1971)
  • ¿Es posible la revolución? (1972)
  • Los nuevos poseídos (1973)
  • Traición a Occidente (1975)
  • El sistema técnico (1977)
  • La palabra humillada (1981)
  • La subversión del cristianismo (1984)
  • La razón de ser: meditación sobre el Eclesiastés (1987)
  • Anarquía y cristianismo (1988)
  • El engaño tecnológico (1988)

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Jacques Ellul Facts for Kids

  • Anarquismo en Francia
  • Corrientes antiindustriales
  • Bernard Charbonneau
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