T'Hó para niños
T'Hó (se pronuncia [Tjo’]) fue el nombre de una antigua ciudad maya. También se la conocía como Ichcanzijó o Ichcaansihó. Cuando los exploradores españoles, liderados por Francisco de Montejo y León (el Mozo), llegaron a la región, encontraron esta ciudad en ruinas. Sobre sus restos, a partir del año 1542, se fundó la actual ciudad de Mérida en Yucatán, México.
T'Hó se encontraba en una región maya llamada Chakán. Esta era una de las 16 provincias o territorios (kuchkabales) en que estaba dividida la Península de Yucatán. Esta división existía después de que la liga de Mayapán se disolviera a mediados del siglo XV, justo antes de la llegada de los españoles. Desde T'Hó, los europeos lograron asegurar su presencia en la Península de Yucatán, una tarea que había sido difícil por la resistencia del pueblo maya.
La ciudad de Mérida fue construida por los españoles en el siglo XVI, usando muchas de las piedras que los mayas ya habían cortado y trabajado para sus propias edificaciones en T'Hó. Esta antigua comunidad maya era muy importante en el periodo posclásico maya, tanto por su población como por su influencia política. Hoy en día, si visitas la Catedral de Yucatán (San Ildefonso), que es una de las más antiguas de México (construida entre 1562 y 1567), podrás ver en algunas de sus piedras el trabajo de los antiguos mayas.
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¿Cómo era la antigua ciudad de T'Hó?
Las descripciones que tenemos de T'Hó indican que era una ciudad con una arquitectura impresionante, aunque sencilla. Tenía características militares y astronómicas. El historiador Juan Francisco Molina Solís, del siglo XIX, menciona que fue fundada por los chanes (más tarde conocidos como itzáes). Se dice que ellos, después de vivir en Bacalar (hoy en Quintana Roo), se movieron hacia el oeste para fundar ciudades como Chichén Itzá, Izamal, Motul y la propia Ichcaanzihó (T'Hó), que es la actual Mérida. Esto habría ocurrido alrededor del año 550 después de Cristo.
La ciudad de T'Hó tenía grandes plazas de las que salían varias avenidas. Estas avenidas se dirigían hacia los cuatro puntos cardinales, conectando con otros territorios importantes de la región antes de la llegada de los españoles. Entre ellos destacaban los del sur, como Kin Pech (Campeche) y Chakán Putum (Champotón).
Según las crónicas antiguas, los mayas construyeron dos grandes templos para sus dioses Bak-luum-chaan y H'Chuum-caan. Alrededor de estos templos, levantaron los palacios de los sacerdotes, del líder principal y de otros personajes importantes. También había un observatorio para estudiar las estrellas y enormes plazas donde se realizaban celebraciones civiles, militares y religiosas. El historiador Eligio Ancona describió uno de los palacios como: "un amplio terreno elevado que podría tener ochocientos pies de largo, cuatrocientos de ancho y de quince a veinte de altura. Se subía a la cima por una escalera de piedra, con siete escalones tan altos que parecían hechos para gigantes".
La ciudad contaba con varios cenotes, que son pozos naturales de agua. Estos cenotes proveían agua potable y para otros usos, ya que el nivel del agua subterránea en la zona está a solo ocho metros de profundidad.
La información histórica y los textos mayas se refieren a T'Hó como "Noh Cah Ti Hó", que significa "el Gran Pueblo de T’Hó". Esto nos da una idea de que la antigua ciudad maya, predecesora de Mérida, era considerada muy importante y destacaba sobre otras poblaciones de la península de Mayab. Algunos historiadores, como Sergio Quezada, creen que T'Hó era un "bataboob independiente", lo que significa que era una entidad política autónoma y no dependía de ninguna otra capital.
La llegada de los españoles a T'Hó
Cuando los españoles llegaron en 1541, encontraron T'Hó abandonada y en gran parte destruida. Solo quedaban unas pocas casas de paja habitadas por alrededor de 1000 personas indígenas. Juan Francisco Molina describió el lugar como: "un pequeño asentamiento de indígenas mayas en chozas de paja y madera, con restos de algunos edificios sorprendentes y hermosos que coronaban cerros cubiertos de árboles antiguos".
Francisco de Montejo (hijo), quien estaba al mando de los recién llegados, estableció su campamento en la parte alta de uno de esos cerros. Las grandes construcciones prehispánicas que se encontraban allí, según el libro Yucatán en el tiempo, "fueron usadas durante el periodo colonial (1542-1821) como canteras para construir edificios y casas, y los últimos para la edificación del gran mercado de la ciudad en lo que antes fue la Ciudadela".
¿Hay dudas sobre el nombre de T'Hó?
Alfredo Barrera Vásquez, un experto en la cultura maya, sugiere que Dzibilchaltún, una ciudad más grande ubicada un poco más al norte, pudo haber sido la verdadera T'Hó, y no el lugar donde hoy se asienta Mérida. También menciona que Ichcaanzihó podría haber sido el nombre completo de T'Hó, o Tihó, como la conocemos ahora. En ese caso, el nombre T'Hó sería una forma abreviada de Ich caan zihoob.
Sin embargo, este reconocido experto plantea dudas porque la conexión entre T'Hó y Mérida solo aparece en la Relación de Mérida, escrita por Pedro García en el siglo XVII. Además, el Chilam Balam de Chumayel solo tiene una referencia que une Ichcaanzihó con T'Hó. No se encuentran más menciones en ese texto, ni en otros libros del Chilam Balam, ni siquiera en los escritos de Diego López de Cogolludo.
También se considera la posibilidad, basándose en otros documentos indígenas, de que Ichcaanzihó sea Dzibilchaltún y que T'Hó sea el lugar donde se fundó Mérida.