Historia del idioma español para niños
La historia del idioma español o idioma castellano nos cuenta cómo esta lengua ha evolucionado a lo largo de muchísimos años. Su origen se remonta a la época anterior a la llegada de los romanos a la península ibérica. Es posible que las lenguas antiguas que se hablaban entonces influyeran en el latín que trajeron los romanos, dando forma a algunas características de las lenguas que hoy conocemos en la península. La historia del español se divide en tres etapas principales: el español medieval, el español medio y el español moderno.
El castellano es una lengua romance, lo que significa que viene del latín vulgar, que era el latín que hablaba la gente común. Pertenece a la familia de las lenguas indoeuropeas. Es el idioma principal en España y en 19 países de América. También es oficial en Guinea Ecuatorial. Se le llama "castellano" porque nació en el reino medieval de Castilla.
Contenido
- ¿Cómo ha evolucionado el español a lo largo del tiempo?
- ¿Dónde encontramos los primeros escritos en español?
- ¿Cómo cambiaron las palabras y la gramática del español?
- Véase también
¿Cómo ha evolucionado el español a lo largo del tiempo?
La historia externa del español se refiere a cómo los eventos culturales, históricos, políticos y sociales han influido en el idioma. Es como ver el idioma desde fuera, observando qué lo ha moldeado. Esto es diferente de la historia interna, que estudia los cambios que ocurren dentro del propio sistema de la lengua, como en su gramática o sus sonidos.
¿Qué lenguas se hablaban antes de los romanos?
Antes de que los romanos conquistaran la península ibérica (un proceso que comenzó en el siglo III a.C. y terminó en el siglo I a.C.), ya existían muchas lenguas. Estas se conocen como lenguas prerromanas. Los pueblos que las hablaban eran:
- Los pueblos celtas en el centro, norte y oeste.
- Los pueblos iberos en el este y sur.
- Los celtíberos en una zona intermedia.
- Los tartesios en el suroeste.
También estaba la lengua que dio origen al idioma vasco, que no es indoeuropea. Además, llegaron pueblos colonizadores como los cartagineses y fenicios (que hablaban una lengua semítica) y los griegos.
De esta época tan antigua, el español actual conserva algunas características y palabras:
- Algunos sonidos cambiaron: por ejemplo, la "p", "t", "k" entre vocales se volvieron "b", "d", "g".
- La "f-" inicial de muchas palabras latinas desapareció o se convirtió en un sonido similar a la "h" aspirada. Se cree que esto pudo ser por influencia del idioma vasco o del idioma íbero.
- Algunos sufijos (terminaciones de palabras) como "-aga" o "-rro".
- Muchos topónimos (nombres de lugares), como los que terminan en "-briga" (que significa "lugar alto"), por ejemplo, Segobriga.
- Palabras de origen celta, como abedul (un tipo de árbol) o lanza.
- Palabras de origen ibérico, como barranco o carrasca.
- Palabras de origen vasco, como izquierda o pizarra.
- Otras palabras cuyo origen exacto no se conoce, como perro o sapo.
La llegada del latín a la península ibérica
Entre el siglo III a.C. y finales del siglo I a.C., los romanos conquistaron la península ibérica. Este proceso, llamado romanización, cambió muchos aspectos de la vida, incluyendo el lenguaje. Las lenguas prerromanas se usaron cada vez menos y quedaron limitadas a las zonas rurales. Al principio, la gente hablaba dos idiomas en las ciudades romanas (bilingüismo), pero con el tiempo, el latín se convirtió en la lengua principal para todo lo importante.
Dos factores importantes influyeron en cómo el latín evolucionó en la península y dio origen al castellano:
- Distancia y aislamiento: La península estaba lejos de Roma y aislada por los Pirineos y el mar Mediterráneo. Esto hizo que los cambios lingüísticos llegaran más despacio.
- Origen de los conquistadores: Se cree que la mayoría de los romanos que llegaron a la península venían del sur de la actual Italia.
El castellano en la Edad Media

El castellano medieval se habló desde los primeros textos escritos (alrededor del siglo X) hasta el siglo XIV. En esta etapa, el castellano estaba cambiando del latín tardío al español medio. En algunos aspectos, el castellano medieval se parecía más a otras lenguas romances de la península que el español de hoy. Por ejemplo:
- Distinguía entre sonidos "sordos" y "sonoros" (como la "s" de "casa" y la "z" de "gozo" en algunas lenguas). Estos sonidos sonoros desaparecieron en los siglos XV y XVI.
- El sonido "h" que venía de la "f-" latina inicial se fue perdiendo poco a poco.
- Los pronombres (como "me", "te", "se") podían ir después del verbo conjugado, algo que todavía ocurre en algunas variantes del asturleonés.
- Para formar los "tiempos compuestos" (como "he cantado"), se usaban los verbos "ser" y "aver" (que hoy es "haber").
¿Cómo se diferenció el castellano de otras lenguas?
Se calcula que el latín empezó a diferenciarse en distintas lenguas alrededor de los siglos III o IV d.C. El latín vulgar evolucionó en toda Europa después de la caída del Imperio romano de Occidente en el siglo V.
En ese mismo siglo, llegaron las invasiones de pueblos germánicos. Esto hizo que algunas palabras germánicas se incorporaran al español, como "guerra" o "yelmo". Con el tiempo, los cambios en los sonidos y la gramática llevaron al surgimiento de las distintas lenguas romances entre los siglos VI y IX.
En el siglo VIII, la expansión musulmana en la península ibérica trajo una gran influencia del árabe al español. Más de 4000 palabras en español provienen del árabe, muchas de ellas a través del mozárabe, que eran los dialectos romances que hablaban los cristianos en las zonas dominadas por los árabes. Ejemplos son "aceite", "ajedrez" o "almohada".
En el siglo IX, esta influencia árabe se vio en las jarchas, que eran pequeños poemas en mozárabe escritos con alfabeto árabe.
El papel de Alfonso X el Sabio en el idioma

Alfonso X el Sabio, rey de Castilla y León (1252-1284), fue muy importante para el castellano. Él impulsó las escuelas de traductores de Toledo, donde se creó una forma estándar del castellano medieval, conocida como "castellano alfonsino".
Alfonso X hizo que se escribieran obras científicas e históricas (como El Lapidario o Las Siete Partidas) en castellano, en lugar de en latín, que era lo habitual. Así, el castellano escrito ganó mucho prestigio en su corte y en todo el territorio. También se encargó de traducir textos legales al castellano y de establecer reglas para la ortografía.
El español áurico y medio: un puente hacia el español moderno
El español áurico o español medio es la etapa de la lengua que conecta el castellano medieval con el español moderno.
En esta fase, se perdió la diferencia entre algunos sonidos "sordos" y "sonoros". Sin embargo, en algunas zonas de la península (especialmente en el sur), en las Islas Canarias y en América, estos sonidos se unieron en uno solo.
El español se vuelve oficial en España y América
El castellano medieval se extendió hacia el sur de la península a medida que avanzaba la Reconquista. A finales del siglo XV, con la unión de los reinos de Castilla y Aragón, la toma de Granada y el descubrimiento de América, Antonio de Nebrija publicó en Salamanca su Gramática castellana. Este fue el primer libro de gramática de una lengua moderna en Europa.
Con la expansión del Imperio español, el castellano llegó a América a través de los virreinatos de Nueva España, del Perú, de Nueva Granada y del Río de la Plata, así como a las Filipinas, Guam y las Islas Marianas. Esta gran difusión permitió que el español incorporara nuevas palabras de las lenguas nativas americanas, y a su vez, el español tuvo un gran impacto en ellas.
Algunas características del español que se formaron en esta época incluyen:
- La "lenición": por ejemplo, el latín lupus se convirtió en "lobo".
- La diptongación: la "e" y la "o" cortas del latín se convirtieron en "ie" y "ue" (terra > "tierra", nova > "nueva").
- La palatalización: por ejemplo, el latín annum se convirtió en "año".
La expansión del idioma español en el mundo
A finales del siglo XVIII, solo unos tres millones de personas en Hispanoamérica hablaban español. Sin embargo, después de las guerras de independencia, los nuevos gobiernos impulsaron el uso del español.
En el siglo XIX, Estados Unidos adquirió grandes territorios de Francia y España, y también de México. Así, el español se convirtió en una de las lenguas de Estados Unidos. Aunque las variedades antiguas de español solo se conservan en algunas zonas de Luisiana y en una franja entre Nuevo México y Colorado.
Desde el siglo XX, millones de hispanohablantes han emigrado a Estados Unidos, convirtiéndose en la minoría más grande del país.
En Oceanía, el español se habla en la Isla de Pascua, que pertenece a Chile. También se habla en Australia debido a la llegada de muchos inmigrantes de Sudamérica y Centroamérica desde mediados del siglo XX.
¿Dónde encontramos los primeros escritos en español?
Los textos más antiguos del español

Los textos más antiguos que se conocen en una forma de romance parecida al español actual son los Cartularios de Valpuesta. Son copias de documentos, algunos escritos tan temprano como el siglo IX (alrededor del año 804), y están reconocidos por la Real Academia Española.
Tradicionalmente, se consideraban las Glosas Emilianenses como los textos más antiguos en castellano. Estas glosas (anotaciones al margen de un texto en latín) datan de finales del siglo X o principios del XI y se conservan en el Monasterio de Yuso, en San Millán de la Cogolla (La Rioja). Sin embargo, hoy en día, muchos expertos creen que no están escritas en castellano medieval puro, sino en un "protorromance" riojano, o una mezcla de navarroaragonés y castellano-riojano. Es decir, son un "embrión" de lo que sería el castellano.
Curiosamente, las Glosas emilianenses también contienen los textos más antiguos escritos en euskera que se conservan.
La primera gramática de una lengua moderna

En 1492, Antonio de Nebrija publicó en Salamanca su obra Gramática castellana. Fue la primera gramática de la lengua castellana y también la primera de una lengua moderna en Europa. Al principio de su prólogo, Nebrija escribió una frase famosa que hoy parece una profecía: "siempre la lengua fue compañera del imperio: y de tal manera lo siguió: que junta mente començaron. crecieron. y florecieron."
Nebrija también escribió las primeras Reglas de ortografía en la lengua castellana, publicadas en 1517. En ellas, proponía que la ortografía debía tener una relación directa entre cómo se pronuncia una palabra y cómo se escribe.
¿Cómo cambiaron las palabras y la gramática del español?
La historia interna de la lengua, o gramática histórica, estudia los cambios que ocurrieron en la estructura del español y en sus palabras.
Cambios en la forma de las palabras (morfología)
El español, como otras lenguas romances, viene de una forma de latín que se hizo más sencilla. El orden de las palabras en la oración se volvió más fijo (sujeto-verbo-objeto). También se perdieron las terminaciones de las palabras que indicaban su función en la oración (como en el latín). Esto hizo que el español fuera un poco menos "sintético" que el latín.
Las declinaciones latinas
En latín clásico, las palabras cambiaban su terminación para indicar su función gramatical (sujeto, objeto, etc.). Por ejemplo, la palabra mensa (mesa) podía tener varias terminaciones diferentes.
Con el tiempo, algunos cambios en los sonidos del latín hicieron que estas terminaciones se confundieran. Por ejemplo, la "m" final se perdió, lo que hizo que algunas formas de las palabras sonaran igual.
El uso de preposiciones
Como las terminaciones de las palabras se volvieron menos claras, se empezaron a usar más las preposiciones (como "de", "a") para indicar la función de las palabras. Por ejemplo, en lugar de decir "la mitad del botín" con una sola palabra en latín, el español usa "la mitad del botín".
También se empezó a usar la preposición "a" para indicar el objeto directo o indirecto, algo que se mantiene en el español actual.
La marca del plural
El latín no tenía una forma única para marcar el plural. Sin embargo, el caso más usado para el plural terminaba en "s". Con el tiempo, esta "s" se convirtió en la forma principal para indicar el plural en el castellano medieval (rosa, rosas).
Cambios en la gramática (verbos)
La conjugación de los verbos
La forma en que se conjugan los verbos en español medieval y moderno viene directamente del latín. Por ejemplo:
Latín | Castellano medieval |
Castellano moderno |
---|---|---|
CANTŌ | canto | canto |
CANTĀS | cantas | cantas |
CANTAT | cantat | canta |
CANTĀMUS | cantamos | cantamos |
CANTĀTIS | cantades | cantáis |
CANTANT | cantan | cantan |
En el castellano del siglo XIII, la "-t" final de la tercera persona del singular y del plural se perdió, y la "-tis" de la segunda persona del plural cambió a "-des".
Los tiempos verbales compuestos
Una de las grandes novedades del latín vulgar fue la aparición de los tiempos compuestos en el español medieval (siglo XIII), como "he cantado". Estos se formaron a partir de construcciones latinas que usaban los verbos "habere" (tener/haber) o "esse" (ser) con un participio pasado.
Construcciones verbales especiales
En latín, había una forma de expresar obligación usando un participio y el verbo "habeo". Esto dio lugar a la construcción "aver de" en el español medieval, que luego se convirtió en "tener de" o "tener que" en el español moderno.
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