Historia de las instituciones en la Antigua Roma para niños
La historia de las instituciones en la Antigua Roma es el estudio de cómo se organizaban las diferentes partes de la sociedad romana a lo largo del tiempo. Esto incluye no solo las formas de gobierno, sino también las maneras en que se organizaban las personas, la economía, la religión y la cultura.
Las formas de organización social se basaban en la ciudadanía romana y en la familia romana, que se extendía a través de las relaciones entre protectores y clientes. También había divisiones sociales por riqueza (que influían en el ejército romano) y por el origen familiar, como los patricios y los plebeyos.
Las organizaciones económicas se relacionaban con la economía de la Antigua Roma, incluyendo los grupos de trabajadores de cada oficio. La forma de producir bienes y servicios cambió mucho a lo largo de la historia romana. Por ejemplo, el trabajo de personas no libres fue muy importante desde los últimos siglos de la República romana.
Las organizaciones religiosas estaban ligadas a las creencias y prácticas de la ciudad, como los sacerdotes (flamines), los adivinos (arúspices) y las festividades. Estas se mezclaron con ideas de la religión griega y otras religiones. Más tarde, el cristianismo primitivo influyó mucho en estas estructuras.
Las organizaciones culturales, educativas y deportivas eran una parte clave de la cultura de la Antigua Roma. Esto incluía la educación en la Roma Antigua, el teatro romano y los espectáculos romanos como las luchas de gladiadores o las carreras de caballos. Algunas instituciones griegas, como los juegos olímpicos y las grandes bibliotecas, se mantuvieron en Oriente, mostrando la continuidad de la cultura clásica hasta el final de la Edad Antigua.
Las primeras formas de organización en Roma, junto con las que adoptaron de los griegos, fueron el inicio de las instituciones de esta gran potencia en el Mediterráneo. Sin embargo, se sabe poco sobre estas primeras estructuras.
Contenido
Orígenes de Roma: Las primeras instituciones en la Monarquía
Antes de algunas reformas, Roma estaba dividida en tres grupos principales llamados tribus: Ramnes, Tities y Luceres. No se sabe mucho sobre cómo funcionaban estas tribus, pero es seguro que eran la base para reclutar soldados en esa época. Cada tribu aportaba diez "curias" (grupos de 100 hombres), sumando 3.000 soldados de infantería y 100 jinetes en total. Había tres líderes para la infantería (Tribuni militum) y tres para la caballería (Tribuni Celerum).
Estas curias formaban los Comicios Curiados, que eran una asamblea de las treinta curias. La función más importante de estas curias era aprobar la elección de un nuevo rey o de un interrex (un senador que gobernaba temporalmente) y del Senado.
El Senado, o consejo de ancianos, era un grupo que aconsejaba al rey. Estaba formado por los "patres" o jefes de las familias más importantes, cuyos descendientes se llamaron patricios. El poder del Senado venía de la influencia de sus miembros. Entre ellos se elegía al interrex y al sacerdote principal. Al principio, el Senado tenía unos cien miembros, pero al final de la monarquía, se dice que llegó a tener trescientos.
Desde el siglo VIII a. C., ya existían diferencias sociales y económicas. Roma era un lugar donde se concentraban familias extensas que descendían de un antepasado común. Algunas familias poderosas, como la gens Claudia, se establecieron en Roma en el 504 a.C. Su líder, Attus Claussus, fue aceptado como ciudadano romano y recibió tierras. Se dice que la gens Claudia tenía 5.000 miembros, incluyendo a sus clientes (personas bajo su protección). La gens Fabia incluso pudo luchar una batalla con su propio ejército de clientes.
Entre los siglos X y V a.C., muchos inmigrantes llegaron a Roma, formando grupos familiares fuertes. Esta primera etapa se caracterizó por la unión de los habitantes de las siete colinas de Roma en una sola ciudad. En este proceso, se formó una forma de gobierno con pocas personas en el poder, influenciada por los etruscos y los griegos. Roma fue una ciudad abierta y diversa desde sus inicios, recibiendo influencias y personas de muchos lugares.
Las instituciones romanas


Las instituciones políticas de la República se crearon basándose en la experiencia de Roma y en la necesidad de corregir errores pasados. Después de la caída de la monarquía, no se crearon cónsules de inmediato. Los pretores ocuparon ese lugar, y en el 449 a.C. se les llamó cónsules. El sistema consular se basaba en que dos cónsules compartían el poder por un año. Ambos tenían el mismo poder, y uno podía oponerse a las decisiones del otro. Los cónsules eran elegidos por los Comicios Centuriados y recibían su autoridad de las antiguas curias.
Después de los cónsules, estaba el pretor, un magistrado con autoridad pero inferior al cónsul, encargado de la justicia. Los cónsules tenían ayudantes llamados "cuestores", que se encargaban de tareas administrativas y legales desde el 409 a.C. A veces, la existencia de dos cónsules dificultaba tener un mando fuerte en caso de problemas. Cuando esto ocurría, se nombraba a un dictador. Este cargo era extraordinario y duraba solo seis meses.
En el 444 a.C., se creó un nuevo cargo: los tribunos militares con poder consular. Las fuentes sugieren que esta creación fue una forma de los patricios de contentar a los plebeyos sin perder el control del consulado. Sin embargo, parece que fue por una razón más simple: los cónsules, siempre patricios, necesitaban delegar tareas militares, administrativas y legales debido a la complejidad creciente.
El ejército en el siglo V a. C. tenía dos legiones, y cada legión tenía seis tribunos. De estos doce tribunos militares, los cónsules (o el Senado) elegían a tres para darles poder consular y que pudieran ayudar con las tareas.
Una vez creados los tribunos consulares, los plebeyos también buscaron acceder a este cargo, y de hecho, a partir del 400 a.C., ya había plebeyos entre los tribunos consulares.
Otra institución del siglo V a. C. fue la censura, que se dice que se originó en el 443 a.C. Había dos censores, encargados de hacer el censo cada cinco años. También vigilaban las costumbres de los ciudadanos, tanto en público como en privado. Su cargo duraba ocho meses y no tenían poder de mando militar.
Finalmente, además del Senado y los Comicios Centuriados, en el siglo V a. C. se eligió a los "Decemviri" para recopilar y escribir la ley de las XII Tablas. Durante su existencia, tuvieron un poder similar al de los cónsules. Esta comisión de diez personas fue elegida en el 451 a.C., y se suspendieron los cargos normales para que ellos gobernaran la ciudad y escribieran las leyes. La mayoría eran patricios.
Al año siguiente, se eligió una segunda comisión de "decemviros" porque la tarea no estaba terminada. En esta segunda comisión había bastantes plebeyos, pero su gobierno se volvió autoritario e intentaron quedarse en el poder en el 449 a.C. Estos diez "Tarquinios", como se les llamaba, fueron derrocados por una revuelta popular, y se restauró el consulado.
Las instituciones imperiales

El primer Triunvirato llevó a Roma a un sistema imperial bajo Julio César, quien logró tomar el poder. Después de su asesinato, nombró a Octavio como su sucesor, el futuro emperador Augusto. Augusto decidió hacer grandes cambios en la forma de gobernar el Estado romano.
El emperador
La figura del emperador se fue formando poco a poco, y uno de los elementos que contribuyeron fue la idea de que los gobernantes romanos eran como dioses.
La autoridad legal del emperador venía de una gran concentración de poderes y cargos que ya existían en la República romana, más que de un cargo político nuevo. Los emperadores seguían siendo elegidos regularmente como cónsules y censores, manteniendo la tradición republicana. El emperador también tenía los cargos de "princeps senatus" (líder del senado) y "pontifex maximus" (máxima autoridad religiosa).
Sin embargo, estos cargos solo daban prestigio al emperador. Sus verdaderos poderes venían de su "auctoritas" (autoridad moral). El emperador reunía los poderes de "imperium maius" (comandante militar supremo) y "tribunicia potestas" (máxima autoridad legal). Esto significaba que el emperador estaba por encima de los gobernadores de las provincias y de los magistrados. Tenía derecho a dictar sentencias, los ciudadanos debían obedecerle, era intocable y podía proteger a cualquier plebeyo de los magistrados.
El ejército imperial
Durante el Segundo Triunvirato, el Estado llegó a tener unos 500.000 soldados, lo que implicaba gastos muy altos. Cualquier campaña militar importante generaba costos adicionales para las poblaciones cercanas.
Una legión tenía entre 5.000 y 8.000 soldados. Augusto redujo su ejército a la mitad. Después de la batalla de Accio, mantuvo solo 28 legiones, y en el año 14 d.C., la cifra bajó a 24. La reducción de soldados se hizo por razones económicas y para mejorar la eficiencia. El nuevo ejército se volvió más profesional, con entrenamiento constante, marchas, construcción de campamentos y manejo de armas. La vida del soldado estaba muy reglamentada: los legionarios servían 20 años, las tropas auxiliares 25 y los pretorianos 16.
Esta diferencia en los años de servicio reflejaba el rango de cada grupo de tropas, lo que también se relacionaba con el reclutamiento y los salarios. Los pretorianos y legionarios eran ciudadanos romanos, pero los pretorianos se reclutaban en Italia, mientras que los legionarios ya venían de las provincias. Los provinciales libres sin ciudadanía formaban las tropas auxiliares. Los marineros eran libertos (antiguos esclavos liberados), y como remeros, también se usaban personas no libres. Por ejemplo, el costo de un pretoriano era de 500 denarios, el de un legionario 150 y el de un soldado auxiliar 75. Además de los salarios, se daban "donativa" o pagas extraordinarias, que a menudo eran más altas que el sueldo. También se recompensaba con dinero y condecoraciones a individuos o unidades enteras por acciones destacadas. Estos principios de rango y mérito se usaron para establecer los salarios y recompensas de los diferentes rangos de mando, como el centurión.
Augusto no solo nombraba a todos los líderes militares, lo que aseguraba la lealtad del ejército, sino que también se encargó de proteger a los soldados. Mientras estaban en servicio, no podían casarse legalmente ni formar asociaciones. Al ser dados de baja, el emperador se aseguraba de que se reintegraran bien a la vida civil. Como las tierras del Estado para repartir entre los veteranos empezaron a escasear, Augusto creó un fondo militar con sus propias aportaciones y con impuestos. El soldado licenciado recibía una recompensa económica de este fondo, lo que le permitía empezar su nueva vida como civil.
Las legiones y las tropas auxiliares se asentaron en las provincias imperiales, principalmente en las fronteras. Los pretorianos formaron varios destacamentos en Italia hasta que la mayoría se concentró en Roma bajo el emperador Tiberio.
La reducción de las fuerzas militares estaba de acuerdo con la política de fronteras de Augusto: su objetivo era establecer los límites del imperio en barreras naturales (ríos, desiertos o mares). Para reforzar esta estrategia, contó con el apoyo de estados amigos, que protegían algunas fronteras más inestables con sus propios recursos. Por ejemplo, en Oriente, mantuvo relaciones pacíficas con los partos y apoyó a reinos aliados como Armenia y Judea. Cuando las circunstancias cambiaban y era más seguro, estos reinos se integraban pacíficamente al imperio.
Una política similar se aplicó en Mauritania. El rey Bocco fue aliado de Roma hasta su muerte en el 33 a.C., y esta alianza se mantuvo con su hijo Juba II, a pesar de que Roma reorganizó su reino y se quedó con una parte.
Administración

Augusto estableció una nueva administración para Roma, Italia y las provincias imperiales que se mantuvo durante todo el Alto Imperio. Las provincias senatoriales mantuvieron al principio las formas administrativas de la república, pero con el tiempo sufrieron cambios y la administración imperial intervino cada vez más.
Augusto quiso transformar la ciudad de Roma para que fuera un ejemplo para el resto del Imperio. Las mejoras urbanísticas, como las del foro, la construcción y reparación de templos y otros edificios públicos, y la creación de nuevos acueductos, fueron acompañadas de una nueva estructura administrativa. La ciudad se dividió en barrios ("vici"), cada uno con un responsable ("magister") elegido por un año, que colaboraba con la administración de la ciudad. Para apoyar a los "ediles", creó siete "cohortes miliarias" de guardianes, los "vigiles", al mando de un prefecto. Otro prefecto se encargaba de la distribución regular de alimentos gratuitos a la gente de Roma, y un tercero se ocupaba del abastecimiento general de la ciudad.
Además, Augusto animó a muchos senadores a contribuir económicamente para embellecer la ciudad y para establecer una vigilancia del río Tíber para evitar inundaciones, controlar el agua, etc. Augusto nombró a un supervisor general de Roma para que lo representara en su ausencia y la ciudad no quedara desatendida.
Véase también
- Anexo:Instituciones políticas de la Antigua Roma
- Monarquía romana
- Ejército romano
- Historia de la estructura del ejército romano
- Derecho romano
- Senado romano