Historia de la medicina general en España para niños
La Historia de la medicina general en España nos cuenta cómo los médicos de cabecera han trabajado y evolucionado a lo largo del tiempo en nuestro país, desde la Edad Media hasta hoy. Es una parte importante de la Historia de la medicina.
Contenido
¿Qué es la Medicina General?
El médico general es como el heredero de los antiguos curanderos de las tribus. Con el tiempo, fue aprendiendo más y más, de forma organizada. En el siglo XIII, durante el reinado de Alfonso X el Sabio, se les empezó a llamar "físicos" y se les daba un título oficial. De la medicina general surgieron otras profesiones de la salud, como los farmacéuticos, dentistas y cirujanos. A finales del siglo XIX, también aparecieron las diferentes especialidades médicas.
La Medicina en la Edad Media
El sistema de salud que tenemos hoy en España ha cambiado mucho a lo largo de los siglos. Si hablamos de la Atención Primaria (que es la primera atención que recibimos de un médico), podemos ver sus inicios en el año 1255. Fue entonces cuando Alfonso X El Sabio creó el Fuero Real. Este documento decía que debía existir la figura del "físico", que tenía que ser aprobado por otros médicos y reconocido por el alcalde. Así obtenían un título oficial.
También fueron muy importantes los gremios medievales. Estos grupos de trabajadores contrataban a un médico para que atendiera a todos sus miembros y sus familias. Pagaban una cantidad fija por persona, sin importar si estaban enfermos o sanos. A esto se le llamaba el sistema de "igualas".
La Medicina en la Edad Moderna
Durante el Renacimiento, los médicos de cabecera ya eran profesionales muy dedicados. Atendían a los pacientes en sus casas, en sus consultas y también en los hospitales. Además, enseñaban a sus alumnos en las universidades e investigaban. En esta época, ya podían estudiar el cuerpo humano haciendo disecciones. Algunos médicos famosos de ese tiempo fueron Francisco Vallés y Fernando de Mena, que llegaron a ser médicos personales del rey Felipe II.
Los médicos estaban supervisados por el Real Tribunal del Protomedicato. Este era un grupo de expertos que se encargaba de controlar cómo trabajaban los profesionales de la salud (médicos, cirujanos, boticarios y barberos). También se ocupaban de su formación. Este tribunal se creó en España en 1477 y luego se extendió a otros lugares, como México y Perú.
La Medicina en la Edad Contemporánea
En el siglo XVIII, ya existía oficialmente la figura del médico titular. Eran médicos que trabajaban solo para una ciudad o un pueblo, como funcionarios. Su trabajo era "atender a los enfermos que les llamaran de día o de noche". Cobraban por cada visita, excepto a los más pobres. También debían atender el hospital, la cárcel y las casas de ayuda.
En el siglo XIX, los médicos rurales tenían condiciones de trabajo difíciles: ganaban poco (a veces les pagaban con comida o servicios), los pacientes vivían lejos, estaban aislados de otros profesionales y no tenían muchos recursos. En 1865, se creó la figura del médico titular en Filipinas (que entonces era colonia española), con tareas muy específicas como atender a los pobres, supervisar las vacunas y hacer informes anuales sobre la salud pública.
En el siglo XIX se discutía si era mejor aprender medicina viendo a los enfermos en sus casas o en los hospitales. Se decía que "no basta describir las enfermedades, es necesario verlas".
Una ley de 1855 estableció que todos los ayuntamientos de España debían dar atención médica gratuita a las familias pobres de su municipio. Este servicio se contrataba directamente entre los pueblos y los médicos.
En 1891, se celebró en Madrid el Primer Congreso de Médicos Titulares de España. Hoy en día, sigue existiendo el Cuerpo de Médicos Titulares, que son funcionarios que trabajan para la Administración.
En 1894, se reguló la creación de "patentes", que eran como licencias para trabajar como médico cirujano y también un impuesto. El costo de la patente dependía del tamaño de la ciudad donde se ejercía.
Los médicos rurales se involucraban mucho en sus comunidades. Ayudaban a resolver problemas como las epidemias, se encargaban de la medicina legal y promovían la higiene. También denunciaban las faltas de recursos y se dedicaban a ayudar a los más necesitados.
El sistema de "igualas" era muy popular y ayudó a que, a finales del siglo XIX y principios del XX, surgieran muchas pequeñas mutuas y "cajas de enfermedades". Estas dieron origen al Instituto Nacional de Previsión (INP) en 1908. Esta fue la base de una organización de salud que al principio cubría a parte de los trabajadores, luego se convirtió en el Instituto Nacional de la Salud (INSALUD) en 1978, y finalmente se transformó en el Sistema Nacional de Salud (SNS), que hoy atiende a toda la población.
El National Health Service (NHS) del Reino Unido, creado en 1948, influyó mucho. Sin embargo, en España, los médicos generales son profesionales que reciben un salario y trabajan en instituciones públicas. Además, en España, el médico de cabecera es diferente según la edad del paciente: pediatra para los niños y médico de familia para los adultos.
La forma actual de la Atención Primaria española no es solo resultado de la historia, sino también de decisiones políticas. Los antiguos consultorios de los años 70 eran muy diferentes de los centros de salud de hoy. Antes, los médicos trabajaban de forma individual y aislada, pero ahora lo hacen en Equipos de Atención Primaria, lo que permite un mejor intercambio de conocimientos y más apoyo. Antes, el sistema de salud tenía pocos recursos, se enfocaba solo en la enfermedad, era muy burocrático, desigual y la gente no tenía mucha voz.
La Declaración de Alma-Ata
La idea moderna de la Atención Primaria comenzó a tomar forma en los años setenta. La imagen del médico de cabecera que iba de casa en casa con su maletín, o la del médico de ciudad que atendía en su consulta, empezó a cambiar. Esto fue gracias al análisis de algunos grupos de médicos, a experiencias en zonas rurales y a las recomendaciones de la Conferencia Internacional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Alma-Ata en 1978. Esta conferencia fue clave para una nueva forma de entender la Atención Primaria.

De la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud de Alma-Ata, en 1978, surgió un lema muy inspirador: "Salud para Todos en el Año 2000". Se reconoció que tener buena salud es un derecho humano fundamental y que todos los gobiernos deben cuidar la salud de sus ciudadanos. Se dijo que las desigualdades en salud eran inaceptables y se promovió el desarrollo económico y la protección social para que todos tuvieran la mejor salud posible.
Para lograr esto, se propuso que los servicios de Atención Primaria llegaran a todas las personas y que se desarrollaran Sistemas Nacionales de Salud. Se destacó que la salud no solo depende de los servicios médicos, sino también de otros factores como la educación, la vivienda, el trabajo y la justicia. Por eso, es importante que los equipos de salud trabajen juntos para promover la salud, prevenir enfermedades, curar y ayudar en la recuperación.
Medicina Familiar y Comunitaria
España estuvo en la Conferencia de Alma-Ata y apoyó sus ideas. A partir de ahí, se tomaron algunas decisiones importantes. En 1978, se creó la Comisión Nacional de Medicina Familiar y Comunitaria. En 1979, comenzaron a formarse los primeros especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria (MFyC) a través del sistema MIR (Médico Interno Residente).
Sociedades científicas
A finales del siglo XX, los profesionales de la Atención Primaria empezaron a unirse y crearon varias sociedades científicas:
- 1972: Se crea la Sociedad Española de Medicina Rural (SEMER), que luego cambió de nombre varias veces hasta ser la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN).
- 1982: Se forma la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) para que los especialistas en Medicina de Familia pudieran reunirse y debatir.
- 1987: Comienza la Red Española de Atención Primaria (REAP), que es única porque agrupa a médicos, farmacéututicos, enfermeros y otros profesionales.
- 1988: Se funda la Sociedad Española de Medicina General (SEMG), que hoy se llama Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia.
Reforma sanitaria de 1984
A principios de los años 80, los profesionales y la gente estaban de acuerdo en que la Atención Primaria necesitaba mejorar. En 1978, se facilitó la organización del territorio para la salud, lo que era necesario para reorganizar la Atención Primaria.
En 1981, Cataluña fue la primera comunidad en recibir las competencias de salud del INSALUD. A partir de 1982, con el nuevo gobierno, las cosas avanzaron más rápido. En 1984, se publicó el Real Decreto 137/84 sobre Estructuras Básicas de Salud. Este decreto estableció las Zonas de Salud, los Centros de salud y los Equipos de Atención Primaria.
También se cambió la forma de trabajar del personal de enfermería, creando la Enfermería de Atención Primaria. En 1986, se aprobó la Ley General de Sanidad española (LGS). Poco a poco, otras comunidades autónomas fueron asumiendo las competencias de salud, un proceso que terminó en 2001.
El nuevo modelo de Atención Primaria necesitaba más recursos: médicos trabajando a tiempo completo, acceso a pruebas, nuevos centros, uso de historiales médicos y más formación. Se incorporaron nuevos profesionales como trabajadores sociales, veterinarios y farmacéuticos. Las tres cosas más importantes fueron:
- Que los médicos generales trabajaran a tiempo completo.
- El uso de la historia clínica y otros sistemas de registro.
- La capacidad de formar a nuevos especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria.
Siglo XXI
Aunque se dice que la Atención Primaria es muy importante para el Sistema Nacional de Salud, en la práctica a veces no tiene suficiente dinero ni apoyo político. Se necesita más innovación y reconocer el valor de la Inteligencia Sanitaria en Atención Primaria.
La atención médica se ha modernizado con la historia clínica electrónica, que es un sistema de registro digital. Los servicios que ofrecen los centros de salud han crecido, incluyendo cirugía menor, electrocardiogramas, ecografías y seguimiento de enfermedades crónicas.
Desde 2005, la formación en Medicina Familiar y Comunitaria dura cuatro años. Sin embargo, esta especialidad no es obligatoria en todas las facultades de medicina, y los médicos generales no siempre forman parte de la universidad.
La atención primaria es muy valorada porque es una medicina personalizada. Crea un lazo de confianza con los pacientes gracias a cuatro características clave: la accesibilidad (facilidad para llegar al médico), la coordinación (entre diferentes profesionales), la integralidad (atención completa) y la longitudinalidad (seguimiento a largo plazo).
Cambios importantes en la Atención Primaria
El Seguro Obligatorio de Enfermedad
En 1932, se propuso ampliar la cobertura sanitaria, pero la Guerra Civil (1936-1939) impidió que se aprobara una nueva ley.
Después de la Guerra Civil, en 1942, el gobierno creó el Seguro Obligatorio de Enfermedad (SOE). Este seguro se centraba en curar a los trabajadores. Los médicos cobraban por un número determinado de "familias" asignadas, y al principio atendían en sus casas. Pero pronto se crearon consultorios públicos donde los médicos generales atendían durante unas horas y también hacían visitas a domicilio. Los médicos titulares, que eran funcionarios locales, se incorporaron a este seguro. En las zonas rurales, el sistema de "igualas" (pagos extra) duró más tiempo para complementar los bajos salarios.
Las enfermeras trabajaban como practicantes (cobrando por un número de familias) o como enfermeras de consultorio (a tiempo completo, ayudando al médico).
Los especialistas también cobraban por "cartillas" (número de pacientes asignados) y trabajaban a tiempo parcial. Cada médico general tenía una lista de especialistas a los que podía enviar a sus pacientes si era necesario.
El "cupo" del médico general (la población que atendía) creaba un sistema en el que, por ejemplo, un pediatra atendía a los niños de tres cupos de médicos generales, y un cardiólogo a los de seis.
Nunca hubo copagos (pagar una parte del servicio), excepto por los medicamentos. Tampoco había sistema de cita previa; se esperaba que los pacientes fueran atendidos el mismo día.
Hasta la Ley General de Sanidad de 1986, el sistema de salud español estaba dividido. El Estado, las Diputaciones y los Ayuntamientos se encargaban de la salud pública, y cada persona era responsable de su propia enfermedad. La Beneficencia ayudaba a la población sin recursos.
El Seguro Obligatorio de Enfermedad se enfocaba en la curación y se financiaba con las cuotas de empresas y trabajadores. Su debilidad era que solo se centraba en curar y estaba aislado de otras instituciones de salud.
Entre 1953 y 1962, muchos trabajadores se unieron a este seguro. Esto mejoró la economía de la Seguridad Social y permitió construir hospitales públicos muy bien equipados, que ganaron mucho prestigio.
El Ministerio de Sanidad
En 1977, se creó de forma permanente el Ministerio de Sanidad, con el primer gobierno democrático después de la dictadura.
En 1978, el Instituto Nacional de Previsión (INP) se dividió, y el INSALUD se encargó de la atención sanitaria (el antiguo Seguro Obligatorio de Enfermedad), dependiendo del Ministerio de Sanidad. Más tarde, en 1986, la Ley General de Sanidad estableció que los servicios de salud debían ser para todos, combinando prevención y curación. Así se creó el Sistema Nacional de Salud, buscando que fuera justo y eficiente. La Ley General de Sanidad incluyó dos ideas clave: la descentralización (transferir competencias a las comunidades autónomas) y la reforma de la Atención Primaria.
La organización de la Atención Primaria en España tuvo varias influencias. La "filosofía" de la Declaración de Alma-Ata fue muy importante. También, algunos profesionales que se sentían solos y desmotivados querían un cambio. La gente también exigía una mejor atención. La llegada al gobierno de un partido que quería renovar el sistema en 1982 dio el impulso final para la reforma de la Atención Primaria, que es la base de cómo la conocemos hoy.
En 1978, se creó la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria (MFyC), con el objetivo de formar médicos con amplios conocimientos y una visión de la salud de la comunidad. Se quería que este médico de familia fuera la figura central del sistema de salud, dando una atención completa a las personas. En 1979, se ofrecieron las primeras plazas de MFyC en el MIR.
El Real Decreto 137/84
Un documento legal muy importante para la Atención Primaria fue el Real Decreto 137/84 sobre Estructuras Básicas de Salud. Este decreto definió los Centros de Salud y los Equipos de Atención Primaria. Lo más destacado fue que estableció:
- La división del territorio en Zonas Básicas de Salud.
- El trabajo en equipo de diferentes profesionales (Equipo de Atención Primaria).
- Un mismo tipo de edificio para los centros de salud.
- La necesidad de coordinación entre las diferentes administraciones.
- La atención individual y personalizada.
- La unión de las actividades de curación con las de promoción y prevención de la salud.
Ley General de Sanidad
Más tarde, la Ley General de Sanidad española confirmó lo esencial de este decreto y ayudó a integrar en la Atención Primaria actividades que antes se hacían por separado, como las vacunaciones.
El Real Decreto 137/84 no cambió siete puntos clave del sistema anterior de Atención Primaria del INSALUD:
- El pago por "cartilla" (que luego se cambió por salario y ahora es una parte de los ingresos).
- La asignación de un médico de cabecera a cada persona asegurada.
- El papel del médico general como "filtro" (el primer contacto con el sistema de salud).
- La lista de especialistas a los que el médico general podía derivar a los pacientes.
- La ausencia de copagos (excepto en los medicamentos).
- Un modelo único para toda España (aunque luego se descentralizó).
- La unión de la provisión, gestión y financiación de los servicios de salud en una sola institución.
En la práctica, el Real Decreto 137/84 buscó que la Atención Primaria pudiera resolver más problemas de salud frecuentes, más que mejorar la coordinación entre los diferentes niveles de atención.
Las transferencias sanitarias
El proceso de transferir las competencias de sanidad del INSALUD a las diferentes comunidades autónomas fue lento y duró 20 años. Comenzó en 1981 con Cataluña y terminó en 2001 con otras diez comunidades. Solo las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla siguen siendo atendidas por el INGESA. Aunque con diferentes fechas, todas las comunidades autónomas adaptaron el Real Decreto 137/84 a sus propias leyes, organizando el territorio en áreas y zonas de salud, y regulando el funcionamiento de los equipos de Atención Primaria. Es importante recordar que, hasta 2005, una pequeña parte de la población seguía siendo atendida por el antiguo sistema del Seguro Obligatorio de Enfermedad, con médicos que trabajaban solo unas pocas horas.