Historia de Alemania en tiempos de la Reforma para niños
La historia de Alemania durante la Reforma fue un periodo lleno de cambios y desafíos. A principios del siglo XVI, muchas personas en los territorios alemanes no estaban contentas con algunas prácticas de la Iglesia católica, como la venta de indulgencias. Había un fuerte deseo de que la iglesia cambiara y mejorara.
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¿Cómo empezó la Reforma en Alemania?
La Reforma comenzó en 1517, cuando Martín Lutero publicó sus famosas las noventa y cinco tesis en Wittenberg. Estas tesis eran 95 afirmaciones donde Lutero explicaba lo que, según él, estaba mal en la Iglesia católica. Por ejemplo, no estaba de acuerdo con la venta de indulgencias, que eran documentos que se compraban para perdonar pecados. También cuestionaba el poder del clero y del Papa.
En 1521, Lutero fue declarado rebelde por la Dieta de Worms, una reunión importante. Sin embargo, sus ideas se extendieron rápidamente. Esto fue posible, en parte, porque el Emperador Carlos V estaba ocupado con guerras contra Francia y los turcos.
Mientras estaba escondido en el castillo de Wartburg, Lutero hizo algo muy importante: tradujo la Biblia del latín al alemán. Esto ayudó a que el idioma alemán se unificara, ya que el dialecto que él usó se volvió muy influyente y es la base del alemán moderno.

¿Qué pasó con los campesinos y la Reforma?
En 1524, hubo una guerra de los campesinos alemanes en varias regiones de Alemania. Los campesinos se levantaron contra los príncipes y señores, inspirados por las ideas de los reformistas. Aunque contaron con la ayuda de algunos nobles y teólogos, los príncipes lograron controlar la revuelta rápidamente. Lamentablemente, muchos campesinos perdieron la vida en este conflicto.
Martín Lutero y su colega Philipp Melanchthon señalaron las quejas de los campesinos en sus peticiones de reforma. Sin embargo, el edicto de la Dieta de Worms de 1521 prohibía cualquier cambio. Lutero, buscando mostrarse como un reformista y no como un revolucionario, condenó la revuelta de los campesinos. Esto llevó a que surgieran otros reformistas con ideas aún más diferentes.
En 1529, los príncipes que apoyaban a Lutero hicieron una "protesta" en la Dieta Imperial de Espira. Luego, en 1530, la "Confesión de Augsburgo" luterana fue rechazada. Estos eventos marcaron el nacimiento de una iglesia luterana independiente.
La Contrarreforma y la Paz de Augsburgo
A partir de 1545, la Contrarreforma comenzó en Alemania. Este movimiento buscaba fortalecer la Iglesia católica. La Orden de los Jesuitas, fundada por Ignacio de Loyola, fue clave en este proceso.
En ese momento, la mayoría de las regiones del noreste y centro de Alemania eran protestantes, mientras que el sur y el oeste seguían siendo principalmente católicos. En 1547, el Emperador Carlos V venció a la Liga de Esmalcalda, una unión de príncipes protestantes.
Finalmente, en 1555, se firmó la Paz de Augsburgo. Este acuerdo reconoció la fe luterana y estableció que la religión de cada estado sería la de su gobernante. Esto significaba que los príncipes podían elegir si su territorio sería católico o luterano.
En 1608 y 1609, se formaron dos alianzas importantes: la Unión Protestante y la Liga Católica.
La Guerra de los Treinta Años (1618-1648)
Entre 1618 y 1648, el Sacro Imperio Romano Germánico sufrió la terrible Guerra de los Treinta Años. Las causas de esta guerra fueron varias: los conflictos entre católicos y protestantes, el deseo de algunos estados de aumentar su poder y el intento del Emperador católico de unificar el Imperio bajo una sola religión y gobierno.
La guerra comenzó con una revuelta de la nobleza protestante en Bohemia contra el emperador. Pero el conflicto se hizo mucho más grande y se convirtió en una guerra europea cuando intervinieron reyes como Christian IV de Dinamarca y Gustavo II Adolfo de Suecia, y también el Cardenal Richelieu de Francia. Alemania se convirtió en el principal campo de batalla.
La guerra fue muy destructiva. Bandas de soldados sin control causaron enfermedades, robos y asesinatos. Los ejércitos, incluso los que estaban bajo control, se movían por el campo año tras año, exigiendo grandes impuestos a las ciudades y tomando animales y alimentos de los campesinos sin pagarles.
Esta situación tan difícil durante más de tres décadas causó una gran disminución de la población. Hubo muchas muertes por batallas, enfermedades, pérdida de cosechas y una baja tasa de nacimientos. También mucha gente huyó por el miedo. Algunos estudios estiman que la población de 16 millones en 1618 bajó a 10 millones en 1650. Regiones como Altmark y Württemberg fueron de las más afectadas. A Alemania le tomó varias generaciones recuperarse de esta guerra.
La guerra terminó en 1648 con la Paz de Westfalia. Alemania perdió definitivamente la región de Alsacia a manos de Francia, y Pomerania pasó temporalmente a Suecia. Además, los Países Bajos dejaron de formar parte oficialmente del Imperio. El poder del emperador disminuyó, mientras que los derechos de los estados dentro del Imperio aumentaron.