Hecatónquiros para niños
En la mitología griega, los hecatónquiros (que significa "de cien manos" en griego) eran unos gigantes muy especiales. Se les conocía por tener cien brazos y cincuenta cabezas. También se les llamaba centimanos (que significa "cien manos" en latín).
Estos tres hermanos eran hijos de Urano (el Cielo) y Gea (la Tierra). Sus nombres eran Coto, Briareo y Giges.
Contenido
¿Quiénes eran los Hecatónquiros?
Los hecatónquiros eran seres enormes y muy fuertes. La leyenda cuenta que de sus hombros salían cien brazos y que cada uno tenía cincuenta cabezas sobre sus cuerpos robustos. Eran tan poderosos que su fuerza era impresionante.
Su nacimiento y primeros años
Según el poeta Hesíodo en su obra Teogonía, los hecatónquiros fueron los últimos hijos en nacer de Urano y Gea, después de los Titanes y los Cíclopes.
Urano, su padre, les tenía miedo por su gran fuerza y tamaño. Por eso, cada vez que uno de ellos iba a nacer, Urano los mantenía ocultos dentro de Gea, sin permitirles ver la luz. Más tarde, los encerró en el Tártaro, un lugar muy profundo y oscuro en el inframundo.
La liberación de los Hecatónquiros
Después de que Crono (uno de los Titanes) destronara a Urano, Crono también mantuvo a los hecatónquiros encerrados en el Tártaro.
Sin embargo, Zeus, el futuro rey de los dioses olímpicos, decidió liberarlos. Gea, la Tierra, le aconsejó a Zeus que pidiera ayuda a los hecatónquiros para la gran guerra contra los Titanes, conocida como la Titanomaquia.
Zeus aceptó el consejo. Liberó a los tres hermanos y les dio néctar y ambrosía, la comida y bebida de los dioses, para que recuperaran toda su energía.
Su papel en la Titanomaquia
Los hecatónquiros se unieron a Zeus y los dioses olímpicos en la Titanomaquia. Fueron clave en la batalla. Lanzaban trescientas rocas sin parar con sus poderosas manos, cubriendo por completo a los Titanes con estos proyectiles.
Gracias a su inmensa fuerza, los Titanes fueron derrotados y enviados al Tártaro.
Los Hecatónquiros como guardianes
Después de la guerra, los hecatónquiros se quedaron en unos palacios cerca del río Océano. Su nueva tarea era ser los guardianes de las puertas del Tártaro, donde Zeus había encerrado a los Titanes.
Virgilio, un famoso poeta romano, también menciona a Briareo viviendo en el Tártaro. Lo describe como un gigante con cien brazos y cien manos que lanzaba llamas por sus cincuenta bocas.
Briareo y Zeus
En la Ilíada, un poema épico, se cuenta una historia única sobre Briareo. En un momento, algunos dioses como Hera, Atenea y Poseidón intentaron encadenar a Zeus. Pero no lo lograron porque Tetis (una diosa del mar) llamó a Briareo para que ayudara a Zeus. Briareo acudió rápidamente y demostró ser más fuerte que su propio padre, salvando a Zeus.

Otras interpretaciones
Algunos relatos antiguos, como el de Paléfato, sugieren que Coto y Briareo no eran gigantes monstruosos, sino hombres mortales. Se les llamó hecatónquiros porque vivían en una ciudad llamada Hecatonquiria. Estos hombres ayudaron a los habitantes de Olimpia (los olímpicos) a expulsar a los Titanes de su ciudad.
También se ha pensado que los hecatónquiros podrían ser dioses del mar o incluso la personificación de las grandes tormentas marinas.
Véase también
Fuentes
- Biblioteca mitológica I, 1.
- I, 1 - 7: texto francés, con índice electrónico.
** Texto griego en Wikisource.
- Ilíada I, 401 y ss.
- I, 364 y ss.: texto español en Wikisource.
- I, 400 y ss.: texto griego en Wikisource.
- I, 364 y ss.: texto español en Wikisource.