Fuentes Tamáricas para niños
Datos para niños Fuente de la Reana, Ermita de San Juan con su huerta y la Senara |
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Localización | ||
País | España | |
Comunidad | Castilla y León | |
Localidad | Velilla del Río Carrión | |
Datos generales | ||
Categoría | Monumento | |
Código | RI-51-0001284 | |
Declaración | Ley 12/2002 de 11 de julio de Patrimonio Cultural de Castilla y León | |
Construcción | Siglo I a. C. - siglo I | |
Estilo | Arte romano | |
Mapa de localización | ||
Ubicación en Castilla y León
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Las Fuentes Tamáricas son tres fuentes antiguas que se encuentran cerca una de la otra. El geógrafo romano Plinio el Viejo las mencionó en sus escritos. Desde el siglo XVIII, se cree que estas fuentes son las mismas que la fuente de La Reana, ubicada en Velilla del Río Carrión, Palencia, España.
Las primeras descripciones de estas fuentes, hechas por Plinio, son de la época en que los romanos conquistaron a los cántabros. Plinio destacó que las fuentes se llenaban y vaciaban de forma inexplicable. En aquel tiempo, la gente pensaba que estos cambios en el agua eran señales o augurios de lo que iba a pasar.
Fue Fray Enrique Flórez quien anunció que había encontrado estas fuentes en Velilla de Guardo en 1768. Su idea ha sido apoyada por muchos expertos a lo largo de la historia. El arqueólogo Antonio García y Bellido lo confirmó después de varias excavaciones. La fuente de La Reana fue declarada Monumento provincial en 1961 y Bien de Interés Cultural en 2002.
Contenido
¿Qué son las Fuentes Tamáricas?
Las Fuentes Tamáricas son un lugar histórico y natural muy especial. Su característica más sorprendente es cómo el agua aparece y desaparece sin un patrón fijo.
¿Dónde se encuentran estas fuentes misteriosas?
Las Fuentes Tamáricas, conocidas localmente como La Reana, están en Velilla del Río Carrión, en la provincia de Palencia. Este pueblo se encuentra a unos 101 kilómetros al norte de la capital de Palencia. Está junto al Río Carrión, en una zona de montañas con mucha naturaleza.
¿Cómo son las Fuentes Tamáricas?
La fuente principal es un estanque rectangular con tres arcos de piedra. Solo uno de estos arcos es el original; los otros dos se añadieron entre 1980 y 1981 para que la fuente se pareciera a cómo era en la antigüedad.
El misterio del agua que aparece y desaparece
Lo más curioso de estas fuentes es que se llenan o se vacían cuando quieren, sin seguir un horario o una lógica. Cuando el agua va a empezar a salir, se escucha un ruido bajo tierra. Este ruido es una señal clara de que la fuente se va a llenar.
Las fuentes tienen tres aliviaderos que se usan para llevar el agua a los campos de regadío. En un extremo, hay un altar romano que se encontró cerca. Al lado de la fuente, está la ermita de San Juan, que data del siglo XII. Toda la zona alrededor está cubierta de césped y árboles, y tiene un pequeño muro de piedra que la rodea.
A la entrada, hay una piedra con una inscripción que dice:
Fuentes Tamáricas y ermita de San Juan de Fuentes Divinas.
La intermitencia irregular del brote de las aguas de estas fuentes tiene el don de profetizar la pronta muerte de todo aquel que, al visitar por primera vez la fuente, la encuentre en su fase seca.Plinio el Viejo (S. I)
El misterio de por qué el agua se llena y se vacía sigue sin resolverse hoy en día. Los estudios no han logrado explicarlo, lo que hace que el lugar sea aún más enigmático.
¿De dónde viene el nombre "Tamáricas"?
La fuente es conocida en el pueblo como «La Reana». Algunos expertos, como Antonio García y Bellido, creen que este nombre podría venir de "La Romana", haciendo referencia a su origen romano. Sin embargo, hay escritos anteriores a 1900 que la llaman La Riana. Por ejemplo, un diccionario de 1828 menciona que "hay otra muy singular que llaman la Riana, la cual se seca dos, tres o más veces en un día".
Por otro lado, el prefijo Tamar- se relaciona con una antigua divinidad que estaba conectada con el agua, la naturaleza y la fertilidad. Este prefijo se encuentra en muchos nombres de personas y lugares, especialmente en nombres de ríos o fuentes.
La historia de las Fuentes Tamáricas
Estas fuentes tienen una historia muy antigua, ligada a las creencias y costumbres de los pueblos que vivieron en la zona.
¿Quiénes las descubrieron y usaron primero?
Se sabe que los cántabros tamáricos, que vivían en esta región desde el siglo III a.C., adoraban el agua y las fuentes sagradas. No se sabe exactamente cuándo se construyeron las fuentes, pero cuando los romanos conquistaron Cantabria (en el año 19 a.C.), ya existían y les llamaron mucho la atención.
El hecho de que el agua apareciera y desapareciera de forma irregular, junto con el ruido subterráneo antes de que se llenara, debió de ser motivo de gran respeto y adoración en aquella época. Es posible que las usaran para bañarse, lavar o como lugar para predecir el futuro. También se cree que el lugar pudo estar dedicado a algún dios del agua, donde se hacían predicciones basándose en el ciclo del agua. En el siglo XIII, se construyó la ermita de San Juan Bautista al lado de la fuente para darle un significado cristiano y alejarla de los antiguos ritos.
¿Cómo se redescubrieron en tiempos modernos?
Durante siglos, las Fuentes Tamáricas se perdieron en el tiempo. Las descripciones de Plinio el Viejo en el siglo I fascinaron a quienes las conocieron, y muchos las buscaron sin éxito en diferentes lugares. No se encontró ninguna fuente con el mismo comportamiento hasta que, en 1768, el historiador Enrique Flórez las ubicó en su lugar actual.
En los veranos de 1960 y 1961, se hicieron excavaciones dirigidas por el famoso arqueólogo Antonio García y Bellido. Estas excavaciones no lograron explicar de dónde venía el agua de la fuente. En ese momento, solo quedaba un arco de la construcción original. Se añadieron dos arcos más para que la fuente se pareciera a la original, y se mejoró todo el entorno.
Investigaciones y estudios sobre las fuentes
A lo largo de la historia, muchas personas han estudiado las Fuentes Tamáricas para entender su misterio.
Lo que dijo Plinio el Viejo
Los escritos de Plinio el Viejo, un naturalista y geógrafo romano, son muy importantes para conocer y localizar las Fuentes Tamáricas. En su obra Naturalis historia, Plinio menciona su particularidad:
Las Fuentes Tamáricas en Cantabria sirven de augurio. Son tres, a la distancia de ocho pies. Se juntan en un solo lecho, llevando cada una gran caudal. Suelen estar en seco durante doce días y, a veces, hasta veinte, sin dejar ninguna señal de agua, mientras que otra fuente contigua sigue manando sin interrupción y en abundancia. Es de mal agüero intentar verlas cuando no corren, como le sucedió poco ha al legado Larcio Licinio, quien, después de su pretura, fue a verlas cuando no corrían, y murió a los siete días.Plinio el Viejo. Naturalis historia, XXXI, 23
El Larcio Licinio que menciona Plinio era un seguidor de su trabajo. Visitó las fuentes cuando estaban secas y, según la historia, falleció una semana después, alrededor del año 70 d.C.
El geógrafo griego Claudio Ptolomeo también habló de las Fontes Tamarici en su obra Claudii Ptolemaei geographia. Las ubicó en una ciudad llamada Kamarika, aunque algunos expertos creen que es un error y debería decir Tamarika.
El trabajo de Fray Enrique Flórez
El religioso Enrique Flórez se dedicó a estudiar la historia y la geografía. Hizo un estudio detallado sobre los límites de Cantabria en su libro La Cantabria. En él, escribió:
Yo he averiguado la (situación) de las fuentes que refiere Plinio en la Cantabria, y es en las montañas de León, a Oriente de la Ciudad doce leguas, junto al río Carrión, en el lugar de Velilla de Guardo, cinco leguas al norte de Saldaña, donde hay una Ermita con título de S. Juan de Fuentes Divinas.
Esta laguna corresponde a la expresión de Plinio: «In unum alveum coeunt»; y por tanto nos aseguramos que habla de esta fuente, y que el sitio es dentro de la Cantabria, al Sudoeste de Reinosa y del nacimiento del Ebro. Por eso alargamos la Cantabria desde la costa de Santander al Mediodía, llegando y abrazando las cuestas de Aguilar de Campoo y Norte de Saldaña, en que está la referida fuente.
Los trabajos de Enrique Flórez siguen siendo muy importantes para entender cómo era la antigua Cantabria geográficamente.
¿Qué revelaron las excavaciones arqueológicas?
En los veranos de 1960 y 1961, se llevaron a cabo excavaciones arqueológicas. Fueron impulsadas por el Ministerio de Educación Nacional y dirigidas por el arqueólogo Antonio García y Bellido. Contó con la ayuda de Augusto Fernández de Avilés y Alberto Balil.
Durante estas excavaciones, se encontraron restos de cerámica y algunas monedas más recientes. García y Bellido explicó que el agua de la fuente, como la de otras fuentes intermitentes, viene de un depósito subterráneo en una cueva de piedra caliza. El agua se acumula y, cuando alcanza cierto nivel, sale a través de un sistema de sifón. Esto explica por qué la fuente se llena o se seca, y por qué su caudal cambia.
También explicó por qué no se encontró la otra fuente cercana que Plinio mencionaba. Concluyó que:
Permanece en pie todo el valor histórico vinculado a aquella fuente desde que Plinio describió el fenómeno de la intermitencia y se hizo eco, al recoger la leyenda, de su carácter augural, del ambiente religioso existente en torno a la popular Reana desde tiempos prerromanos y que ha subsistido hasta hoy en la vecina ermita de San Juan de las Aguas Divinas.
Después de este informe, la fuente fue declarada Monumento provincial de interés histórico y artístico en 1961. En 2002, la Junta de Castilla y León la declaró Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento.
Curiosidades de las Fuentes Tamáricas
- La piedra que está a la entrada del lugar, que advierte sobre la mala suerte si se visita la fuente cuando está vacía, todavía es tomada en cuenta por algunos turistas que son supersticiosos.
- Hay muchas historias divertidas sobre cómo la fuente se ha llenado de repente. Por ejemplo, algunos viajeros que no conocían su particularidad pasaban la noche dentro del estanque cuando estaba vacío para protegerse del frío, y tenían que salir corriendo cuando el agua empezaba a brotar.
- Todavía hay quienes dudan de que las Fuentes Tamáricas sean La Reana. Algunos, como el escritor Jorge María Ribero Meneses, creen que están en la ciudad de Santander.
- El mismo escritor considera que las Fuentes Tamáricas son el primer santuario para hacer predicciones del mundo.
Véase también
En inglés: Fontes Tamarici Facts for Kids