Francisco Javier de Uriarte y Borja para niños
Datos para niños Francisco Javier de Uriarte y Borja |
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![]() Francisco Javier de Uriarte y Borja, por Ramón Salvatierra y Molero (Museo Naval de Madrid).
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Información personal | ||
Nacimiento | 5 de octubre de 1753 Puerto de Santa María |
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Fallecimiento | 29 de noviembre de 1842 Puerto de Santa María |
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Nacionalidad | Española | |
Información profesional | ||
Ocupación | Oficial naval | |
Cargos ocupados | Gobernador militar de Cartagena (1811-1812) | |
Lealtad | Reino de España | |
Rango militar | Capitán general de la Real Armada Española y presidente del Almirantazgo | |
Conflictos | Batalla de Trafalgar, a bordo del Santísima Trinidad, resultando herido y prisionero de guerra | |
Francisco Javier de Uriarte y Borja (nacido el 5 de octubre de 1753 en Puerto de Santa María y fallecido el 29 de noviembre de 1842 en la misma ciudad) fue un importante marino y militar español. Llegó a ser el 18.° capitán general de la Real Armada Española, el cargo más alto en la marina de su época.
Contenido
La vida de Francisco Javier de Uriarte: Un marino valiente
Francisco Javier de Uriarte y Borja fue hijo de Miguel de Uriarte y Herrera y de María del Carmen de Borja y Lasteros. Sus padres nacieron en Quito, que en ese tiempo era parte de la Real Audiencia española.
¿Cómo empezó su carrera militar?
El 31 de mayo de 1774, cuando tenía 21 años, Francisco Javier comenzó su carrera naval como guardiamarina en el Departamento de Cádiz. Gracias a su dedicación y buena educación, fue ascendido a alférez de fragata solo un año después.
Participó en varias campañas militares. En 1775, estuvo en la campaña de Argel y, entre 1776 y 1777, en la expedición a la isla Santa Catarina. Su ascenso continuó rápidamente:
- 23 de mayo de 1778: alférez de navío
- 21 de diciembre de 1781: teniente de fragata
- 1782: teniente de navío
Explorador y científico: El estrecho de Magallanes
Uriarte participó en una importante expedición científica al estrecho de Magallanes, bajo el mando de Antonio de Córdova. En esta misión, demostró ser muy inteligente en ciencias y muy valiente al realizar exploraciones peligrosas. Siempre era el primero en ofrecerse para las tareas más difíciles.
Durante esta expedición, descubrió varias islas y puertos, y uno de ellos fue nombrado en su honor. Después de un viaje largo y lleno de desafíos, llegó al cabo del Pilar, el límite occidental del estrecho en la costa del Fuego, que da al océano Pacífico.
Misiones importantes y ascensos
El 21 de septiembre de 1789, fue ascendido a capitán de fragata. En 1793, participó en la campaña del Rosellón y poco después en el sitio de Tolón (1793).
El 25 de enero de 1794, fue ascendido a capitán de navío. Ese año, le encargaron una misión muy arriesgada: comandar la fragata Lucía. Zarpó desde Cádiz, cruzó el océano Atlántico evitando a los barcos británicos que vigilaban la zona, y llegó al Río de la Plata. Allí entregó documentos importantes y cargó cinco millones de pesos. Regresó a Cádiz sin problemas, evadiendo de nuevo a sus perseguidores.
Luego, comandó los navíos Firme, Terrible y Concepción. Con este último, que era parte de la escuadra del general Federico Gravina, participó en la acción de Brest. El emperador Napoleón se enteró de sus méritos y le dio un sable de honor, un regalo muy especial para un militar.
Después, comandó los navíos Asturias, Guerrero y Argonauta. En este último, transportó a los Reyes de Etruria. El 5 de octubre de 1802, fue ascendido a brigadier.
La Batalla de Trafalgar: Un héroe en el Santísima Trinidad
En la famosa y difícil batalla de Trafalgar, el 21 de octubre de 1805, Francisco Javier de Uriarte comandaba el impresionante navío Santísima Trinidad. Este barco era el único de cuatro cubiertas y tenía 140 cañones, siendo el más grande de su tiempo.
Uriarte escribió un relato de lo sucedido en el Santísima Trinidad. Mencionó que muchos marinos perdieron la vida o resultaron heridos en sus puestos. El barco se hundió en medio de una tormenta, llevándose consigo a muchos valientes.
Recordó la valentía del teniente de navío Juan de Matute, quien, al ver que su artillería estaba inutilizada, pidió permiso para estar junto a su comandante en el lugar de mayor peligro. Poco después, una bala de cañón le causó una grave herida en una pierna.
Uriarte también resultó herido en la cabeza por un trozo de madera. El Santísima Trinidad se enfrentó valientemente al navío británico Victory, comandado por el almirante Nelson. Otros barcos británicos, como el Temeraire y el Neptune, se unieron al ataque, rodeando al Santísima Trinidad.
A pesar de la desventaja, el Santísima Trinidad luchó con gran determinación. En su informe, Uriarte dijo:
El Trinidad se mantuvo en defensa desesperada, hasta quedar arrasado de todos sus palos, cubierto de destrozos de ellos y de los de las vergas, masteleros, jarcia y velas, a más de haberse agotado la munición y muerta o herida más de la mitad de la tripulación.
Cuando el general Baltasar Hidalgo de Cisneros, que también estaba herido, fue puesto a salvo, Uriarte consultó con los oficiales que quedaban. Decidieron rendir el barco, que ya no podía seguir luchando, para evitar más pérdidas de vidas.
El Santísima Trinidad fue capturado por el navío británico Prince, que intentó remolcarlo. Sin embargo, el barco español estaba tan dañado que se hundió, a pesar de los esfuerzos británicos por salvarlo. Uriarte fue llevado a Gibraltar como prisionero de guerra.
El respeto del enemigo: El sable de honor
El almirante británico Cuthbert Collingwood se enteró de que el valiente general español había perdido su sable de honor. Ordenó que se lo devolvieran, diciendo: Como testimonio honroso y prueba de estimación al valor español. Collingwood también le entregó un cuadro de la Patrona del Trinidad (con agujeros de bala) y los restos de la bandera española, que había sido defendida con tanto heroísmo. Estos objetos se encuentran hoy en el Museo Naval de Madrid, donados por la esposa de Uriarte.
Servicio a España después de Trafalgar
El 9 de noviembre de 1805, Uriarte fue nombrado jefe de escuadra por su valentía en Trafalgar. En 1806, fue nombrado mayor general de la Armada y consejero de Guerra.
Cuando los ejércitos de Napoleón invadieron España en 1808, Uriarte se negó a jurar lealtad al nuevo rey, José Bonaparte. Respondió que su honor y conciencia no le permitían romper el juramento a su rey legítimo, y que prefería perder su empleo y su vida antes que aceptar.
Huyó de Madrid y se presentó ante la Junta Central en Sevilla. Aunque la Junta sabía que había estado en Madrid, también conocía su honorable comportamiento. Por ello, lo nombraron jefe de la Junta de inspección de la Armada.
En 1809, fue nombrado gobernador militar de la isla de León. Allí, dirigió el corte del famoso Puente Zuazo para dificultar el avance enemigo, asegurándose de que las piedras fueran numeradas para facilitar su reconstrucción futura. También supervisó muchos trabajos de fortificación.
En 1811, Uriarte se ofreció para cualquier mando, incluso el de una lancha cañonera, renunciando a parte de su sueldo. Las Cortes le agradecieron oficialmente y le dieron el mando del Arsenal de La Carraca, un lugar clave en la defensa. Luego, fue gobernador político y militar de Cartagena. Demostró su generosidad al renunciar a una gran parte de su salario para ayudar a los más necesitados.
El 14 de octubre de 1814, fue ascendido a teniente general. Ese mismo año, se retiró al Puerto de Santa María para recuperarse de los problemas de salud causados por la guerra.
En 1816, ya un poco mejor, fue nombrado capitán general del departamento de Cartagena. Se dedicó a reparar los graves problemas de la Armada, arreglando edificios y barcos. Después de cinco años de arduo trabajo, su salud volvió a empeorar. En 1822, se retiró definitivamente al Puerto de Santa María, después de 49 años de servicio.
En reconocimiento a su larga y destacada carrera, el 16 de enero de 1836, fue ascendido a la máxima distinción de la Real Armada: capitán general y presidente del Almirantazgo. Una vez más, demostró su generosidad al renunciar a una parte de su sueldo durante la guerra civil, donando más de 19.000 duros para ayudar al país.
Fallecimiento y legado
Francisco Javier de Uriarte y Borja falleció en su ciudad natal, el Puerto de Santa María, el 29 de noviembre de 1842, a los 89 años de edad.
Sus restos fueron trasladados al Panteón de Marinos Ilustres en San Fernando por un Real Decreto del 28 de julio de 1983. En su lápida se puede leer una inscripción que resume su vida y sus grandes logros:
AQUÍ YACE EL EXCMO. SR.
D. FRANCISCO JAVIER DE URIARTE Y BORJA
EL DÍA 29 DE NOVIEMBRE DE 1842
CAPITÁN GENERAL DE LA REAL ARMADA ESPAÑOLA
Y PRESIDENTE DEL ALMIRANTAZGO
AL MANDO DEL NAVÍO “SANTÍSIMA TRINIDAD”
RESULTÓ HERIDO EN EL COMBATE DE TRAFALGAR
EL DÍA 21 DE OCTUBRE DE 1805
AL ENFRENTARSE HEROICAMENTE
A CUATRO NAVÍOS INGLESES
GOBERNADOR MILITAR DE LA ISLA DE LEÓN
EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA
Y CAPITÁN GENERAL DEL DEPARTAMENTO DE CARTAGENA
DESTACÓ EN LAS CAMPAÑAS DE ARGEL
SANTA CATALINA, ROSELLÓN Y TOLÓN
EXPLORÓ EL ESTRECHO DE MAGALLANES,
DONDE DESCUBRIÓ VARIOS ISLOTES Y PUERTOS.
MURIÓ EN EL PUERTO DE SANTA MARÍA
A LOS 89 AÑOS DE EDAD
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Véase también
- Batalla de Trafalgar
- Panteón de Marinos Ilustres
- Santísima Trinidad (navío)