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Escriba para niños

Enciclopedia para niños
Archivo:Irakischer Maler von 1287 002
Escriba iraquí.

Un escriba era una persona muy importante en la Antigüedad. Su trabajo principal era copiar textos y documentos a mano. En el Antiguo Egipto, los escribas eran muy respetados. Sabían leer y escribir jeroglíficos y escritura pictográfica. También eran expertos en cálculo. Gracias a ellos, se podían calcular los impuestos y organizar grandes construcciones. Además, transcribían las órdenes del faraón. Para los hebreos, los escribas copiaban los textos sagrados. Con el tiempo, también se convirtieron en maestros e intérpretes de la ley.

¿Qué significa la palabra "escriba"?

La palabra "escriba" viene del latín scriba. En hebreo, la palabra es so·fér. Esta palabra significa "contar" y se puede traducir como "secretario" o "copista". En griego, la palabra gram·ma·téus significa "escriba" o "instructor público".

Los escribas en el Antiguo Egipto

Archivo:Egypte louvre 285 scribe
El escriba sentado egipcio de la dinastía V. Siglo XXIV a. C. Museo del Louvre.

Los escribas egipcios solían venir de familias humildes. Sin embargo, eran personas muy inteligentes y bien educadas. Sus herramientas eran una paleta con tintas de varios colores, una jarra de agua y un cálamo (una especie de pluma) hecho de papiro.

Ellos conocían muy bien los documentos legales y comerciales de su tiempo. Preparaban estos documentos al dictado o de otras formas. Por este trabajo, recibían un pago.

Escribas en el antiguo Próximo Oriente

Desde hace mucho tiempo, los escribas han sido personas dedicadas a copiar textos. Eran personas cultas que escribían y controlaban las leyes. También se encargaban de los impuestos, la arquitectura y los cálculos.

La palabra latina "scriba" y la hebrea "so-fer" nos dan la idea de un secretario o copista. También se refieren a una persona con mucha educación. El trabajo de los escribas era muy amplio e importante. Se les veía como maestros.

Aunque muchos escribas venían de clases humildes, algunos llegaron a ser muy reconocidos en sus países.

¿Cuándo surgieron los escribas?

Los escribas aparecieron por primera vez en el siglo IV antes de Cristo. La cultura egipcia los usaba para copiar, contar y organizar información. Escribían en papiros, jeroglíficos o trozos de cerámica llamados ostracas.

Los escribas tenían un alto rango en la casa del faraón. Eran considerados los hombres más instruidos. Copiar textos era un arte, porque en ese tiempo casi ningún egipcio sabía leer.

Más tarde, casi todas las naciones tuvieron escribas. Su trabajo se volvió esencial tanto para la economía como para la religión.

¿Qué diferencia había entre escribas y fariseos?

Los escribas y los fariseos a menudo se mencionan juntos. Aunque algunos escribas eran parte del grupo de los fariseos, no eran lo mismo.

Las principales diferencias eran:

  • Los escribas se encargaban de escribir documentos importantes. Los fariseos representaban a la nación.
  • Los escribas eran intelectuales que hacían trabajos de secretaría. Los fariseos conocían las leyes y las enseñaban de forma oral.
  • Los escribas contaban y llevaban las cuentas económicas. Los fariseos se ocupaban de los negocios.
  • Los escribas daban más importancia al estudio y al conocimiento. Los fariseos unían esto a la religión y sus enseñanzas.

Los escribas de Mesopotamia

Los escribas en Mesopotamia hacían diferentes tareas. Redactaban textos, los clasificaban y los guardaban. Para hacer esto, desde pequeños aprendían la escritura cuneiforme. Este aprendizaje era muy largo y difícil por la complejidad de la escritura. Era parecido al de los egipcios y también muy costoso. Generalmente, esta formación la recibían alumnos de familias nobles o de comerciantes.

Los estudiantes que no eran de Mesopotamia tenían que aprender su propia lengua y escritura, además del sumerio.

Los aprendices de escriba estudiaban en escuelas sumerias especiales, llamadas Eduba ("Casa de las Tablillas"). Estas escuelas dependían del templo o del palacio. Usaban cálamo y tablillas de arcilla. Desde los 7 años, los jóvenes escribas aprendían a leer, escribir y contar. Después de dos años, pasaban a la práctica. Aprendían sobre administración y a redactar textos legales. Al terminar su formación, podían trabajar en palacios o templos.

El papel del escriba era muy importante en la sociedad. Cumplían diversas funciones: eran contratistas, contables, archivadores, traductores y copistas de textos. Trabajaban en la administración de templos y palacios. Solo los mejores servían en el gobierno, trabajando directamente para el rey o el sumo sacerdote. Se encargaban de los impuestos, el trabajo, la comida y el alistamiento militar. Los menos preparados hacían trabajos domésticos, como compra-venta o préstamos. En ciudades como Babilonia, los escribas registraban las transacciones comerciales en tablillas. El cargo de escriba podía pasar de padres a hijos. Sin embargo, no siempre tenían un gran reconocimiento social.

Escribas hebreos

Los escribas hebreos trabajaban como notarios públicos. Preparaban documentos legales y registraban transacciones. En tiempos posteriores, no tenían una tarifa fija, así que se podía negociar el precio. A veces, solo una persona pagaba el costo, pero otras veces lo compartían.

Escribas en la Biblia

En la Biblia se menciona a los escribas en varios momentos. En la tribu de Zabulón, había quienes tenían "equipo de escribano" para contar y registrar las tropas. También había escribas o secretarios que trabajaban en el templo. El secretario del rey Joás ayudaba al sumo sacerdote a contar el dinero para reparar el templo.

Baruc escribía lo que el profeta Jeremías le dictaba. Los secretarios del rey Asuero de Persia escribieron decretos importantes bajo la dirección de Hamán y luego de Mardoqueo.

Copistas de los textos sagrados

Archivo:Jewish scribe writing the Torah
Escriba judío.

En los días del sacerdote Esdras, los escribas (llamados "soferim") comenzaron a ser un grupo reconocido. Eran copistas de los textos sagrados hebreos. Eran muy cuidadosos en su trabajo y temían cometer errores. Con el tiempo, se volvieron extremadamente detallistas. Contaban no solo las palabras, sino también las letras que copiaban. El hebreo se escribía solo con consonantes. Omitir o añadir una letra podía cambiar el significado de una palabra. Si encontraban el más mínimo error, toda esa parte del rollo se consideraba no apta para la sinagoga. Se quitaba y se reemplazaba por una nueva sin errores.

Antes de escribir una palabra, la leían en voz alta. Se dice que los escribas religiosos limpiaban su pluma con mucho cuidado antes de escribir los nombres de Dios.

A pesar de este gran cuidado, con el tiempo los soferim hicieron algunos cambios en el texto. Cambiaron el texto hebreo original en 134 pasajes. Esto lo hicieron por una creencia supersticiosa sobre el nombre divino. También querían evitar atribuir a Dios características humanas. Los masoretas, que fueron copistas siglos después de Cristo, se dieron cuenta de estos cambios. Los registraron al margen o al final del texto hebreo. Estas notas se conocen como la masora.

La masora, que es la escritura pequeña al margen de la página, contiene notas. Dicen, por ejemplo: "Esta es una de las dieciocho enmiendas de los soferim". Estos cambios se hicieron porque pensaban que los pasajes originales eran irrespetuosos con Dios o con sus representantes. Aunque tenían buenas intenciones, fue una alteración de los textos sagrados.

Los escribas como maestros de la Ley

Al principio, los sacerdotes también eran escribas. Sin embargo, se dio mucha importancia a que todos los judíos conocieran la Ley. Los que estudiaron y se formaron bien obtuvieron el respeto del pueblo. Con el tiempo, estos estudiosos, muchos de los cuales no eran sacerdotes, formaron un grupo independiente.

Por eso, en tiempos de Jesús, la palabra "escribas" se refería a hombres instruidos en la Ley. Ellos se dedicaban a estudiar y explicar la Ley. Se les consideraba maestros de la Ley. Generalmente, pertenecían a la secta religiosa de los fariseos. Este grupo aceptaba las interpretaciones o "tradiciones" de los escribas. Estas tradiciones se habían vuelto un conjunto complicado de reglas. La Biblia menciona varias veces a los "escribas de los fariseos". Esto puede indicar que algunos escribas eran saduceos. Los saduceos solo creían en la Ley escrita. Los escribas de los fariseos defendían tanto la Ley como las tradiciones orales. Tenían más influencia que los sacerdotes en la gente. Los escribas estaban principalmente en Jerusalén, pero también en toda Palestina y entre los judíos de otros lugares.

La gente respetaba a los escribas y los llamaba "Rabí". Este era un título de respeto para los maestros. Jesús era un maestro, pero les dijo a sus discípulos que no buscaran ese título, como hacían los escribas. Jesús criticó a los escribas y fariseos. Les dijo que habían añadido cosas a la Ley y habían buscado formas de evitarla. Les dijo: "Han invalidado la palabra de Dios por su tradición". Un ejemplo era que permitían que alguien no ayudara a sus padres si decía que lo que tenía para ayudarles era un regalo dedicado a Dios.

Jesús dijo que los escribas, como los fariseos, habían hecho la Ley una carga para la gente con sus añadiduras. Además, como grupo, no mostraban amor por la gente ni deseo de ayudarla. No estaban dispuestos a hacer nada para aliviar sus cargas. Les gustaban los aplausos de la gente y los títulos importantes. Su religión era solo una apariencia, un ritual, que escondía su hipocresía. Jesús les dijo que sería muy difícil para ellos obtener el favor de Dios por su actitud. Los escribas tenían una gran responsabilidad porque conocían la Ley. Sin embargo, habían quitado la clave del conocimiento. No solo rechazaron a Jesús, sino que intentaron impedir que otros lo reconocieran o escucharan.

Los escribas no solo eran responsables de enseñar la Ley. También tenían autoridad para dictar sentencias en los tribunales. Había escribas en el tribunal supremo judío, el Sanedrín. No recibían pago por juzgar. La Ley prohibía los regalos inapropiados. Algunos maestros podían tener riquezas heredadas. Pero casi todos tenían un oficio del que se sentían orgullosos. Esto les permitía mantenerse sin depender de su servicio religioso. Aunque no se les permitía recibir dinero por su trabajo judicial, es posible que esperaran y recibieran pago por enseñar la Ley.

Copistas de los textos cristianos griegos

Archivo:Paulus St Gallen
Apóstol San Pablo.

En su carta a los colosenses, el apóstol Pablo pidió que esa carta se leyera en la iglesia de los laodicenses. También pidió que se intercambiara con la carta de Laodicea. Pablo usó ayudantes para escribir casi todos sus textos bíblicos. Esto garantizaba que él era el autor. De los 27 libros del Nuevo Testamento, 21 fueron dictados a estos profesionales de la escritura. Algunas cartas se escribieron cuando el apóstol estaba en prisión. Su ciudadanía romana le permitía tener un ayudante, como Tercio.

Las iglesias querían leer todas las cartas de los apóstoles y otros cristianos. Por eso, se hacían copias para tenerlas a mano y distribuirlas. Las colecciones antiguas de las cartas de Pablo demuestran que se copiaban y distribuían mucho.

Orígenes de Alejandría (siglo III) y Jerónimo (siglo IV) dicen que Mateo escribió su evangelio en hebreo. Estaba dirigido especialmente a los judíos. Sin embargo, como había muchos judíos que hablaban griego, es posible que Mateo mismo lo tradujera al griego. Marcos escribió su evangelio principalmente para los no judíos. Esto se ve en sus explicaciones de las costumbres judías y la traducción de algunas expresiones. Estos dos evangelios estaban dirigidos a un público muy amplio. Por eso, fue necesario hacer y distribuir muchas copias.

Los copistas cristianos no solían ser profesionales. Pero por su gran respeto a los escritos cristianos, hacían su trabajo con mucho cuidado. Un ejemplo es el fragmento más antiguo de los textos cristianos griegos, el Papiro Rylands núm. 457. Está escrito por ambos lados y tiene unas cien letras en griego. Se ha fechado en la primera mitad del siglo II. Aunque parece informal, se considera un trabajo cuidadoso. Este fragmento es de un códice que probablemente contenía todo el evangelio de Juan.

Más pruebas se encuentran en los papiros bíblicos de Chester Beatty, que son más recientes. Son secciones de once códices griegos, hechos entre los siglos II y IV. Contienen partes de nueve libros de los textos hebreos y quince de los textos griegos. Muestran una variedad de estilos de escritura. Se dice que uno de los códices es "obra de un buen escriba profesional". De otro se ha dicho: "La escritura es muy correcta, y aunque no destaca por su buena caligrafía, es obra de un escriba competente". Y de otro: "La caligrafía es tosca, pero el texto en general es correcto".

Más importante que estas características es su contenido. En general, confirman los manuscritos de vitela llamados "Neutrales" del siglo IV. Estos son muy valiosos para los expertos. Entre ellos están el Vaticano núm. 1209 y el Sinaítico. Además, no tienen las interpolaciones (añadiduras) que se encuentran en otros manuscritos.

Archivo:Meister des Maréchal de Boucicaut 004
Imagen de escriba medieval.

Hay miles de manuscritos posteriores al siglo IV. Los expertos que los han estudiado y comparado han visto que los escribas fueron muy detallistas. Algunos de estos expertos han hecho recensiones (revisiones) basadas en estas comparaciones. Estas revisiones forman el texto base de nuestras traducciones modernas. Los expertos Westcott y Hort dijeron que las variaciones importantes son muy pocas. Sir Frederic Kenyon dijo sobre los papiros de Chester Beatty: "La primera y más importante conclusión es que confirman la solidez esencial de los textos existentes. No hay ninguna variación fundamental ni en el Antiguo Testamento ni en el Nuevo. No hay omisiones o añadiduras importantes, ni ninguna variación que afecte hechos o enseñanzas fundamentales. Las variaciones del texto son de menor importancia, como el orden de las palabras o su elección".

Por varias razones, hoy quedan pocos trabajos de los primeros copistas. Muchas de sus copias de los textos sagrados se destruyeron cuando Roma perseguía a los cristianos. El paso del tiempo también las dañó. Además, el clima cálido y húmedo de algunos lugares aceleró su deterioro. Cuando los escribas profesionales del siglo IV reemplazaron los papiros antiguos por manuscritos de vitela, no parecía haber razón para guardar las viejas copias de papiro.

La tinta que usaban los escribas era una mezcla de hollín y goma, a la que añadían agua. El instrumento de escritura era el cálamo, hecho de caña. Humedecían la punta con agua para que funcionara como una pluma o pincel. Escribían en rollos de cuero o papiro. Más tarde, usaron hojas que, al unirse, formaban un códice. A veces, se les ponían cubiertas de madera.

Escribas medievales

Durante la Edad Media, los libros se hacían completamente a mano. Monjes especializados, llamados escribas, realizaban un proceso muy cuidadoso. Esto incluía cortar las hojas de pergamino, preparar las tintas, copiar el texto, encuadernar las páginas y hacer las cubiertas para proteger los manuscritos.

El Scriptorium: Centro de Producción de Manuscritos

Este trabajo se hacía en un lugar especial del monasterio llamado scriptorium. Allí se mantenía un silencio total para que los escribas pudieran concentrarse. Un scriptorium grande podía tener hasta 40 escribas trabajando al mismo tiempo.

Los escribas empezaban su día antes del amanecer y seguían trabajando hasta el atardecer. Solo descansaban el día de reposo.

Propósitos y Técnica de Copiado

La función principal de estos copistas era difundir las enseñanzas de la Iglesia cristiana. Por eso, copiaban principalmente textos clásicos y religiosos. Tenían que copiar obras en latín, griego y hebreo, incluso si no dominaban esos idiomas. Estas copias, a menudo con letras decoradas e ilustraciones detalladas, tomaban mucho tiempo. Además, los escribas debían saber mucho sobre técnicas de escritura. Así aseguraban que el tamaño de las letras y la alineación de las líneas fueran uniformes en cada manuscrito. Copiar una Biblia, por ejemplo, podía llevar unos quince meses.

Materiales Utilizados

Los textos se hacían en pergamino o vitela. Estos materiales se obtenían de pieles tratadas de ovejas, cabras o terneros. A menudo, estos animales se criaban en los propios monasterios. Los monasterios eran comunidades autosuficientes que también cultivaban alimentos y producían cerveza. Sin embargo, el alto costo y la complejidad del proceso impedían que los libros se distribuyeran masivamente en esa época.

Debido al alto costo de las velas y la poca luz que daban, los escribas monásticos solo trabajaban durante el día. A pesar de esto, lograban producir entre tres y cuatro páginas al día. En promedio, un escriba podía copiar dos libros al año. Se esperaba que cometieran al menos un error por página.

Evolución hacia una Producción Profesionalizada

En los siglos XII y XIII, copiar textos se volvió una actividad más especializada. Cada vez más, lo hacían copistas profesionales. Para satisfacer la creciente demanda, se usó el sistema pecia. Con este sistema, diferentes partes de un mismo texto se asignaban a copistas contratados. Ellos trabajaban tanto dentro como fuera de los monasterios.

Escribas urbanos

Los escribas urbanos fueron muy importantes en la Alta Edad Media. Especialmente en ciudades del noroeste de la Península Ibérica, como León y Oviedo. Su trabajo fue clave para producir, autenticar y guardar documentos legales y administrativos. También ayudaron a transmitir el conocimiento escrito.

Orígenes y Evolución

Al principio, había escribas que no eran religiosos. Ellos heredaron formas de escritura de origen romano-visigodo. Pero con el tiempo, sobre todo entre los siglos IX y XI, los clérigos empezaron a ser los únicos que practicaban la escritura. Esta transición unió el conocimiento escrito con el saber religioso. Así, los escribas religiosos se convirtieron en figuras de autoridad en las ciudades.

Funciones y Tareas

Los escribas urbanos no solo copiaban textos religiosos. También redactaban y certificaban documentos relacionados con la compra y venta de bienes, problemas legales y registros oficiales. Actuaban como notarios, jueces y asesores en juicios. Su papel era clave en la organización social y política. Además, su trabajo aseguraba que la historia y los documentos se conservaran.

Redes Sociales e Influencia

Estos escribas formaban grupos muy unidos. Colaboraban a menudo en la creación de documentos. Su posición especial les permitía ser parte de las élites locales. Actuaban como intermediarios entre la nobleza, la Iglesia y la sociedad. Esta influencia iba más allá de la escritura, convirtiéndolos en personas importantes en las ciudades.

Legado

El trabajo de los escribas urbanos en la Edad Media contribuyó mucho al desarrollo de la escritura y los documentos en Europa. Su habilidad para combinar conocimientos técnicos con funciones administrativas y religiosas sentó las bases para que la escritura se profesionalizara. También ayudó a crear estructuras de gobierno más complejas en épocas posteriores.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Scribe Facts for Kids

  • Copista
  • Amanuense
  • Tlacuilo
  • Escribano (desambiguación)
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