Ermita de la Virgen del Puerto (Madrid) para niños
Datos para niños Ermita de la Virgen del Puerto |
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Monumento Nacional (1945) | ||
![]() Vista general
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Localización | ||
País | ![]() |
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Comunidad | ![]() |
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Localidad | Madrid | |
Coordenadas | 40°24′56″N 3°43′17″O / 40.415511, -3.721271 | |
Información religiosa | ||
Culto | Católico | |
Diócesis | Madrid | |
Advocación | Virgen del Puerto | |
Historia del edificio | ||
Construcción | 1716–1718 | |
Arquitecto | Pedro de Ribera | |
Datos arquitectónicos | ||
Tipo | Ermita e Iglesia Rectoral | |
Estilo | Barroco | |
Identificador como monumento | RI-51-0001174 | |
Año de inscripción | 28 de diciembre de 1945 | |
La ermita de la Virgen del Puerto es un edificio histórico en Madrid, España. Se encuentra cerca del Palacio Real, en el paseo de la Virgen del Puerto. Fue diseñada por el arquitecto Pedro de Ribera y construida entre 1716 y 1718.
La construcción de la ermita fue impulsada por Francisco Antonio de Salcedo y Aguirre, el primer marqués de Vadillo y corregidor de Madrid en ese momento. La ermita sufrió graves daños durante un conflicto en España y su decoración interior, incluyendo la imagen de la Virgen, fue destruida. Durante muchos años, fue un lugar importante para una celebración popular en Madrid, que con el tiempo dio origen a la verbena de la Melonera.
Contenido
Historia de la Ermita de la Virgen del Puerto
La ermita se construyó para albergar una imagen de la Virgen del Puerto. Durante el reinado de Felipe V, el marqués de Vadillo encargó a Pedro de Ribera mejorar y organizar los alrededores del antiguo Alcázar.
¿Cómo se planificó la construcción de la ermita?
La primera gran obra de Ribera en Madrid fue organizar el terreno entre el río Manzanares y el Campo del Moro. Este paseo y sus árboles se llamaron paseo de la Virgen del Puerto. Se le dio este nombre en honor a la patrona de Plasencia, una ciudad donde el marqués de Vadillo había sido corregidor y había desarrollado una gran devoción por esta Virgen.
Las obras de la ermita terminaron en 1718. El 7 de septiembre de ese año se pidió permiso para llevar la imagen de la Virgen desde el Colegio Imperial a su nueva casa. La procesión se realizó el 10 de septiembre, con la asistencia del Ayuntamiento, el cabildo y personas importantes de la Corte.
¿Quién fue el protector de la ermita?
Antonio de Salcedo y Aguirre se aseguró de que la Virgen del Puerto se instalara en la ermita. También dispuso que dos capellanes estuvieran al servicio religioso en el lugar. Dejó la protección de la ermita a sus descendientes, los marqueses de Vadillo. Sin embargo, como los marqueses no vivían en Madrid, la protección pasó a los Padres Rectores del Colegio Imperial.
El edificio es un gran ejemplo del estilo barroco de Madrid y una de las primeras obras importantes de Pedro de Ribera en la ciudad. Su encargo incluía tanto la ermita como el paseo, que se terminó en 1726.
¿Qué cambios tuvo la ermita a lo largo del tiempo?
En la época de Carlos III, el Paseo Nuevo (hoy paseo de la Virgen del Puerto) se elevó. Se construyó una escalera para conectar el paseo con la ermita, ya que había un desnivel. En 1780, se construyeron casas alrededor de la ermita, lo que marcó el inicio del desarrollo urbano de la zona.
El arquitecto Juan Durán hizo ampliaciones a la ermita, añadiendo nuevas partes al edificio. También decidió cambiar los techos de pizarra de las torres por cubiertas de cinc.
¿Cómo fue afectada la ermita por el conflicto?
En 1936, la ermita fue atacada y se perdieron los retablos originales. Durante un conflicto importante en España, la ermita y sus edificios cercanos sufrieron muchos daños. Esto se debió a que estaban cerca de una zona de combate que duró casi dos años y medio.
Al finalizar el conflicto, el edificio estaba tan dañado que solo quedaban en pie sus paredes principales y la cúpula. Las torres de pizarra tenían agujeros por los ataques. La imagen original de la Virgen fue destruida, y se encargó una nueva al escultor Víctor González Gil.
¿Cuándo fue restaurada la ermita?
La ermita fue declarada Monumento Nacional en 1945. Ese mismo año comenzó su reconstrucción completa, a cargo del ingeniero Carlos Mendoza y Sáez de Argandoña. La ermita reconstruida se inauguró de nuevo en 1951.
Más tarde, se realizó otra restauración. Se quitó el revestimiento de las fachadas para dejar a la vista los ladrillos y la piedra. También se volvieron a colocar las pizarras en el techo, retirando las planchas de cinc que se habían puesto en 1789. En el siglo XXI, la ermita y el paseo se integraron en el proyecto de Madrid Río.
Características de la Ermita
La ermita es uno de los primeros ejemplos de arquitectura barroca en España. Su fachada tiene dos torres, cada una con campanas y chapiteles (puntas decorativas). La entrada es recta, sin arcos.
El interior de la ermita fue construido durante el periodo de los Borbones. La capilla tiene una forma de ocho lados. Dentro, se puede ver la tumba del marqués de Vadillo, también diseñada por Pedro de Ribera. Las torres tienen balcones, que eran lugares especiales desde donde los protectores de la ermita podían ver las celebraciones. La cúpula se apoya sobre una base de ocho lados. El edificio está sostenido por pilares.
La zona alrededor de la ermita era el lugar donde se celebraban las romerías (fiestas populares). Estas fiestas se trasladaron más tarde al Parque de la Arganzuela. Al principio, eran celebradas por personas de Galicia y Asturias que vivían en Madrid. La forma de la ermita se parece a otras ermitas del siglo XVII en los jardines del palacio del Buen Retiro. Formaba parte de un importante plan urbanístico, al igual que el puente de Toledo sobre el río Manzanares.
La Virgen del Puerto y sus Fiestas
La imagen original de la Virgen era una copia de la que se encuentra en la Ermita de la Virgen del Puerto de Plasencia. Sin embargo, esta imagen original desapareció durante el conflicto en España. La que se ve hoy es una copia de aquella.
La devoción popular por la Virgen del Puerto llevó a que se creara una romería a principios de septiembre. Ya en el siglo XIX, esta fiesta era conocida como "la Melonera". Esto se debía a los puestos de venta de melones y sandías que se instalaban cerca de la ermita. Estos puestos abastecían a los asistentes a la romería, que aprovechaban los campos y prados para celebrar.
La festividad se estableció el 8 de septiembre, con una romería y una verbena (fiesta nocturna) llamadas "Fiestas de la Melonera". Después del conflicto, debido a la destrucción de la zona, las fiestas se trasladaron a la cercana Arganzuela. Allí revivieron en 1983, teniendo como centro el paseo de la Chopera.