Disturbios de Detroit de 1967 para niños
Datos para niños Disturbios de Detroit en 1967 |
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Parte de Largo y cálido verano de 1967 | |||||
La intersección de West Grand Boulevard con la calle 12 en 2008, cuarenta y un años después de los disturbios.
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Fecha | 23 de julio de 1967 - 27 de julio de 1967 | ||||
Lugar | Detroit, Míchigan, Estados Unidos | ||||
Coordenadas | 42°22′35″N 83°05′58″O / 42.376388888889, -83.099444444444 | ||||
Conflicto | Disturbios, disturbios raciales, protestas, saqueos, incendios intencionales, asaltos | ||||
Partes enfrentadas | |||||
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Saldo | |||||
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Los disturbios de Detroit en 1967, también conocidos como los disturbios de la calle 12 o la rebelión de Detroit de 1967, fueron los disturbios raciales más sangrientos del «largo y cálido verano de 1967». Compuesto principalmente por enfrentamientos entre la población negra y la policía, comenzó en la madrugada del domingo 23 de julio de 1967 en Detroit, Míchigan. El evento precipitante fue una redada policial en un bar sin licencia después de pasada la hora límite, conocido entonces como un speakeasy, en el Near West Side de la ciudad. Este suceso estalló en uno de los disturbios más mortíferos y destructivos de la historia de Estados Unidos, que duró cinco días y superó la violencia y la destrucción de la propiedad del motín racial de 1943.
Para ayudar a poner fin al disturbio, el gobernador George W. Romney ordenó la entrada de la Guardia Nacional del Ejército de Míchigan en Detroit, y el presidente Lyndon B. Johnson envió a la 82.ª y 101.ª División Aerotransportada. El conflicto resultó en 43 muertos, 1 189 heridos, más de 7 200 arrestos y más de 2 000 edificios destruidos. La intensidad de los disturbios fue superada en los Estados Unidos solo por los disturbios de reclutamiento de la ciudad de Nueva York en 1863 durante la Guerra de Secesión, y los disturbios en Los Ángeles en 1992. Los enfrentamientos fueron reportados de forma destacada en los medios de comunicación, con cobertura de televisión en vivo, prolongados informes en los periódicos y extensos reportajes en las revistas Time y Life. El personal del Detroit Free Press ganó el Premio Pulitzer de 1968 por la cobertura dada.
Contenido
Consecuencias
Los negros y blancos en Detroit vieron los eventos de julio de 1967 de maneras muy diferentes. Parte del proceso de comprender el daño fue estudiar las actitudes y creencias de las personas en Detroit. El capítulo de Sidney Fine, "The Polarized Community", cita muchas de las encuestas académicas y de opinión pública financiadas y realizadas por Detroit Free Press a raíz de los disturbios. Aunque se pensó que el nacionalismo negro había recibido un impulso debido a la guerra civil, a medida que la membresía en la iglesia de Albert Cleage creció sustancialmente y el comité de Nueva Detroit buscó incluir líderes negros como Norvell Harrington y Frank Ditto, eran los blancos mucho más propensos a apoyar la separación.
El uno por ciento de los negros de Detroit favoreció la «separación total» entre las razas en 1968, mientras que el 17% de los blancos de Detroit también lo hicieron. Los afroamericanos apoyaron la «integración» en un 88%, mientras que solo el 24% de los blancos apoyó la integración. Sin embargo, los residentes del área de la calle 12 difieren significativamente de los negros en el resto de la ciudad. Por ejemplo, el 22% de los negros de la calle 12 pensaban que deberían «llevarse bien sin blancos por completo». Sin embargo, la encuesta del Detroit Free Press hacía los detroitinos negros en 1968 demostró que la calificación de aprobación más alta para la gente se le dio a los políticos convencionales como Charles Diggs (27%) y John Conyers (22%) en comparación con Albert Cleage (4%).
Una de las críticas al comité de Nueva Detroit, una organización fundada por Henry Ford II, J.L. Hudson y Max Fisher mientras las brasas aún se estaban enfriando, fue que dio credibilidad a las organizaciones negras radicales en un intento equivocado de escuchar las preocupaciones del «negro del centro de la ciudad» y «los alborotadores». Líderes negros moderados, como Arthur L. Johnson, fueron debilitados e intimidados por la nueva credibilidad que los disturbios dieron a los radicales negros, algunos de los cuales favorecieron «una república negra tallada en cinco estados sureños» y apoyaron el «irrumpir en las armerías para apoderarse de las armas.»
Para agregar a la crítica del comité de Nueva Detroit tanto en las comunidades moderadas de blancos y negros, estaba la creencia de que el liderazgo industrial rico y blanco estaba dando voz y dinero a los grupos negros radicales como una especie de «seguro antidisturbios». El temor de que «la próxima revuelta» no se ubicara en los barrios negros de la ciudad, sino que incluyera los suburbios blancos, era común en la clase media negra y las comunidades blancas. Grupos blancos como "Breakthrough", iniciados por el empleado municipal Donald Lobsinger del Departamento de Parques y Recreación, querían armar a los blancos y mantenerlos en la ciudad porque si Detroit «se volvía negra» habría una «guerra de guerrillas en los suburbios.»
El concejal de Detroit Mel Ravitz dijo que los disturbios no solo dividieron las razas, ya que «profundizaron los temores de muchos blancos y aumentaron la militancia de muchos negros», sino que también abrieron grandes divisiones en las comunidades de blancos y negros. Los liberales moderados de cada raza se enfrentaron a nuevos grupos políticos que expresaron soluciones extremistas y alimentaron los temores sobre la violencia futura. Comparado con las historias rosadas de los periódicos antes de julio de 1967, The London Free Press reportó en 1968 que Detroit era una «ciudad enferma donde el miedo, los rumores, los prejuicios raciales y la compra de armas han estirado los nervios de blancos y negros hasta el borde de romperse.» Sin embargo, en última instancia, si los disturbios se interpretan como una rebelión o una forma de que los agravios negros se escuchen y se aborden, fueron parcialmente exitosos.
La comunidad afroamericana de Detroit recibió mucha más atención del gobierno federal y estatal después de 1967, y aunque el comité de Nueva Detroit finalmente se despojó de su membresía negra y se transformó en el grupo dominante del Renacimiento de Detroit, el dinero fluyó hacia empresas de propiedad negra después de los disturbios. Sin embargo, el político negro más importante en tomar el poder, parte importante en el cambio de una ciudad de mayoría blanca a una ciudad de mayoría negra, Coleman Young, el primer alcalde negro de Detroit, escribió en 1994:
La víctima más grave, sin embargo, fue la ciudad. Las pérdidas de Detroit fueron muchísimo más profundas que el saldo inmediato de vidas y edificios. Los disturbios pusieron a Detroit en la vía rápida hacia la desolación económica, asaltando la ciudad y escalando con un valor incalculable en empleos, impuestos a las ganancias, impuestos corporativos, dólares minoristas, impuestos a las ventas, hipotecas, intereses, impuestos prediales, dólares de desarrollo, dólares de inversión, dólares de turistas, y todo el maldito dinero. El dinero se fue en los bolsillos de las empresas y los blancos que huyeron tan rápido como pudieron. El éxodo blanco de Detroit había sido prodigiosamente estable antes de los disturbios, totalizando veintidós mil en 1966, pero luego fue frenético. En 1967, con menos de la mitad del año restante después de la explosión del verano, la migración de la población hacia el exterior alcanzó los sesenta y siete mil. En 1968, la cifra llegó a ochenta mil, seguida de cuarenta y seis mil en 1969.Coleman Young
De acuerdo con el economista Thomas Sowell:
Antes del disturbio del gueto de 1967, la población negra de Detroit tenía la tasa más alta de propiedad de la vivienda de cualquier población urbana negra en el país, y su tasa de desempleo era solo del 3,4%. No fue la desesperación lo que alimentó los disturbios. Fueron los disturbios que marcaron el comienzo del declive de Detroit a su estado actual de desesperación. La población de Detroit hoy en día es solo la mitad de lo que era antes, y sus personas más productivas han sido las que huyeron.Thomas Sowell
A nivel nacional, los disturbios confirmaron para los militares y la administración Johnson que la ocupación militar de las ciudades estadounidenses sería necesaria. En particular, los disturbios confirmaron el papel del Centro de Operaciones del Ejército como el agente para anticipar y combatir la guerra de guerrillas doméstica.
Contratación de las minorías
Los gobiernos estatales y locales respondieron a los disturbios con un aumento dramático en la contratación de minorías. El 18 de agosto de 1967, en el Departamento de Policía del Estado juró el primer policía montado negro en los cincuenta años de historia de la organización. En mayo de 1968, el alcalde de Detroit, Cavanaugh, nombró una Fuerza de Tarea Especial sobre Reclutamiento y Contratación de la Policía. Treinta y cinco por ciento de la policía contratada por Detroit en 1968 eran negros, y en julio de 1972, los negros constituían el 14% de la policía de Detroit, más del doble de su porcentaje en 1967. El gobierno de Míchigan usó sus revisiones de los contratos emitidos por el estado para asegurar un aumento en el empleo no blanco. El empleo en grupos minoritarios por parte de las empresas contratadas aumentó en un 21,1%.
Después de la agitación, la Gran Junta de Comercio de Detroit lanzó una campaña para encontrar trabajo para diez mil personas «previamente desempleables», de las cuales un número preponderante era negro. Para el 12 de octubre de 1967, las firmas de Detroit habrían contratado aproximadamente a cinco mil afroamericanos desde el comienzo de la campaña de empleo. Según el profesor Sidney Fine, «esa cifra puede ser una subestimación.» En una encuesta de Detroit Free Press de residentes de las zonas donde sucedieron los disturbios, a fines del verano de 1968, el 39% de los encuestados pensaba que los empleadores se habían vuelto «más justos» desde los disturbios en comparación con el 14% que pensaban que se habían vuelto «menos justos».
Después de los disturbios, en uno de los mayores cambios, los fabricantes de automóviles y los minoristas redujeron los requisitos de trabajo de nivel de entrada. Un supervisor de empleo de Michigan Bell comentó en 1968 que "durante años las empresas intentaron excluir a la gente. Ahora estamos tratando de encontrar razones para protegerlos."
Leyes de vivienda
Antes del desorden, Detroit no promulgó ordenanzas para terminar con la segregación de viviendas, y pocas se habían promulgado en el estado de Míchigan. Algunos políticos liberales habían trabajado por una vivienda justa a lo largo de los años, pero la resistencia conservadora blanca era organizada y poderosa. El movimiento reaccionario comenzó a marchitarse después de la insurrección. Sidney Fine señaló que:
Los disturbios de Detroit de 1967 y los disturbios raciales que se desencadenaron en otras partes del estado, incluidos Flint y Pontiac, aumentaron el número de ciudades de Míchigan con ordenanzas de vivienda equitativa a quince en noviembre de 1967, el mayor número en cualquier estado en ese momento, y hasta treinta y cinco en octubre de 1968, incluidos algunos de los suburbios de Detroit que anteriormente habían sido casi completamente de blancos.Sidney Fine
El gobernador Romney respondió inmediatamente a la crisis con una sesión especial de la legislatura de Míchigan, donde envió amplias propuestas de vivienda que incluían no solo vivienda justa, sino «una importante reubicación, derechos de inquilinos y legislación para el cumplimiento del código.» Romney había apoyado tales propuestas antes en 1964 y 1965, pero los abandonó frente a una organizada oposición. A raíz de la insurrección, las propuestas volvieron a enfrentarse a la resistencia de los propietarios blancos organizados y del propio partido republicano del gobernador, que una vez más votó en contra de la legislación de la Cámara. Esta vez, sin embargo, Romney no cedió y una vez más propuso las leyes de vivienda en la sesión ordinaria de 1968 de la legislatura.
El gobernador advirtió públicamente que si no se aprobaban las medidas de vivienda, «aceleraría el reclutamiento de insurrectos revolucionarios.» Instó a la «legislación significativa de vivienda justa» como «el paso más importante que la legislatura puede tomar para evitar el desorden en nuestras ciudades.» Esta vez las leyes pasaron ambas cámaras de la legislatura. La revista académica Michigan Historical Review escribió que:
La Ley de Equidad de Vivienda de Míchigan, que entró en vigencia el 15 de noviembre de 1968, fue más fuerte que la ley federal de vivienda equitativa... y más que todas las leyes estatales de vivienda justa existentes. Probablemente sea más que una coincidencia que el estado que había experimentado el desorden racial más severo de la década de 1960 también adoptara uno de los actos de vivienda justa más fuertes del estado.
Stop the Robberies, Enjoy Safe Streets (STRESS)
Dos años después del final de los disturbios de 1967, el sheriff del condado Wayne Roman A. Gribbs ganó en una plataforma de campaña de ley y orden, una palabra clave entre muchos detroitinos blancos para controlar el malestar negro en la ciudad. Gribbs, un blanco moderado que apoyó la integración, fue visto por muchos detroitinos blancos como la última «esperanza blanca» en una ciudad con una creciente población negra. Después de derrotar al primer candidato negro del Ayuntamiento de Detroit, Richard Austin, en 1969, Gribbs creó Stop the Robberies, Enjoy Safe Streets (STRESS, en español, Detener los Robos, Disfrutar de las Calles Seguras), una unidad de policía secreta y de élite.
STRESS usó una táctica llamada «operación señuelo», en la que un oficial de policía intentó atrapar a potenciales delincuentes en una operación encubierta. Desde su inicio, STRESS prácticamente ignoró a los delincuentes blancos y, en cambio, centró sus operaciones en las comunidades negras. STRESS aumentó las confrontaciones entre la comunidad negra y la policía. Por ejemplo, durante su primer año de funcionamiento, el Departamento de Policía de Detroit tuvo «el mayor número de homicidios civiles por habitante de cualquier departamento de policía estadounidense.» La unidad fue acusada de realizar 500 redadas sin el uso de órdenes de allanamiento.
Los grupos comunitarios no tardaron en comenzar a responder a las actividades de STRESS. El 23 de septiembre de 1971, se formó el Comité del Estado de Emergencia para protestar por los homicidios, y miles de personas marcharon para exigir la abolición del STRESS.
En la cultura popular
Varias canciones se refieren principalmente a los disturbios. La más destacada fue «Black Day in July», escrita y cantada por el cantante y compositor canadiense Gordon Lightfoot para su álbum de 1968 Did She Mention My Name? Otros incluyen la canción de 1967 «The Motor City Is Burning» de John Lee Hooker, que también fue grabada por MC5 en su álbum de 1969 Kick Out the Jams; «Panic in Detroit», del álbum de David Bowie de 1973 Aladdin Sane; el sencillo de The Temptations de 1970, «Ball of Confusion (That's What the World Is Today)»; «What's Happening Brother» de Marvin Gaye de su álbum de 1971 What's Going On y la canción principal del productor de Detroit y DJ Moodymann de 2008, EP Det.riot '67, con grabaciones de audio muestreadas de boletines informativos sobre los disturbios.
Un episodio de Star Trek: la serie original, Que ése sea su último campo de batalla, utilizó imágenes de edificios en llamas de los disturbios de Detroit en 1967 para dramatizar una guerra planetaria entre dos facciones de aspecto humanoide. Unos era de color negro en el lado izquierdo y blanco en el derecho, y los otros al contrario. Estas razas alienígenas estuvieron representadas por las estrellas invitadas Frank Gorshin y Lou Antonio.
La novela de Judy Blume de 1970, Iggie's House, que trata sobre cuestiones de odio racial que surge de una familia afroamericana que se muda a un vecindario predominantemente blanco, también hizo referencia a los disturbios. La protagonista del libro, Winnie, comienza a hablar involuntariamente mal con sus nuevos vecinos, los Garbers (que acaban de mudarse de Detroit), al preguntarle a los tres hijos de la familia si participaron en alguno de los saqueos.
Los disturbios también fueron representados en las películas Dreamgirls y Across the Universe.
El episodio del 7 de diciembre de 2010 de la serie Detroit 1-8-7 en ABC transmitió tomas de archivo y fotos de Detroit durante los disturbios de 1967. La historia principal del episodio describió un descubrimiento de 2010 de un cuerpo masculino negro y un cuerpo femenino blanco en un refugio antiaéreo construido bajo un edificio quemado durante los disturbios. En realidad, había dos personas, mencionadas anteriormente, que perdieron la vida en el sótano de un edificio que fue incendiado.
Middlesex, una novela de Jeffrey Eugenides, tiene una narración detallada de los disturbios, y hace algunos comentarios sociales sobre los mismos. La novela de Joyce Carol Oates, them, ganadora del Premio Nacional del Libro de 1969, concluye con los disturbios de Detroit. El libro de John Hersey, The Algiers Motel Incident, es un relato basado en los hechos de un incidente que ocurrió durante los disturbios.
En agosto de 2017 se estrenó en Estados Unidos la película Detroit, dirigida por Kathryn Bigelow, y basada en el libro de John Hersey, que recrea lo sucedido en la masacre del motel Algiers durante los cinco días de disturbios.
Arte influenciado por los disturbios
Bellas artes
Muchas obras de arte fueron creadas en respuesta a los eventos de 1967. Muchos de ellos han sido incluidos en la exhibición "Art of Rebellion: Black art of the civil rights movement" (2017), organizada por Valerie J. Mercer. Black Attack (1967) es una obra que fue pintada por el artista abstracto de Detroit Allie McGhee inmediatamente después del evento. El trabajo incluye «amplios trazos de color que parecen espontáneos, dando forma a los recuerdos del artista sobre la fuerza y la determinación de los negros que enfrentaban una intensa oposición al cambio.»
En 2017, la artista con sede en Detroit Rita Dickerson creó 1967: Death in the Algiers Motel and Beyond. En la obra Dickerson «representa el motel Algiers y los retratos de tres jóvenes negros fallecidos allí a manos de la policía. Debajo de los retratos aparecen los nombres de los hombres y mujeres que han muerto en los últimos años en encuentros con la policía, subrayando el hecho de que la brutalidad policial continúa le cuesta la vida a la gente negra.»
Arte literario
El poeta y dramaturgo, Bill Harris, escribió sobre la condición de la Comunidad Negra de Detroit, conocida como DBC, después de julio de 1967, en Detroit a young guide to the city. El libro fue editado por Sheldon Annis y publicado por Speedball Publications en 1970.
Artes escénicas
Dos obras teatrales en base a testimonios de primera mano se llevaron a cabo en 2017. "Detroit '67" presentó los recuerdos de cinco personas que estuvieron en los disturbios, ofrecido en el Museo de Historia Afroamericana Charles H. Wright por la Secret Society of Twisted Storytellers. "AFTER/LIFE", presentado en el Joseph Walker Williams Recreation Center, recreó los eventos desde la perspectiva de las mujeres y las niñas.
Imágenes
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24 de julio de 1967. El presidente Lyndon B. Johnson (sentado, en primer plano) confiere con (de derecha a izquierda): el asesor W. Marvin Watson, el director del FBI J. Edgar Hoover, el secretario Robert McNamara, el general Harold Keith Johnson, el asistente Joe Califano, y el Secretario del Ejército Stanley Rogers Resor, sobre como responder a los disturbios.
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Black Bottom, el centro de la comunidad negra, fue reemplazado por el Lafayette Park. Su pérdida provocó tensiones raciales debido a la trastorno de las redes comunitarias y la pérdida de viviendas.
Véase también
En inglés: 1967 Detroit riot Facts for Kids