Castillo de Arbeteta para niños
Datos para niños Castillo de Arbeteta |
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Bien de interés cultural | ||
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Ubicación | ||
País | ![]() |
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Comunidad | ![]() |
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Provincia | ![]() |
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Localidad | Arbeteta | |
Ubicación | Roquero | |
Coordenadas | 40°40′21″N 2°23′59″O / 40.6725, -2.39972222 | |
Características | ||
Tipo | Alcázar | |
Período en uso | Siglos X-XVI | |
Materiales | piedra, cal y canto | |
Perímetro | 120 m | |
Estado | En ruina consolidada | |
Uso actual | Vivienda en uso | |
Propietario | Propiedad privada | |
Historia | ||
Comandantes | Alonso Osorio | |
Ocupantes | Luis de la Cerda | |
El Castillo de Arbeteta es una antigua fortificación ubicada en España. Se encuentra en la localidad de Arbeteta, en la provincia de Guadalajara. Este castillo está construido sobre un barranco, junto al arroyo de la Rambla.
Contenido
¿Cómo es el Castillo de Arbeteta?
El Castillo de Arbeteta es un tipo de fortaleza llamada alcázar. Tiene una forma cuadrada y cuenta con una gran torre. Dentro del castillo, las construcciones se apoyaban en los muros, dejando un patio central. En el suelo de este patio, aún se puede ver un aljibe, que es un depósito de agua tallado en la roca.
Antiguamente, el castillo estaba rodeado por un foso, una zanja profunda llena de agua o seca para protegerlo. Para entrar, se usaba un puente levadizo. Hoy en día, el acceso es por un paso estrecho que antes estaba cortado para el foso. Hacia el lado del barranco, hay una pequeña puerta secreta llamada poterna.
El primer duque de Medinaceli hizo importantes cambios en el castillo. Abrió grandes ventanas en los muros del lado norte, que dan al barranco. También añadió defensas para armas de fuego y una pequeña garita (una especie de caseta de vigilancia) con una abertura para disparar.
Historia del Castillo de Arbeteta
Orígenes Antiguos del Castillo
Se cree que el Castillo de Arbeteta es muy antiguo. Por su forma y materiales, se piensa que fue construido al menos en el Siglo X, quizás sobre los restos de una fortaleza aún más vieja. La parte sur del castillo, donde está la torre principal que protege la entrada, muestra un estilo de construcción que sugiere un origen árabe.
Esto indica que el castillo era una fortaleza secundaria. Formaba parte de una línea de defensa que protegía por el norte el Califato de Córdoba. Dependía de la Marca Media, cuya capital estaba en Medinaceli. Arbeteta se encontraba en una zona clave durante los siglos de la Edad Media, donde se enfrentaban el Califato de Córdoba y el Reino de Castilla. Esto fue especialmente importante entre la conquista de Toledo en 1085 y la batalla de las Navas de Tolosa en 1212.
El objetivo principal de quienes construyeron el castillo era proteger uno de los pocos caminos que cruzaban el Alto Tajo y la sierra de Cuenca. Este camino conectaba Cuenca con el norte de Castilla, lo que era vital para el comercio de ovejas y lana.
El Castillo y el Concejo de Cuenca
Dejando a un lado algunas historias que dicen que el castillo perteneció a los caballeros de la Orden de San Juan, los primeros documentos que lo mencionan son del Siglo XII. En 1190, el Rey Alfonso VIII entregó varias aldeas, incluyendo Arbeteta, al Concejo de Cuenca. Un concejo era una especie de ayuntamiento con mucho poder en la Edad Media.
Así, Arbeteta y su castillo pasaron a ser parte del poderoso Concejo de Cuenca. Este concejo era muy importante en la Reconquista y repoblación del sur del Duero. Tenía una gran fuerza militar y colonizadora, y por eso controlaba una extensa área alrededor de la ciudad de Cuenca, que había sido reconquistada en 1177.
Conflictos y Cambios de Dueño
A mediados del Siglo XIII, la expansión de Cuenca se detuvo. Poco después, las familias nobles de la zona, como los Carrillo, Albornoz, Mendoza y Acuña, empezaron a presionar para quedarse con tierras y derechos del concejo. Esto ocurrió especialmente en la parte norte de la Sierra, que tenía pastos muy importantes para el invierno. Cuenca tuvo que luchar mucho para defender sus territorios.
Estos conflictos se hicieron más fuertes en el Siglo XV, debido a las luchas internas y la debilidad del gobierno en Castilla. Tres nobles importantes aprovecharon esta situación: Pero Carrillo de Albornoz, Lope Vázquez de Acuña y el Conde de Medinaceli. El Siglo XV fue un tiempo de mucha tensión en toda la serranía de Cuenca.
En este contexto, Arbeteta, que era una pequeña aldea gobernada por el Concejo de Cuenca, fue atacada por un noble poderoso del norte de Soria: el Conde de Medinaceli. Él quería expandir sus tierras hacia el sur para competir con la influencia de los Mendoza de Guadalajara. También quería controlar los pastos y las rutas de la lana entre Soria y Cuenca.
El Castillo de Arbeteta cayó en manos del Conde de Medinaceli en 1469. Se cree que fue por una traición del alcaide (el encargado del castillo), Alfonso Bordello. El Concejo de Cuenca intentó recuperar el castillo, pero las fuerzas del Conde de Medinaceli y sus aliados atacaron la propia ciudad de Cuenca.
Finalmente, los Reyes Católicos reconocieron el dominio del Conde de Medinaceli sobre Arbeteta. En 1477, le concedieron a Luis de la Cerda, quinto conde de Medinaceli, el señorío sobre Arbeteta, su fortaleza y sus tierras. Esto consolidó el gran poder del duque de Medinaceli sobre las tierras del Alto Tajo.
El Regreso al Dominio Real
Después de muchos años de problemas en la región, el quinto conde y primer duque de Medinaceli falleció en 1501. La villa de Arbeteta juró lealtad a su nuevo señor, Juan de la Cerda, el segundo duque de Medinaceli, en noviembre de 1501.
Sin embargo, el pueblo y el castillo no permanecieron mucho tiempo bajo el control de la Casa de Medinaceli. La ciudad de Cuenca pidió a la Corona que interviniera. Así, la Corona y el segundo duque de Medinaceli llegaron a un acuerdo. A cambio de otras compensaciones, Arbeteta volvió al "realengo", es decir, al dominio directo del Concejo de Cuenca.
Desde entonces, durante los siglos XVI y XVII, la Corona nombró a los alcaides del Castillo de Arbeteta. Les pagaban un salario anual y una cantidad de trigo y cebada. Entre estos alcaides estuvieron Alonso Osorio, un capitán de los Reyes Católicos, y Diego de Zúñiga, cazador del rey Felipe el Hermoso. También fue alcaide Antonio Domingo de Mendoza Caamaño y Sotomayor, un importante noble y embajador.