robot de la enciclopedia para niños

Acedia (religión) para niños

Enciclopedia para niños

Acedia, también conocida como acedía, es una palabra que viene del latín acidia, que a su vez se originó del griego antiguo "ἀκηδία". Esta palabra griega significa la negación de kêdos, que quiere decir "cuidado". Por eso, su significado original es "descuido" o "falta de cuidado".

En la Antigua Grecia, akidía se refería a un estado de inactividad, sin preocupaciones ni dolor. Más tarde, en los inicios del cristianismo, los primeros monjes usaron este término para describir un estado espiritual de apatía y tedio. Con el tiempo, el término adquirió un significado moral más fuerte dentro del cristianismo. En la época moderna, algunos escritores han retomado la palabra, relacionándola con sentimientos de gran tristeza o desánimo.

¿Qué significaba Acedia en la Antigua Grecia?

En la Antigua Grecia, acedia significaba originalmente indiferencia o descuido, tal como lo indica su origen de "falta de cuidado". Por ejemplo, en la Ilíada de Homero, se usa para describir a soldados que no prestan atención a un compañero o al cuerpo de Héctor que yacía sin ser atendido. Hesíodo también la usó para referirse a alguien "indiferente". Algunos expertos, como Peter Toohey, sugieren que incluso en la Antigüedad, acedia ya se relacionaba con un tipo de desánimo profundo.

¿Cómo se entendía la Acedia en el Cristianismo Primitivo?

Archivo:Kecske-templom 22
La Acedia es representada como un hombre dormido junto a un murciélago en la Iglesia de la Cabra en Sopron, Hungría.

Los teólogos y escritores de los primeros tiempos del cristianismo interpretaron la acedia de varias maneras. La vieron como una mezcla de estados psicológicos y comportamientos, como la pereza, la apatía, el tedio (aburrimiento extremo) o el abatimiento.

El "demonio del mediodía" y la tentación

En las comunidades monásticas primitivas, la acedia era considerada un problema importante. A finales del siglo IV, Evagrio Póntico, un monje, la describió como "el más problemático de todos" los malos pensamientos. Él y otros pensadores de la época veían la acedia como una tentación peligrosa.

Juan Casiano, otro monje del desierto, la llamó "el demonio del mediodía". Describió cómo un monje afectado por la acedia se sentía inquieto y apático:

  • Miraba a su alrededor con ansiedad.
  • Suspiraba porque nadie venía a verlo.
  • Entraba y salía de su celda con frecuencia.
  • Miraba el sol, como si se pusiera demasiado lento.
  • Una especie de confusión mental y una oscuridad desagradable se apoderaban de él.

Acedia como pereza en la Edad Media

En la tradición latina medieval, la acedia se asoció comúnmente con la pereza, uno de los siete pecados capitales. La Regla de san Benito, que guiaba la vida de los monjes, establecía que un monje que mostrara signos de acedia debía ser reprendido. Si no cambiaba, se le aplicaba un castigo para que los demás aprendieran.

La Acedia en la Edad Media

Según el Diccionario Oxford Conciso de la Iglesia Cristiana, a principios del siglo V, la acedia se convirtió en un término técnico en el ascetismo cristiano. Significaba un estado de inquietud e incapacidad para trabajar o rezar. No solo los monjes y teólogos hablaban de este vicio, sino que también aparecía en escritos de personas comunes.

La Acedia en la literatura medieval

La acedia aparece en la Divina Comedia de Dante Alighieri, no solo como un pecado que se castiga, sino como el pecado que casi lleva a Dante al infierno. El párroco de Geoffrey Chaucer también incluyó la acedia en su lista de vicios, conectándola con la ira y la envidia:

  • "Porque la envidia ciega el corazón del hombre, y la ira perturba al hombre; y la acedia lo vuelve pesado, pensativo y furioso."
  • "La envidia y la ira causan amargura en el corazón; esa amargura es el origen de la acedia, y le quita el amor a toda bondad."

La visión de Tomás de Aquino sobre la Acedia

Tomás de Aquino, un importante teólogo del siglo XIII, analizó la acedia en su obra Suma teológica. Él la identificó con el "dolor del mundo", que puede llevar a la pérdida de la esperanza. La contrastó con el "dolor según Dios" que menciona San Pablo.

Para Santo Tomás de Aquino, la acedia es "dolor por el bien espiritual, en la medida en que es un bien divino". Se convierte en un pecado grave cuando la razón de una persona acepta "huir" del bien divino, porque los deseos del cuerpo dominan al espíritu. La acedia es, en esencia, una huida de lo espiritual, que lleva a la persona a dejar de preocuparse por lo que es bueno. En casos extremos, esta desesperación puede llevar a una persona a perder toda esperanza.

Tomás de Aquino también explicó que la acedia se opone directamente a la "alegría espiritual", que está relacionada con la caridad. Él decía que "un opuesto se conoce a través del otro, como las tinieblas a través de la luz. De ahí que también lo que es el mal debe conocerse por la naturaleza del bien".

El regreso del término Acedia

El término acedia casi dejó de usarse comúnmente a principios del siglo XX. En el Oxford English Dictionary de 1933, la palabra accidie fue declarada obsoleta. Sin embargo, a mediados del siglo XX, después de las dos guerras mundiales, el concepto de acedia volvió a ser relevante. Ya no era solo un tema de teólogos, sino que apareció en textos de escritores como Aldous Huxley e Ian Fleming.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Sloth (deadly sin) Facts for Kids

kids search engine
Acedia (religión) para Niños. Enciclopedia Kiddle.