Tántalo (padre de Pélope) para niños
En la mitología griega, Tántalo (en griego antiguo Τάνταλος Tántalos) era un hijo de Zeus o Tmolo y de la oceánide Pluto, rey de Frigia o del monte Sípilo en Lidia (Asia Menor). Se convirtió en uno de los habitantes del Tártaro, la parte más profunda del Inframundo, reservada al castigo de los malvados.
Fue padre de Pélope y Níobe con Eurianasa o bien con la híade Dione. También se citan como hijos suyos a Broteas y Dáscilo.
La historia de Tántalo
Se conoce a Tántalo por ser invitado a banquetes por los dioses. Jactándose de ello entre los mortales, fue revelando los secretos que había oído en la mesa y, no contento con eso, robó algo de néctar y ambrosía y lo repartió entre sus amigos. En una versión minoritaria incluso fue el responsable de rapto de Ganimedes.
Tántalo quiso corresponder a los dioses y les invitó a un banquete que organizó en el monte Sípilo. Cuando la comida empezó a escasear, decidió ofrecer a su hijo Pélope. Los dioses, que de inmediato lo advirtieron, evitaron tocar la ofrenda. Solo Deméter, trastocada por la reciente pérdida de su hija Perséfone, «no se percató de lo que era». Zeus ordenó a Hermes que sacara el alma del muchacho del Hades y reconstruyera el cuerpo de Pélope. Las moiras le dieron vida de nuevo y así obtuvo nuevas cualidades. Para reforzar su iniciación en los misterios divinos, Poseidón secuestró al nuevo Pélope y lo llevó al Olimpo.
La paciencia de los dioses se acabó cuando Pandáreo robó el mastín de oro —que le había hecho Hefesto a Rea para que cuidara del recién nacido Zeus— y se lo dio a Tántalo para que lo ocultara. Una vez pasada la alarma inicial sin que se supiera nada del perro, Pandáreo le pidió que se lo devolviera, pero Tántalo le juró por Zeus que nunca había oído hablar de él. Escandalizado Zeus por el perjurio o por el robo derribó a Tántalo con un rayo y puso sobre su cabeza el monte Sípilo.
Después de muerto, Tántalo sufre eternamente en el Tártaro. En lo que actualmente es un ejemplo proverbial de tentación sin satisfacción, su castigo consistió en estar en un lago con el agua a la altura de la barbilla (otras versiones del mito se refieren a la rodilla o la cadera), bajo un árbol de ramas bajas repletas de frutas. Cada vez que Tántalo, desesperado por el hambre o la sed, intenta tomar una fruta o sorber algo de agua, estos se retiran inmediatamente de su alcance. Además pende sobre él una enorme roca oscilante que amenaza con aplastarle.
Véase también
En inglés: Tantalus Facts for Kids