Supresión de la Compañía de Jesús para niños

La supresión de la Compañía de Jesús fue una decisión tomada en 1773 por el papa Clemente XIV. Esto ocurrió debido a la fuerte presión de varios reyes católicos. Entre ellos estaban el rey Carlos III de España, quien ya había expulsado a los jesuitas de sus territorios seis años antes. También presionaron Luis XV de Francia, que los había expulsado en 1762, y el rey de Nápoles, hijo de Carlos III. Además, el rey de Portugal también había expulsado a los jesuitas en 1759.
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¿Por qué los jesuitas fueron expulsados?
A mediados del siglo XVIII, los jesuitas fueron expulsados de la mayoría de los reinos católicos importantes. Solo el Imperio Austríaco no los expulsó. En 1759, salieron del reino de Portugal y de su colonia en Brasil. En 1762, fueron expulsados del reino de Francia. Finalmente, en 1767, salieron del reino de España.
En España, el rey Carlos III emitió la Pragmática Sanción de 1767. Esta ordenó la expulsión de los jesuitas. El 2 de abril de 1767, los soldados rodearon las 146 casas de los jesuitas al amanecer. Un total de 2.641 jesuitas tuvieron que dejar España. Otros 2.630 salieron de los territorios españoles en América. El papa Clemente XIII tuvo que aceptarlos en los Estados Pontificios. Esto ocurrió después de que Francia ocupara la isla de Córcega, de donde también fueron expulsados.
La presión sobre el Papa para disolver la orden
El papa Clemente XIII se resistió a las peticiones de Carlos III y de los otros reyes de la familia Borbón, así como del rey de Portugal. Él no quiso disolver la orden de los jesuitas. Sin embargo, cuando Clemente XIV fue elegido como su sucesor, la situación cambió. Se sabía que Clemente XIV no tenía mucho aprecio por los jesuitas.
No está del todo claro por qué Carlos III presionó tanto al papa para que disolviera la orden. De hecho, él se convirtió en el líder de esta "batalla" entre los monarcas católicos. El historiador del siglo XIX Manuel Danvila mencionó varias ideas, pero no llegó a una conclusión. Él sugirió que Carlos III pudo haber temido por su vida y la de su familia. También pudo haber creído que las ideas de los jesuitas no eran compatibles con la paz de sus reinos y con sus nuevas políticas.
El historiador Antonio Domínguez Ortiz cree que algunas cartas de Carlos III dan pistas sobre sus motivos. Por ejemplo, en marzo de 1773, escribió a su antiguo ministro en el reino de Nápoles, Tanucci:
Te doy la gustosa e importante noticia para nuestra santa religión y para toda nuestra familia de haberme enviado el papa la minuta de la bula de la extinción de los jesuitas... Demos muy de veras gracias a Dios, pues con esto nos da mucha quietud en nuestros Reinos, y la seguridad de nuestras personas, que no podía haber sin esto
En otra carta a Luis XV, por las mismas fechas, Carlos III se alegraba de una medida que "debe producir mucha tranquilidad en nuestros Estados y extinguir el espíritu de partido". En septiembre, después de la disolución, volvió a escribir al rey de Francia. Le dijo que no tenía nada en contra de los jesuitas como personas. Sin embargo, como grupo, ellos fomentaban la división en los Estados y apoyaban ideas que eran dañinas para los reyes y la paz de sus pueblos.
Antonio Domínguez Ortiz concluye que lo que Carlos III temía de la Compañía de Jesús era lo mismo que sus ministros, como Campomanes, le habían dicho después del Motín de Esquilache. Creían que los jesuitas eran los responsables de los problemas y que no habría paz mientras ellos estuvieran. Así, los motivos eran puramente políticos. Se nota el gran impacto que el motín tuvo en el rey. Fue tan profundo que siempre tuvo miedo de un ataque contra él o su familia.

El primer enviado de Carlos III a Roma, el arzobispo de Valencia Tomás Azpuro, solo logró resultados parciales. El papa se negaba a la disolución. Por eso, Carlos III lo reemplazó con José Moñino. Moñino llegó a Roma en junio de 1772 con instrucciones muy claras y mucho poder. Moñino, "al principio con buenas maneras, y luego con palabras duras y amenazas de castigos, acosó al papa". Finalmente, logró su objetivo. Por esto, Carlos III le dio el título de conde de Floridablanca y lo hizo su ministro de confianza. Además, Carlos III dio "recompensas a don José Nicolás de Azara, procurador general de la Corte en Roma, al cardenal Zelada, al confesor del papa y a otras personas que habían ayudado en la disolución".
El documento del Papa
En agosto de 1773, el papa Clemente XIV publicó el documento Dominus ac Redemptor. En él, decretó la disolución de la Compañía de Jesús. También ordenó que los jesuitas se convirtieran en miembros del clero secular (sacerdotes que no pertenecen a una orden religiosa). Algunos jesuitas encontraron refugio en el reino de Prusia y en el Imperio ruso. Allí fueron recibidos por sus reyes, quienes se negaron a obedecer la orden del papa. En esos dos estados, los jesuitas pudieron sobrevivir, aunque con dificultades. La orden fue restaurada el 7 de agosto de 1814, con el nombramiento de Tadeusz Brzozowski como superior general.
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Véase también
En inglés: Suppression of the Society of Jesus Facts for Kids