Simón el Mago para niños
Datos para niños Simón el Mago |
||
---|---|---|
![]() |
||
Información personal | ||
Nombre en griego | Σίμων ὁ μάγος | |
Nacimiento | Siglo I Samaria (Estado de Palestina) |
|
Fallecimiento | 65 Roma (Imperio romano) |
|
Religión | Gnosticismo | |
Información profesional | ||
Ocupación | Spiritual teacher y mago | |
Simón el Mago, también conocido como Simón de Gitta, fue un líder religioso de la región de Samaria. Es mencionado en textos cristianos antiguos. Algunas fuentes lo describen como un seguidor del Gnosticismo, una corriente de pensamiento que existió en los primeros siglos después de Cristo.
Las referencias a Simón el Mago se encuentran en el libro bíblico de los Hechos de los Apóstoles (capítulo 8, versículos 9-24). También aparece en escritos de importantes figuras cristianas como Justino Mártir, Ireneo de Lyon e Hipólito de Roma. Además, se le menciona en textos no incluidos en la Biblia, como los Hechos de Pedro y la "literatura clementina". No se sabe con certeza si todas estas historias se refieren a la misma persona o a diferentes individuos.
Contenido
¿Quién fue Simón el Mago?
La historia más conocida sobre Simón el Mago se encuentra en los Hechos de los Apóstoles. Este relato cuenta que Simón era un practicante de magia en Samaria. Se dice que se convirtió al cristianismo después de escuchar a Felipe el Evangelista.
Cuando los apóstoles Pedro y Juan visitaron Samaria, Simón les ofreció dinero. Quería obtener el poder de transmitir el Espíritu Santo a otras personas. Los apóstoles rechazaron su propuesta con asombro. De este episodio viene la palabra "simonía". Esta palabra se usa para describir la acción de pagar por obtener cargos o beneficios religiosos.
¿Qué leyendas existen sobre Simón el Mago?
Un texto cristiano antiguo llamado Hechos de Pedro narra una leyenda sobre Simón el Mago. Según esta historia, Simón estaba en Roma mostrando sus habilidades mágicas. Se dice que voló en el Foro Romano ante el emperador romano Nerón para demostrar que era divino.
Los apóstoles Pedro y Pablo oraron a Dios para que detuviera su vuelo. La leyenda cuenta que Simón cayó al suelo y fue atacado con piedras. Otra versión de esta historia, mencionada por Cirilo de Jerusalén (en el año 346 d.C.), dice que Simón volaba en un carro tirado por seres sobrenaturales. Cuando Pedro y Pablo oraron, Simón cayó muerto al suelo.
¿Cómo lo veían sus seguidores?
Para el simonianismo, un antiguo grupo que seguía las ideas de Simón, él era considerado una figura divina en forma humana. Creían que Simón era muy importante y que tenía un gran poder.
Diferentes puntos de vista sobre Simón
Las distintas fuentes que hablan de Simón el Mago lo presentan de maneras muy diferentes. Esto ha llevado a debates sobre si todas las referencias se refieren a la misma persona.
Si asumimos que todas las fuentes hablan del mismo personaje, la mención más antigua está en el capítulo 8 de los Hechos de los Apóstoles. Este texto describe a Simón el Mago como alguien que practicaba la magia en la ciudad de Sebaste, en Samaria. Se convirtió al cristianismo por Felipe, pero luego intentó comprar a los Apóstoles para obtener el poder del Espíritu Santo.
Justino e Ireneo y el mito de Elena
San Justino mártir e Ireneo (en su obra Contra las Herejías) cuentan un mito sobre Simón y una mujer llamada Elena. Según este mito, que era central para los seguidores de Simón, al principio de los tiempos, Dios tuvo un primer pensamiento. Este pensamiento era una figura femenina llamada Ennoia o Sophia. De este pensamiento surgieron los ángeles.
Los ángeles se rebelaron contra Ennoia y crearon el mundo, convirtiéndolo en una prisión para ella. Desde entonces, Ennoia se reencarnó muchas veces en cuerpos humanos, y en cada ocasión sufrió dificultades. Entre sus reencarnaciones se encontraba Helena de Troya. Finalmente, se reencarnó como Elena, una mujer que había sido esclava en la ciudad fenicia de Tiro.
Simón el Mago, según el mito, descendió a la Tierra para rescatar a su Ennoia. Después de liberarla, viajó con ella. Él se proclamaba a sí mismo como una manifestación de Dios y a Elena como su Ennoia. Prometía que el mundo creado por los ángeles rebeldes sería disuelto. Aquellos que confiaran en él y en Elena regresarían con ellos a los mundos superiores.
Justino e Ireneo también mencionan que Simón venía de la ciudad samaritana de Gitta. Dicen que los seguidores de Simón adoraban a Simón como si fuera Zeus y a Elena como si fuera Atenea. También se dice que el emperador Claudio levantó una estatua a Simón en una isla del río Tíber con la inscripción "A Simón, el Dios Santo". Sin embargo, en el siglo XVI, se encontró en esa misma isla una estatua dedicada a Semo Sancus, una deidad de los sabinos. Esto ha llevado a muchos expertos a creer que Justino pudo haber confundido al dios Semoni Sancus con Simón el Mago.
Hipólito y el simonianismo
Hipólito, en su obra Philosophumena, ofrece más detalles sobre las creencias del simonianismo. Incluye ideas sobre cómo las divinidades se manifestaban y cómo interpretaban el Antiguo Testamento. Algunos piensan que la versión de Hipólito del simonianismo es más compleja y se desarrolló después de la época de Simón. Creen que las ideas originales de este grupo eran más sencillas, parecidas a lo que contaron Justino Mártir e Ireneo.
Gnosticismo y Simón el Mago
En el primer siglo, un hombre llamado Dositeo fundó un grupo en Samaria. Uno de sus estudiantes, Simón de Gitta, conocido como "el mago", se hizo muy importante en el grupo. Simón decía que tenía grandes poderes, como hacerse invisible o atravesar montañas. Se proclamaba como "El Gran Poder".
Con el tiempo, Simón el Mago se convirtió en el líder de este grupo, que empezó a tener características del Gnosticismo. En el centro de este nuevo grupo estaban Simón el Mago y Elena. Ambos eran vistos como seres espirituales que habían descendido a la Tierra.
El mensaje de Simón era que Dios el Padre tenía un primer pensamiento, llamado Ennoia o Espíritu Santo. Este Espíritu Santo descendió a los reinos inferiores y creó a los ángeles. Pero los ángeles sintieron celos del Espíritu Santo y lo atraparon en un cuerpo material. Así, el Espíritu Santo quedó sujeto a los ciclos de nacimiento y muerte, reencarnándose en cuerpos humanos.
Simón se declaró a sí mismo como una manifestación de Dios, que había venido a la Tierra para liberar al Primer Pensamiento de su prisión. Simón buscó su Espíritu perdido y, cuando la encontró, se unió a ella. Esta mujer era Elena, quien había estado atrapada en un cuerpo humano. Este mito es una forma de explicar que el espíritu de las personas puede sentirse atrapado en sus cuerpos materiales. La liberación del espíritu, según Simón, venía de la enseñanza que él ofrecía.
Simón también enseñaba que la Torá (los textos sagrados) estaba equivocada. Decía que Dios el Padre no era el autor de la Torá, sino que su origen estaba en uno de los ángeles menos importantes. Entre los rituales que Simón y Elena organizaron estaba el bautismo. También enseñaban a memorizar y pronunciar los nombres de ciertos ángeles para tener poder sobre ellos.