Revolución del 5 de septiembre de 1811 en Concepción para niños

La Revolución del 5 de septiembre de 1811 en Concepción fue un importante evento político en la ciudad de Concepción, Chile. Fue impulsada por Juan Martínez de Rozas, un líder patriota. El motivo principal fue un desacuerdo sobre la cantidad de representantes que la ciudad de Santiago tenía en el Primer Congreso Nacional. Santiago tenía 12 diputados, cuando se había acordado que solo tendría 6.
Esto llevó a que el Cabildo (una reunión importante de vecinos) de Concepción decidiera quitarles el cargo a sus propios diputados. Pensaron que estos diputados no habían defendido los intereses de Concepción ni habían protestado por la irregularidad de Santiago. Lo curioso es que, mientras esto pasaba en Concepción, no sabían que el día anterior había ocurrido un evento similar en Santiago, el primer golpe de Estado de José Miguel Carrera. Cuando se enteraron de ambos movimientos, la gente se tranquilizó al ver que todos buscaban lo mismo: el avance de las ideas patriotas.
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¿Qué pasaba en el Congreso antes de Rozas?
Algunos historiadores ven la política chilena de 1810 y 1811 como una disputa entre los seguidores de Martínez de Rozas (rocistas) y sus oponentes (antirrocistas). Los rocistas querían un gobierno fuerte. Muchos de ellos luego apoyarían a Bernardo O'Higgins. Los antirrocistas preferían que el pueblo tuviera más participación y que el gobierno tuviera menos poder.
¿Por qué Martínez de Rozas perdió apoyo?
Martínez de Rozas no era muy popular entre la gente importante de Santiago. Se le criticaba por varias acciones pasadas. Además, en las elecciones para el Congreso Nacional, su grupo perdió en Santiago. La situación empeoró porque Santiago aumentó sus representantes de 6 a 12, lo que hizo la derrota de Rozas aún más grande.
Después de esto, el liderazgo de la oposición a los antirrocistas pasó a la familia Larraín, conocidos como los Ochocientos. Martínez de Rozas intentó organizar un plan secreto para imponer sus ideas, pero no tuvo éxito. Al ver que no podía lograr sus objetivos en Santiago, Rozas y otros diputados se retiraron del Congreso el 9 de agosto.
El viaje de Rozas a Concepción
Martínez de Rozas dejó Santiago el 13 de agosto, convencido de que no podía superar a los grupos moderados y realistas. Llegó a Concepción el 25 de agosto, donde fue muy bien recibido por sus amigos. Su objetivo era iniciar un movimiento en el sur, que se concretaría el 5 de septiembre.
La denuncia de Rozas en Concepción
Una vez en Concepción, Rozas rápidamente comenzó a hablar sobre las injusticias del Congreso. Destacó que Santiago tuviera 12 diputados y que los representantes de Concepción no hubieran hecho nada al respecto. Cuando Rozas anunció que los 12 diputados de su grupo se habían retirado del Congreso, fray Antonio Orihuela criticó a la gente poderosa de Santiago. Sus palabras motivaron mucho a los patriotas de Concepción.
El gobernador de Concepción, el coronel Pedro José Benavente, ya sabía lo que pasaba en Santiago. No se opuso a las quejas de la gente de Concepción. Así, el 2 de septiembre, 141 patriotas se reunieron en casa de Manuel Vásquez de Novoa. Le pidieron al Gobernador que convocara un Cabildo Abierto para que el pueblo pudiera buscar soluciones a esta injusticia.
El gobernador Benavente aceptó y decretó que el Cabildo se realizaría el 5 de septiembre. Los vecinos de la ciudad fueron invitados a expresar sus quejas. El Cabildo se llevó a cabo ese día, sin que en Concepción supieran lo que había ocurrido el día anterior en Santiago.

El Cabildo y la Junta de Gobierno
La destitución de los diputados
El Cabildo se reunió temprano el 5 de septiembre, con más de 180 personas presentes. La gente se quejó de la conducta de sus diputados, quienes no habían hecho nada ante el aumento de representantes de Santiago. También se les reprochó que se opusieran a que Concepción tuviera un lugar en el Poder Ejecutivo. Los asistentes sintieron que sus diputados los habían traicionado y les quitaron sus poderes. Se les dio un plazo de 40 días para presentarse ante el Cabildo. Si no lo hacían, sus bienes serían confiscados.
Después de destituir a los diputados, el Cabildo eligió nuevos representantes. Por aclamación, fueron elegidos el padre Orihuela y Francisco de la Lastra. Como suplentes, se designó a José de la Cruz, Francisco Binimelis y José Jiménez Tendillo. Sin embargo, solo el padre Orihuela se unió al Congreso.
La Junta Provisional Gubernativa
El siguiente paso fue formar una Junta que gobernara en Concepción. Esta Junta actuaría como un contrapeso a lo que había ocurrido en Santiago antes del 4 de septiembre. El gobernador Benavente fue confirmado en su cargo y nombrado Presidente de esta nueva Junta. Los otros cuatro miembros de la Junta fueron Martínez de Rozas, Vásquez de Novoa, Luis de la Cruz y Bernardo Vergara. Santiago Fernández sería el secretario.
Aunque esta Junta no buscaba una separación total de Santiago, sí quería tener mucha autonomía. Se declaró "dependiente del gobierno representativo que se organice en la capital", pero al mismo tiempo tendría la autoridad de un gobernador y podría nombrar a todas las personas en cargos importantes de la provincia.
Como las noticias entre Santiago y Concepción estaban desfasadas, el Cabildo de Concepción también declaró "nulo e inconstitucional" el cargo de Francisco Javier del Solar en la Junta Ejecutiva de Santiago. En su lugar, nombraron a Manuel de Salas, quien había defendido con fuerza el derecho de Concepción a tener un puesto en la Junta.
Otras decisiones del Cabildo Abierto
- Se prohibió a los diputados pedir empleos, dinero o regalos mientras estuvieran en el cargo y hasta un año después de terminar el Congreso.
- Se declaró "sospechosos a la patria" a quienes intentaran dividir las provincias del reino, considerándolos traidores.
- Los cargos de regidores del Cabildo serían elegidos por votación. Los cargos que se habían comprado se consideraron vacantes, y la Junta los daría a "vecinos de patriotismo probado y buenos talentos".
- Cada zona de la provincia de Concepción debía formar juntas locales para reemplazar a los antiguos subdelegados. Estas juntas estarían formadas por dos personas elegidas por el pueblo y un juez que las presidiría.
Estas medidas fueron aprobadas por la mayoría de los asistentes, quienes luego firmaron el acta. Sin embargo, los realistas que asistieron (pocos, al parecer) se negaron a firmar, destacando entre ellos el Obispo Martín de Villodres.
Llamado a nuevas juntas locales
Concepción también invitó a las zonas vecinas a no reconocer a Santiago y a unirse a su causa. Además, promovió la creación de juntas locales para revisar la conducta de sus diputados. Por ejemplo, en Los Ángeles, en lugar de destituir a su representante, el pueblo elogió y reeligió a Bernardo O'Higgins.
El 1 de noviembre, Valdivia siguió el ejemplo. El gobernador, el teniente coronel Alberto Alejandro Eagar, fue arrestado en un levantamiento, y se estableció una junta que apoyaba a Rozas.
Reacción en Santiago y aclaración
El 16 de septiembre, la noticia de la junta de Concepción causó preocupación en Santiago, temiendo una división del país. Sin embargo, cuando se conocieron las razones de la revolución del sur, se entendió que ambos movimientos, el de Santiago y el de Concepción, tenían las mismas intenciones. Los temores desaparecieron, y los diputados de Concepción fueron recibidos. Fray Antonio Orihuela fue el encargado de buscar la paz con el nuevo Congreso.
En este contexto, comenzó el gobierno de José Miguel Carrera, que duró hasta principios de 1813. Carrera y Rozas tuvieron una buena relación al principio. Pero poco a poco, Carrera empezó a rodearse de personas que apoyaban al rey o eran más moderadas, concentrando el poder en sí mismo y dejando de lado a sus rivales. A principios de 1812, la situación se volvió tan tensa que casi hubo un enfrentamiento entre Santiago y Concepción.
Para evitar un conflicto interno, Carrera influyó en los líderes militares del sur para que derrocaran a la junta de Rozas el 8 de julio. Rozas fue enviado lejos, a Mendoza. Antes, Carrera había enviado al capitán Pablo Asenjo a Valdivia. Allí, Asenjo planeó derrocar a la junta local y nombrar al coronel Francisco Ventura Carvacho Goyeneche como gobernador, en nombre de Carrera y del rey. Esto permitió al virrey peruano José Fernando de Abascal tener una base segura para enviar una expedición, iniciando la respuesta de los que apoyaban al rey.
Galería de imágenes
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Fray Joaquín Larraín se convirtió en un líder importante de la facción que se oponía a los antirrocistas.
Ver también
- Independencia de Chile
- Primer Golpe de Estado de José Miguel Carrera
- Juan Martínez de Rozas
- Patria Vieja
- Primer Congreso Nacional de Chile