Paz de Los Realejos para niños
La Paz de Los Realejos es el nombre que se le da a un momento muy importante en la Conquista de Tenerife, una de las Islas Canarias, en España. Fue el momento en que los reyes guanches, que eran los habitantes originales de la isla, se rindieron a los conquistadores después de haber perdido batallas clave como la de La Laguna y la segunda de Acentejo.
Este nombre se debe a que los hechos ocurrieron en la zona donde hoy se encuentra la localidad de Los Realejos.
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¿Qué fue la Paz de Los Realejos?
La Paz de Los Realejos marca el final de la conquista de Tenerife por parte de los castellanos. Fue un acuerdo de rendición de los líderes guanches, que habían luchado valientemente para defender su tierra. Este evento es crucial para entender cómo se unió Tenerife a la Corona de Castilla.
La Historia Contada por Antonio de Viana
El primer escritor que habló sobre este pacto fue el poeta Antonio de Viana en su poema épico publicado en 1604. Viana cuenta que, después de la derrota de los guanches en la batalla de La Laguna, el mencey (rey guanche) Bencomo de Taoro fue al campamento de los castellanos el 25 de julio de 1496. Allí, le pidió al capitán conquistador Alonso Fernández de Lugo que hicieran las paces a cambio de que los guanches fueran liberados.
Según Viana, Lugo aceptó, y después otros reyes de la isla se unieron al acuerdo, dando por terminada la conquista.
La Verdad Histórica de la Paz
Es importante saber que la historia narrada por Viana no está completamente respaldada por documentos de la época. El poeta mezcló hechos reales con otros que imaginó para su obra. Por ejemplo, se sabe por otros textos de ese tiempo que el rey Bencomo (o Benitomo) falleció en la batalla de La Laguna, no que pidió la paz después.
Más tarde, otros autores como Juan Núñez de la Peña y José de Viera y Clavijo incluyeron esta historia en sus escritos, siguiendo lo que había contado Viana. Así, esta versión se hizo popular en la historia de Canarias.
Para los historiadores de hoy, la rendición de los menceyes de los llamados «bandos de guerra» (que eran los reinos de Taoro, Tacoronte, Tegueste, Icod y Daute) fue lo que oficialmente puso fin a la conquista de Tenerife. Aunque la rendición fue oficial, las operaciones para asegurar la paz en la isla continuaron por un tiempo.
Los historiadores no se ponen de acuerdo en la fecha exacta de esta rendición. Para el profesor Juan Álvarez Delgado, ocurrió en la primera mitad de marzo de 1496. Sin embargo, para el historiador Antonio Rumeu de Armas, fue en el mes de mayo de ese mismo año.