Palacio de Dueñas (Medina del Campo) para niños
Datos para niños Palacio de los Dueñas |
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Bien de Interés Cultural 3 de junio de 1931 RI-51-0001002 |
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![]() Fachada del palacio
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Localización | ||
País | España | |
Ubicación | Medina del Campo, Provincia de Valladolid, Castilla y León, España | |
Coordenadas | 41°18′40″N 4°55′07″O / 41.31111111, -4.91861111 | |
Información general | ||
Usos | Centro de enseñanza | |
Estilo | Renacentista | |
Declaración | 3 de junio de 1931 | |
Código | RI-51-0001002 | |
Inicio | 1528 | |
Finalización | 1543 | |
Construcción | 1543 | |
Diseño y construcción | ||
Arquitecto | Luis de Vega | |
Otros | Esteban Jamete | |
El Palacio de Dueñas es un hermoso edificio de estilo renacentista que se encuentra en Medina del Campo, una ciudad en la Provincia de Valladolid, España. Es uno de los ejemplos más importantes de las casas nobles de la zona y destaca en toda la provincia.
Este palacio fue declarado Monumento Nacional el 3 de junio de 1931, lo que significa que es un edificio muy valioso que debe ser protegido.
Contenido
¿Por qué Medina del Campo fue importante en el siglo XVI?
Medina del Campo era una ciudad muy importante en el s. XVI gracias a sus famosas Ferias. Estas ferias comenzaron a principios del s. XV y se hicieron muy grandes. Eran un lugar clave para el comercio y las finanzas en Europa.
El auge de las Ferias de Medina
Los Reyes Católicos apoyaron mucho estas ferias, convirtiéndolas en las Ferias Generales del Reino. Esto atrajo a comerciantes y personas de negocios de toda España y de otros países como Italia, Francia y los Países Bajos. En Medina se realizaban muchas operaciones de pago y cambio de dinero, lo que la convirtió en un centro financiero internacional.
Un centro de negocios y cultura
Gracias a estas ferias, Medina del Campo se llenó de mercaderes, banqueros y personas con profesiones importantes. Esto la hizo diferente de otras ciudades y villas de la época, convirtiéndola en uno de los centros de negocios más importantes de la península.
La historia del Palacio de Dueñas
El Palacio de Dueñas tiene una historia interesante que se remonta al s. XVI.
¿Quién construyó el Palacio de Dueñas?
La construcción del palacio comenzó alrededor de 1528. Fue encargado por Don Diego Beltrán, un hombre que había hecho fortuna en Perú y que formaba parte del Real Consejo de Indias. Al regresar a España, decidió establecerse en Medina del Campo y construir esta gran casa.
El diseño y la construcción del palacio estuvieron a cargo de Luis de Vega, un arquitecto muy conocido que también trabajó para la realeza.
¿Cómo obtuvo su nombre el palacio?
Después de la muerte de Don Diego, el palacio pasó a su hijo Ventura y luego a su nieta Mariana Beltrán. Mariana se casó con Francisco de Dueñas, quien era hijo de un importante banquero de la época. El palacio recibió su nombre de la familia Dueñas, ya que pasó a formar parte de su mayorazgo (una forma de herencia para mantener las propiedades unidas).
La familia Dueñas mantuvo el palacio hasta 1916. En ese año, fue comprado por los marqueses de Argüeso, quienes pensaron en trasladar algunas de sus partes a Madrid, pero esto nunca sucedió.
El palacio en la actualidad
En 1931, el Palacio de Dueñas fue declarado Monumento Nacional. Más tarde, en 1950, el gobierno lo compró a sus dueños de entonces, los duques de Sueca. Desde ese momento, el palacio se convirtió en un centro de enseñanza, y sigue cumpliendo esa función hoy en día.
¿Cómo es el Palacio de Dueñas?
El Palacio de Dueñas es un edificio impresionante con características arquitectónicas muy interesantes.
La estructura exterior
El palacio tiene una forma cuadrada y dos pisos de altura. En una de sus esquinas, se levanta una torre, aunque originalmente tuvo dos. La fachada es sencilla, hecha de ladrillo sobre una base de piedra caliza. Las ventanas del primer piso tienen rejas con forma de celosía, y las del segundo piso tienen balcones.
La entrada principal es la parte más llamativa. Tiene un dintel (una viga horizontal sobre la puerta) y está flanqueada por columnas. Sobre estas columnas, hay dos figuras de ángeles que sostienen el escudo de la familia Beltrán de Mella. La parte superior de la entrada termina en un frontón (una forma triangular), con dos medallones que muestran bustos en relieve a los lados.
El interior y el patio
Al entrar, se encuentra un zaguán (un vestíbulo) con un hermoso techo de madera llamado artesonado. Este techo tiene formas cuadradas y hexagonales y es el único que se conserva de los que tuvo el edificio.
Desde el zaguán, se accede al patio, que es la parte más destacada del palacio. El patio es rectangular y tiene dos pisos con arcos y columnas. En la planta baja, los arcos son más planos, y en la planta superior, son arcos carpaneles con balaustradas entre las columnas. Los capiteles (la parte superior de las columnas) están muy bien tallados.
En los espacios entre los arcos, llamados enjutas, hay medallones con bustos de reyes y reinas de Castilla, creados por el escultor Esteban Jamete. Estos bustos muestran a los reyes en orden cronológico, desde Fernando I hasta Felipe el Hermoso. Además, hay ocho escudos de la familia en las esquinas del patio.
Escaleras y otras áreas
Una escalera de estilo claustral (como las de los claustros de los monasterios) conecta los dos pisos. Tiene una balaustrada con estatuillas en dos de sus pilares. En la galería de enfrente, hay otra escalera más pequeña con dos tramos, cuyo antepecho (la barandilla) está decorado con el escudo de los dueños y otros grutescos (adornos con figuras fantásticas).
La mayoría de las otras habitaciones del palacio han sido modificadas con el tiempo. Solo una habitación en el piso superior, que da a la fachada principal, conserva parte de un friso (una banda decorativa) con adornos renacentistas. El palacio también tenía un gran jardín en la parte trasera, pero este desapareció cuando se construyeron las aulas del centro de enseñanza en los años 50.