Nombre para niños
Un nombre es una palabra o un conjunto de palabras que usamos para identificar a una persona, un animal, una cosa o una idea. Nos ayuda a diferenciar una cosa de otra. Por ejemplo, cuando decimos "perro", sabemos que nos referimos a un tipo de animal, y cuando decimos "Max", sabemos que hablamos de un perro específico.
Contenido
¿Cómo estudiamos los nombres?
Los sustantivos: Nombres comunes y propios
En gramática, los nombres se llaman sustantivos. Los sustantivos pueden ser de dos tipos principales:
- Nombres comunes: Son palabras que se usan para nombrar cosas en general, como "árbol", "ciudad" o "libro". Hay muchos árboles, ciudades o libros, y el nombre común se refiere a cualquiera de ellos.
- Nombres propios: Son palabras que se usan para nombrar a una persona, un lugar o una cosa específica y única. Por ejemplo, "María", "París" o "Harry Potter". Estos nombres nos ayudan a saber exactamente de quién o de qué estamos hablando.
A veces, se crean nombres nuevos para cosas que antes no existían. A estos se les llama neologismos. Para que sean fáciles de recordar, suelen ser cortos o extraños. También usamos abreviaturas, como siglas (por ejemplo, "ONU" para "Organización de las Naciones Unidas").
La onomástica es la ciencia que estudia los nombres propios, su significado y de dónde vienen. La etimología estudia el origen de cualquier palabra, incluyendo los nombres.
Nombres científicos
Para que los científicos de todo el mundo puedan entenderse, usan nombres especiales para los animales y las plantas. Estos son los nombres científicos. Aunque un animal tenga muchos nombres comunes en diferentes idiomas, su nombre científico es el mismo en todas partes. Por ejemplo, el perro doméstico se llama Canis lupus familiaris en latín, que es su nombre científico.
El científico Carlos Linneo fue muy importante porque creó un sistema para nombrar y clasificar a los seres vivos que todavía usamos hoy.
¿Cómo designamos las cosas?
Cuando somos pequeños, aprendemos a "designar" las cosas. Al principio, señalamos lo que queremos. Luego, aprendemos palabras para nombrar objetos, sentimientos o acciones.
Los niños aprenden su propio nombre antes de entender el concepto de "yo". Por eso, a veces se refieren a sí mismos por su nombre, porque así es como los llaman los demás. Si no tuviéramos nombres, sería muy difícil comunicarnos y hablar de cosas complejas.
Usamos nombres propios para cosas que son muy importantes para nosotros, como las personas, nuestras mascotas o lugares especiales. También son importantes los nombres de las empresas, porque las hacen únicas y las distinguen de otras.
Los nombres propios no tienen un significado por sí mismos, solo identifican algo único. Pero a veces, los nombres se eligen para reflejar alguna cualidad. Además del nombre, las personas pueden tener motes o alias, que son nombres informales o falsos.
La onomástica y sus ramas
La onomástica es la rama de la lexicología que estudia los nombres propios, su origen y su significado. Es muy útil para entender la historia. Se divide en:
- Antroponimia: Estudia los nombres de las personas, como los nombres de pila (el primer nombre) y los apellidos.
- Toponimia: Estudia los nombres de los lugares, como ciudades, ríos, montañas y países.
- Teonimia: Estudia los nombres de los dioses o seres divinos.
Nombres personales
Un nombre personal es la palabra o palabras que identifican a una persona. En muchos países, la gente tiene un nombre de pila (el primer nombre) y un apellido (el nombre de la familia). Algunas personas tienen dos apellidos, uno de cada padre.
En Europa y América, el nombre de pila suele ir antes del apellido. En algunas partes de Asia, el apellido va primero. En algunas culturas, las mujeres pueden adoptar el apellido de su esposo al casarse.
Una costumbre común es el patronímico, donde parte del nombre se basa en el nombre del padre. Menos común es el matronímico, basado en el nombre de la madre.
Muchas personas también tienen un segundo nombre. Este puede usarse para honrar a un familiar o mantener un apellido importante. La idea de los segundos nombres viene de la antigua Roma, donde las personas importantes tenían varios nombres. Esta costumbre volvió a ser popular en Europa en el XIX.
Además de los nombres, las personas pueden tener:
- Apodos: Nombres informales que usan amigos o familiares (por ejemplo, "Cris" para "Cristina").
- Alias: Un nombre falso que alguien usa para ocultar su identidad.
- Títulos: Palabras que indican el rol de una persona en un trabajo o institución (por ejemplo, "rey" o "doctor").
Nombres técnicos
Nombre de... | Nombre técnico |
---|---|
Persona | Antropónimo |
Lugar | Topónimo |
Cualquier cuerpo de agua | Hidrónimo |
Grupo étnico | Etnónimo |
Residente de una localidad | Gentilicio |
Nombre falso o artístico | Alias Seudónimo |
Autor con nombre falso | Seudónimo |
Nombre de un objeto derivado de una persona | Epónimo |
Reglas para nombrar cosas
Las "convenciones de nomenclatura" son reglas o acuerdos sobre cómo nombrar objetos. Estas reglas ayudan a que todo sea claro y organizado.
Algunos ejemplos de estas reglas son:
- En astronomía, hay reglas para nombrar planetas y estrellas.
- En biología, se usa la nomenclatura binomial para nombrar especies.
- En química, hay reglas para nombrar los compuestos químicos.
- En la programación informática, hay reglas para nombrar las partes de un programa.
Los productos que compramos también siguen reglas de nombres. Por ejemplo, los coches tienen una marca (el fabricante) y un modelo (el tipo de coche), como el "Seat Panda". Los ordenadores o programas suelen tener números en sus nombres para indicar que son una versión más nueva.
En las escuelas, los cursos también tienen nombres con reglas. Por ejemplo, una abreviatura de la materia y un número que indica el nivel de dificultad.
Muchos números que usamos, como los de las cuentas bancarias o los documentos de identidad, no son aleatorios. Tienen una estructura interna y siguen una convención para ser generados.
Nombres en la comunicación animal
Los humanos no somos los únicos que usamos nombres. Los científicos han descubierto que los delfines pueden usar silbidos especiales para identificarse y llamarse entre ellos, ¡como si tuvieran sus propios nombres!
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Véase también
En inglés: Name Facts for Kids