Naufragios en México para niños
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Explorando el Fondo del Mar: Buceo y Tesoros en la Época Colonial
Cuando los exploradores europeos llegaron al Nuevo Mundo, descubrieron que los pueblos originarios tenían una habilidad increíble para el buceo. Usaban métodos sencillos, como llevar piedras pesadas para sumergirse y un tubo de carrizo para respirar. Podían bajar hasta treinta metros de profundidad y permanecer bajo el agua por muchos minutos, ¡hasta quince! Esto lo escribió Gonzalo Fernández de Oviedo en 1535.
El Buceo para la Búsqueda de Perlas
Los españoles se dieron cuenta de esta habilidad y la usaron para iniciar la industria de la perla. Esta actividad se convirtió en una de las mayores fuentes de riqueza para la Corona española. Sin embargo, el trabajo era muy duro y las condiciones difíciles para los indígenas caribes y lucayos (que vivían en las Bahamas). Por eso, en pocos años, tuvieron que ser reemplazados por personas traídas de África para realizar estas tareas.
Recuperación de Tesoros de Naufragios
A finales del siglo XVI, los españoles encontraron otra tarea importante para los buzos: recuperar cargamentos de barcos que se habían hundido. Para esto, crearon pequeñas flotas de rescate. Estas flotas estaban siempre listas en puertos importantes como La Habana, Veracruz, Cartagena de Indias y Panamá. Zarpaban rápidamente en cuanto se enteraban de un naufragio. Así fue como empezó la búsqueda organizada de barcos hundidos en las aguas de América.
Un siglo después, los ingleses que vivían en las Bermudas también prepararon barcos de rescate para trabajar en el Caribe. Gracias a los buenos resultados que obtuvieron, Port Royal, en Jamaica, se convirtió en un centro importante para los buscadores de naufragios en la segunda mitad del siglo XVIII.
¿Quiénes Eran los Buzos?
En todos estos casos, las personas que se sumergían a pulmón (sin equipo especial) para recuperar los objetos perdidos eran principalmente africanos y aborígenes del Nuevo Mundo. Pocos europeos se aventuraban a buscar tesoros hundidos. Los que lo hacían, usaban la campana de buceo, un invento del siglo XVI que les permitía permanecer más tiempo bajo el agua.
La Velocidad de los Rescates
Tanto en los puertos españoles como en los ingleses, cuando se sabía de un naufragio, el rescate comenzaba tan rápido que la mayoría de los tesoros y cargamentos valiosos eran recuperados casi de inmediato. Esta búsqueda intensa solo era difícil cuando los barcos se rompían contra los arrecifes. En esos casos, la carga se esparcía en grandes áreas y la arena la cubría rápidamente. Hubo búsquedas que duraron hasta cuatro años y solo se recuperó una pequeña parte de lo perdido. Incluso hubo un caso especial en 1773, cuando los españoles que bucearon en un barco hundido en Florida encontraron más riquezas de las que esperaban.
El Buceo en el Siglo XIX y la Actualidad
Ya en el siglo XIX, Nasáu y Cayo Hueso se convirtieron en las nuevas bases de operaciones para la localización de naufragios, reemplazando a los puertos antiguos. La actividad y la eficiencia de los buzos eran tan grandes que a veces recuperaban los tesoros hundidos incluso antes de que los barcos se desintegraran y sus cargamentos se dispersaran.
Hoy en día, gracias a los avances tecnológicos, el buceo para encontrar restos de barcos hundidos ha mejorado mucho. Ya no es solo una aventura, sino también una actividad científica. Nos ayuda a aprender mucho sobre cómo vivían y qué costumbres tenían las personas que exploraron y conquistaron el Nuevo Mundo.