Masacre de Lo Cañas para niños
La Masacre de Lo Cañas fue un evento trágico ocurrido en Chile el 18 de agosto de 1891. Sucedió durante la Guerra Civil de 1891, un conflicto importante en la historia del país.
Datos para niños Masacre de Lo Cañas |
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![]() Litografía de la pintura Mantanza de Lo Cañas de Enrique Lynch del Solar (1891).
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Lugar | ![]() |
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Blanco | Partidarios Congresistas | |
Fecha | 18 de agosto de 1891 | |
Tipo de ataque | Asesinato masivo | |
Arma | Pistolas, rifles, sables | |
Muertos | 84 muertos | |
Perpetrador | Ejército presidencialista liderado por Alejo San Martín | |
Motivación | Ejecuciones sumarias de partidarios del bando congresista durante la guerra civil chilena de 1891. | |
Contenido
La Masacre de Lo Cañas: Un Evento Trágico en la Historia de Chile
¿Qué Pasó Antes? El Contexto de la Guerra Civil
En agosto de 1891, Chile vivía una Guerra Civil. Había dos bandos principales. Uno era el ejército del presidente José Manuel Balmaceda. El otro era el "Ejército Constitucionalista", apoyado por la Junta de Iquique.
La Junta de Iquique sabía que el ejército presidencial era mucho más grande. Tenía unos 35.000 soldados, mientras que ellos solo contaban con 10.000. Por eso, buscaron formas de debilitar al ejército del presidente.
El "Comité Revolucionario de Santiago" quería evitar que el ejército presidencial se reuniera en la capital. Pensaron que cortar puentes y telégrafos sería una buena estrategia. Así, las diferentes partes del ejército no podrían comunicarse ni unirse.
Los primeros intentos de cortar puentes fallaron. El presidente Balmaceda ordenó proteger los puentes importantes. Dio la orden de disparar a cualquiera que se acercara sin permiso.
Los Jóvenes de Lo Cañas: Un Grupo Reunido
El 16 de agosto, el Comité Revolucionario de Santiago organizó un nuevo plan. Querían cortar los puentes de Maipo y Angostura. Esto impediría que las divisiones del ejército de Santiago, Valparaíso y Concepción se unieran.
El 18 de agosto, 84 personas se reunieron en el "Fundo Panul". Este lugar estaba cerca de Lo Cañas, en lo que hoy es la comuna de La Florida, en Santiago. El fundo era propiedad de Carlos Walker Martínez, miembro del Comité Revolucionario.
El grupo estaba formado por jóvenes y artesanos. Llevaban pocas armas: 25 fusiles y carabinas, municiones y dinamita. Esperaban más armamento con otros grupos que llegarían después.
La Reunión en el Fundo Panul
Los líderes del grupo hablaron con Wenceslao Aránguiz, el administrador del fundo. Le explicaron que habían elegido el lugar como punto de reunión. Aránguiz no sabía nada del plan y dudó al principio.
Sin embargo, los jóvenes le mostraron cartas de la Junta de Iquique. Estas cartas pedían ayuda y recursos a los opositores en la zona. Al ver los documentos, Aránguiz aceptó, pero les pidió ser muy cuidadosos.
Los jóvenes se organizaron militarmente. Eligieron a Arturo Undurraga como su jefe. Se dividieron en cuatro compañías, cada una con su propio capitán. Establecieron guardias y centinelas para vigilar.
Durante la noche, hubo una falsa alarma. Un corneta tocó la señal de peligro por error. Los jóvenes se movieron rápidamente, pero luego regresaron al campamento. Redoblaron la vigilancia y se prepararon para la marcha.
El Ataque y la Resistencia
Las autoridades se enteraron de los planes de los opositores. El general Orozimbo Barbosa envió un grupo de 90 soldados de caballería y 40 de infantería. Estaban al mando del teniente coronel Alejo San Martín. Su misión era detener el plan.
A las tres y media de la madrugada, una avanzada avisó que se acercaban fuerzas enemigas. Los soldados del gobierno ya habían ocupado los caminos. Algunos jóvenes intentaron escapar, pero fueron obligados a regresar a las casas del fundo.
Hubo un pequeño tiroteo. Algunos jóvenes resultaron heridos y otros fueron capturados. Algunos lograron escapar hacia la cordillera. Los soldados del gobierno, con la ayuda de guías, rodearon la zona.
Regimientos como los Cazadores y Húsares de Colchagua, junto con la policía, formaron un cerco. Los jóvenes intentaron resistir en grupos pequeños. Algunos murieron o fueron heridos, otros fueron hechos prisioneros y algunos lograron esconderse.
Las Consecuencias de la Masacre
Después de los enfrentamientos, que duraron desde las cuatro hasta las seis de la mañana del 19 de agosto, comenzaron actos muy violentos. Si veían a un joven huyendo, los soldados lo atacaban con sables y balas.
Los oficiales y soldados buscaron en los matorrales. A las diez de la mañana, recogieron a los heridos y los llevaron a la casa de Lo Cañas. Allí también estaban otros jóvenes y artesanos que habían sido capturados.
San Martín y otros oficiales hicieron listas de los prisioneros. Separaron a los jóvenes de los artesanos. Sin importar si estaban heridos, los llevaron a unos álamos. Allí fueron tratados con mucha dureza y luego asesinados.
Los oficiales les quitaron todas sus pertenencias a los cuerpos. También trataron muy mal a algunos heridos que encontraron escondidos, hasta que murieron. Luego, quemaron todas las casas del fundo.
A los demás prisioneros se les iba a llevar a Santiago. Pero a mitad de camino, los jefes recibieron la orden de regresarlos al fundo. Allí, algunos oficiales los condenaron a muerte.
Antes de ser asesinados, los prisioneros fueron sometidos a interrogatorios muy duros. Querían que dijeran dónde estaba Carlos Walker Martínez y quiénes eran sus jefes. Wenceslao Aránguiz, el administrador del fundo, fue tratado con especial dureza.
A Aránguiz y Arturo Vial, el teniente coronel San Martín les prometió liberarlos si pagaban. Se reunieron unos cinco mil pesos, además de joyas.
El lugar estaba iluminado por grandes incendios. Había jóvenes heridos esperando su destino. Otros estaban escondidos cerca. Soldados y oficiales hacían comentarios y reían.
A las siete y media de la mañana, los prisioneros fueron alineados frente a una pared de la bodega. Aránguiz, muy débil, fue llevado por dos soldados. Todos murieron con valentía. Algunos cuerpos fueron quemados.
Poco después, la tropa regresó a Santiago. El general Barbosa ordenó que los cuerpos fueran llevados a Santiago. Querían que fueran reconocidos por sus familias, pero la mayoría estaban carbonizados.
Esa misma mañana, el ejército constitucional desembarcaba en Quintero. La Masacre de Lo Cañas es un evento poco recordado en la historia de Chile. Solo se menciona en obras que estudian a fondo la Guerra Civil de 1891.
El Recuerdo de Lo Cañas Hoy
El 28 de mayo de 2015, el sitio donde ocurrió la masacre fue declarado Monumento Nacional. Se encuentra en el "Fundo Panul", en la comuna de La Florida.
Al final de la avenida Walker Martínez, cerca del Canal San Carlos, hay una cruz de cemento. Esta cruz recuerda la masacre. La cruz se derrumbó con el terremoto de 2010.
Gracias a los vecinos y la Municipalidad de La Florida, se inauguró una nueva cruz el 4 de septiembre de 2010. Tiene una placa conmemorativa y una cápsula del tiempo. También se inició un parque en el borde del Canal San Carlos.
En el Cementerio General de Santiago, en la calle Arriarán, hay un monumento fúnebre. Fue inaugurado el 1 de noviembre de 1896. Su estatua fue creada por Virginio Arias.
Galería de imágenes
Véase también
- Anexo:Masacres en Chile
- Historia de la hacienda de lo Cañas