Juan Rof Codina para niños
Juan Rof Codina (nacido en El Prat de Llobregat, Cataluña, el 31 de agosto de 1874 y fallecido en Lugo, Galicia, el 17 de junio de 1967) fue un veterinario muy importante en España. Se le considera una de las personas clave que impulsaron el avance de la veterinaria en el país. Fue el padre de Juan Rof Carballo, un reconocido médico y escritor.
Contenido
Biografía de Juan Rof Codina
Juan Rof Codina fue el tercer hijo de una familia sencilla de Cataluña. Su padre tenía un taller donde trabajaba con metales. Juan tuvo que dejar la escuela para ayudar a su padre. Sin embargo, su madre lo animó a seguir estudiando. Por eso, se fue a Madrid para estudiar en la Escuela Superior de Veterinaria. Para pagar sus estudios y gastos, trabajó como ayudante en una farmacia.
Primeros años como veterinario
En 1898, Juan Rof Codina entró a trabajar como veterinario en el ejército después de aprobar un examen. Fue el tercero de su promoción y lo enviaron a Lugo. Allí, al estar en el campo gallego, conoció de cerca las enfermedades que más afectaban a los animales en esa época, como la fiebre aftosa y el carbunco (una enfermedad causada por bacterias). Pronto empezó a escribir artículos para enseñar a la gente sobre la importancia de la higiene para prevenir estas enfermedades. También compartió los descubrimientos del científico francés Louis Pasteur sobre el carbunco.
En 1901, debido a un desacuerdo con un superior, lo trasladaron a Granada, pero al año siguiente logró regresar a Lugo. Después de ascender a veterinario primero, que era como ser capitán, pidió un permiso para dejar su puesto en el ejército.
Contribuciones y clínicas
En Lugo, Juan Rof Codina abrió una clínica donde usaba diferentes tipos de vacunas para los animales. En 1906, fundó la Gran Clínica Veterinaria, que fue la primera de su tipo en España. En esta clínica, colaboró con el pintor Tiberio Ávila. El Instituto Pasteur le dio la representación de sus trabajos en Galicia y Asturias. También fue una figura destacada en las reuniones de amigos que se hacían en el Hotel Méndez Núñez, junto a otras personas importantes de Lugo como Ánxel Fole y Luis Pimentel.
Juan Rof Codina también apoyó mucho a los agricultores y participó en varias iniciativas para fomentar que se unieran en asociaciones. En 1909, consiguió el puesto de Inspector Provincial de Higiene y se mudó a La Coruña, donde trabajó por más de veinte años.
Allí, entre 1916 y 1926, trabajó de forma muy productiva con Marcelino Ramírez García, quien también había sido veterinario militar. Juntos, dieron muchas charlas a agricultores y ganaderos sobre la salud pública y cómo mejorar la cría de animales. También los llamaban para ayudar cuando había brotes de enfermedades en animales.
Obras y defensa del patrimonio
A lo largo de su vida, Rof Codina escribió muchísimos artículos para dar a conocer las nuevas ideas en el campo de la agricultura y la ganadería. Colaboró con periódicos importantes como "La Vanguardia", "La Voz de Galicia" y "El Progreso" de Lugo.
Algunas de sus obras más destacadas son: Galicia Pecuaria (1927), El color de la yema de huevo de gallina (1951), La avicultura en Galicia (1952) y Nociones de avicultura (1962).
En los años 20, se pensó en demoler la Muralla de Lugo, que hoy es Patrimonio de la Humanidad, para que la ciudad pudiera crecer. Rof Codina se opuso a esta idea y encontró una forma inteligente de convencer a quienes la proponían. Hizo un cálculo detallado de cuántos carros tradicionales se necesitarían para llevar a cabo la operación y el espacio que ocuparían, lo que hizo ver que era una idea muy complicada.
Últimos años y legado
Durante un periodo político complicado, Juan Rof Codina fue sancionado y enviado a Córdoba. Esto ocurrió porque había organizado una cena en honor a su amigo Félix Gordón Ordás, quien había sido enviado a vivir lejos de su casa. Las muchas protestas de la gente del campo y los telegramas de apoyo que recibió el ministro hicieron que se anulara la sanción.
En 1932, su amigo Gordón Ordás, que entonces era ministro, lo nombró para dirigir la recién creada Inspección General Veterinaria en Madrid. Desde ese puesto, se dedicó a mejorar y dar más importancia a la ganadería. Un año después, fue el principal responsable del éxito de la delegación española en el V Congreso Mundial de Avicultura y Cunicultura, que se celebró en Roma en 1933.
El inicio de un conflicto en España lo encontró en la ciudad alemana de Leipzig, donde estaba por el VI Congreso Mundial de Avicultura y Cunicultura. Al enterarse de lo que pasaba, regresó a España. Siguió trabajando en su puesto en Madrid durante todo el conflicto. Después de que las tropas de Franco entraran en Madrid y terminara el conflicto, fue sancionado y enviado a vivir lejos en Tenerife, donde permaneció hasta 1941. Ese año regresó a Lugo, su ciudad adoptiva, y se jubiló en 1944. Sin embargo, siguió activo a través de la Cátedra de Divulgación Pecuaria de Galicia, que él mismo creó, hasta su fallecimiento a los noventa y tres años. En sus últimos años, fue nombrado Lucense del Año (1964) y recibió la Medalla de Oro de la Asociación Nacional Veterinaria (1965).
La mayor parte de sus escritos originales y su valiosa biblioteca personal fueron donados por su hija Carmen Rof Carballo a la Fundación Rof Codina, creada en 1994 y relacionada con la Universidad de Santiago de Compostela (USC). Allí se encuentran actualmente, en el campus universitario de Lugo. Su nombre también lo lleva el Hospital Veterinario Universitario Rof Codina de Lugo, así como una calle en esa ciudad, otra en Monforte de Lemos y unos jardines en su pueblo natal, El Prat de Llobregat.
En 2022, la Academia Gallega de Ciencias lo nombró Científico Gallego del Año.