Historia de San Petersburgo para niños
La ciudad de San Petersburgo no recibió su nombre de su fundador, el zar Pedro I, sino del apóstol Pedro. La fortaleza que dio origen a la ciudad se llamó por un tiempo Sankt-Pieterburch, un nombre de origen neerlandés. Después, su nombre cambió a Sankt-Peterburg (en lengua alemana). Durante el siglo XX, la ciudad fue renombrada tres veces debido a cambios importantes en el país.
San Petersburgo fue fundada como una nueva capital. Esto fue parte de los planes del zar Pedro I el Grande de Rusia para modernizar el país y convertirlo en una potencia importante en Europa. Para construir la ciudad, llegaron ingenieros y artesanos de toda Europa, especialmente de Holanda. Querían que la ciudad fuera un centro importante para la ciencia y la tecnología.
Muchos eventos históricos importantes de Rusia, desde el levantamiento de los decembristas en 1825 hasta los sucesos que llevaron a la formación de la Unión Soviética, ocurrieron en San Petersburgo.
Orígenes de San Petersburgo
El área pantanosa del delta del río Neva estuvo habitada por pequeños pueblos. Desde el siglo XIII, esta zona fue un punto estratégico en las batallas entre Rusia y Suecia. La primera fortaleza sueca, Landskrona, se construyó en la desembocadura del río Ojta en 1299. En 1349, el príncipe de Novgorod levantó otro fuerte, Kanzi, en el mismo lugar.
En 1611, los suecos construyeron una nueva fortaleza llamada Nyenskans y, al otro lado del río Ojta, la ciudad de Nyen. La población de Nyen creció porque fue la primera ciudad importante en esta región.
En 1703, los rusos tomaron Nyen. Quince días después, el zar Pedro I fundó oficialmente la ciudad de San Petersburgo en el delta del río Neva.
¿Cómo se fundó la nueva capital?
La primera construcción importante fue una fortaleza para proteger la ciudad, la Fortaleza de San Pedro y San Pablo. Se ubicó en la costa norte de la isla de Neva. También se construyó el Almirantazgo en 1704, en la costa sur. Alrededor de la fortaleza, creció el primer asentamiento, que incluía la casa de Pedro y un muelle.
Pedro I quería que Rusia se conectara más con Europa. Imaginó que San Petersburgo sería una gran capital con un puerto y una base naval frente al golfo de Finlandia en el Mar Báltico. Se inspiró en ciudades como Ámsterdam y Venecia. Contrató a ingenieros y arquitectos de Alemania, Suiza, Francia e Italia. En 1712, San Petersburgo fue nombrada oficialmente la capital del país, reemplazando a Moscú. Esto hizo necesario un plan para organizar el crecimiento de la ciudad.
Pedro I pensó que la isla Vasilievski dividiría la desembocadura del Neva en dos partes, formando el corazón de la futura ciudad. Decidió seguir el proyecto de Domenico Trezzini, que proponía un diseño de calles rectas y canales, similar a los pólders holandeses. Aunque el plan no se completó del todo, sí se aplicó en algunas partes de la ciudad. Por ejemplo, se eligieron ciertos ejes y se construyó el Palacio de Menschikov frente al Ministerio de Marina.
Al convertirse en capital, la ciudad recibió a muchas personas, incluyendo cortesanos y personal del gobierno, sumando 50.000 nuevos habitantes. Se establecieron reglas para el diseño de las fachadas y los sistemas de construcción para evitar incendios y estandarizar las calles. Sin embargo, estos planes se detuvieron cuando Pedro el Grande falleció en 1725. Su sucesor decidió trasladar la capital de nuevo a Moscú.