Granja monástica para niños
Una granja monástica era una propiedad agrícola que pertenecía a un monasterio. Su propósito principal era cultivar la tierra, criar animales y realizar otras actividades útiles para conseguir alimentos e ingresos para los monjes.
Contenido
Historia de las Granjas Monásticas
Las primeras granjas monásticas fueron creadas por los monjes cistercienses en el siglo XII. Otras órdenes monásticas en Europa pronto siguieron su ejemplo. Estas granjas eran tan importantes que incluso se mencionaron en las reglas de la Orden cisterciense.
¿Cómo Empezaron las Granjas Monásticas?
Al principio, una granja monástica era solo un granero grande para guardar granos y semillas. Con el tiempo, se convirtió en un conjunto de edificios que formaban una finca completa. Más tarde, se construyeron edificios grandes y separados para actividades agrícolas o industriales. Al principio, los propios monjes trabajaban en estas granjas.
¿Quién Trabajaba en las Granjas?
Los monasterios más grandes podían tener muchas granjas. La mayoría de ellas se dedicaban a la agricultura para alimentar a la comunidad de monjes. Algunas granjas estaban justo al lado del monasterio, pero otras se construían lejos, donde el monasterio tenía tierras. Al principio, los hermanos legos (también llamados conversos), que eran parte de la orden, trabajaban en estas granjas. Más tarde, también contrataron a jornaleros (trabajadores por día).
Una cita antigua dice: "Para trabajar, mantener y cuidar todo esto, podemos tener, cerca o lejos del monasterio, granjas que serán supervisadas y administradas por los conversos."
Tipos de Granjas y sus Productos
Cuando las tierras de cultivo, bosques o viñedos estaban a más de un día de camino del monasterio, los edificios para guardar los productos se convirtieron en verdaderas unidades de producción. Tenían incluso alojamiento para los conversos. Las granjas podían ser de diferentes tipos:
- Granjas agrícolas (para cultivos).
- Granjas de ovejas o vacas.
- Criaderos de caballos.
- Complejos de pesca.
- Granjas industriales, que fueron muy importantes para desarrollar industrias medievales, como la del hierro.
¿Qué Eran las Granjas Monásticas?
Las granjas eran propiedades de tierra usadas para producir alimentos. Tenían una casa principal y edificios anexos, y a veces un molino o un lugar para recolectar productos. La palabra "granja" viene del francés grange, que a su vez viene del latín granica, que significa granero. Los cistercienses, que eran de origen francés, pudieron haber extendido este término por Europa. La idea de que los monasterios debían ser autosuficientes, es decir, producir todo lo que necesitaban, venía de la regla de San Benito.

Época de Mayor Esplendor
Las granjas comenzaron a crecer como estructuras de apoyo a los monasterios a medida que el monacato se expandía en Occidente. Su época de mayor éxito fue entre los siglos XII y siglo XIV, que también fue la edad de oro de las principales órdenes monásticas, especialmente la cisterciense. Las granjas surgieron con más fuerza donde el movimiento cisterciense era más fuerte, como en Francia e Italia.
Ubicación y Productos de las Granjas
Dependiendo del tamaño del monasterio, podía haber una granja dentro de sus muros para tareas diarias como suministrar alimentos a la cocina, cuidar jardines o mantener el monasterio y sus propiedades, como molinos o herrerías.
Sin embargo, muchas granjas estaban lejos. Criaban ganado o cultivaban cereales. También podían especializarse en cultivos para producir bebidas como sidra, cerveza o vino, usando manzanos, lúpulos o uvas. Algunas granjas tenían estanques de peces para las comidas de los viernes en el monasterio. Los productos se usaban para los monjes o se vendían para obtener ganancias.
¿Cómo se Administraban las Granjas?
Las granjas estaban bajo el control del monasterio y eran administradas por un "maestro de la granja" (llamado grangiarius). Este era un converso que estaba a cargo de los demás conversos y de los trabajadores asalariados. El abad del monasterio elegía al jefe de la granja, quien debía rendirle cuentas regularmente. También había un hermano encargado de recibir a los visitantes con la hospitalidad típica de cada orden.
Vida en las Granjas
Las granjas tenían las partes básicas de una vivienda monástica: dormitorio, cocina, refectorio (comedor), calefactorio (sala con calefacción) y hospedería (para visitantes). Los materiales de construcción eran los que se encontraban en la zona. Los conversos que vivían y trabajaban allí debían asistir a los servicios religiosos y sermones del abad en el monasterio cada domingo y en ciertas fiestas. Con el tiempo, se hicieron excepciones si había mucho trabajo o en épocas de cosecha.
Al principio, cada granja tenía una capilla para celebrar servicios religiosos. Pero en 1180, se prohibió celebrar misas allí para evitar que la gente de los alrededores asistiera y para evitar problemas con los obispos. Aunque las granjas no debían estar a más de un día de distancia, algunas estaban muy lejos. Por eso, en 1255, el papa Alejandro IV permitió que se celebraran misas en las granjas o en lugares muy alejados donde no era fácil ir a las iglesias de los pueblos.
Granjas Monásticas en España

En España, el monasterio de Carracedo llegó a tener hasta 31 granjas. Una de ellas, la de San Martín, tenía en 1243 una casa, bodega, telares, horno, establos, almacenes, molinos y una capilla. Hoy en día, el único ejemplo de capilla de granja que aún existe en Castilla y León está en Cárdaba (provincia de Segovia), que desde 1488 dependía del monasterio de Sacramenia.
Granjas Monásticas en Francia
El crecimiento de las granjas fue un gran éxito en Francia. Esto se debió a un buen desarrollo económico para los monasterios y a las donaciones de tierras. Un monasterio cisterciense típico podía tener entre 5000 y 8000 hectáreas de tierra (la abadía de Claraval llegó a tener 28000 hectáreas) donde cultivaban cereales, criaban ganado y tenían viñedos. Para controlar todo esto, organizaban las granjas. Dependiendo de su riqueza, un monasterio podía tener muchas granjas: la abadía de Císter tenía 19, la abadía de Claraval tenía 20 y la abadía de Fontenay tenía 10.
La arquitectura de las granjas era muy variada, pero en Francia predominaban los edificios grandes con dos o tres naves, piñones triangulares y cubierta a dos aguas.
En Francia, son famosas las granjas de viñedos con sus bodegas, como las de las abadías de Pontigny y Cister. Pero también había abadías que tenían salinas, como la de Balerne, explotaban herrerías como en Fontenay, o fabricaban tejas y cerámica como en Chaalis.
Granjas Monásticas en Inglaterra
Con la disolución de los monasterios en la década de 1530, el rey Enrique VIII tomó todas las tierras de los monasterios. Las granjas y las tierras se vendieron, pero a menudo conservaron sus nombres. Muchas de ellas todavía se pueden encontrar en el paisaje británico hoy en día. Algunos ejemplos de granjas monásticas en el noreste de Inglaterra son Fenham Grange (que pertenecía al priorato de Lindisfarne) y Muggleswick Grange (que era propiedad del priorato de Durham).
Galería de imágenes
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Granja cartuja de Boffalora sopra Ticino (provincia de Milán), siglo XIV.
Véase también
En inglés: Monastic grange Facts for Kids