Dormitorio para niños
El dormitorio (también llamado cuarto, recámara, habitación o alcoba) es un espacio especial en una casa, diseñado principalmente para dormir y descansar. A diferencia de otras áreas comunes como la cocina o el comedor, el dormitorio es un lugar más privado.
En algunas culturas, las personas usan el mismo espacio para diferentes actividades durante el día y lo transforman en dormitorio por la noche. En otras, hay habitaciones que se usan solo para dormir.
Contenido
- La Historia del Dormitorio: Un Viaje en el Tiempo
- Dormitorios en Diferentes Lugares del Mundo
- Consejos Útiles para tu Dormitorio
- Tipos de Dormitorios
- Iluminación del Dormitorio
- Véase también
La Historia del Dormitorio: Un Viaje en el Tiempo
La historia del dormitorio es muy interesante y nos muestra cómo han cambiado las sociedades, la tecnología y las costumbres a lo largo del tiempo. El dormitorio, como un lugar privado para descansar, ha evolucionado mucho. Su diseño y lo que significa han cambiado junto con las familias, las clases sociales y la arquitectura.
¿Cómo eran los Dormitorios Antiguos?
En las civilizaciones antiguas, la forma de dormir dependía mucho de la posición social y de los recursos disponibles.
Dormitorios en el Antiguo Egipto
En el antiguo Egipto, Grecia y Roma, el dormitorio era un símbolo de riqueza y privacidad. Los egipcios usaban camas con materiales lujosos, como marcos de madera, sábanas de lino y almohadas de piedra o madera. Sus camas eran bajas, lo que también se relacionaba con sus creencias espirituales.
Dormitorios en la Antigua Grecia y Roma
En la antigua Grecia y Roma, el dormitorio también era un lugar para el descanso privado, pero se usaba para más cosas. Las camas griegas, llamadas “kline”, eran sencillas, con colchónes rellenos de lana o plumas. Los romanos hicieron camas más elaboradas, a menudo con marcos de hierro y bronce, y colchones lujosos. Los dormitorios solían estar conectados con otras partes de la casa y a veces se usaban para reuniones sociales, especialmente entre la gente rica.
El Dormitorio en la Edad Media: Más Privacidad
Durante la Edad Media, el concepto de privacidad empezó a cambiar. Aunque muchas personas seguían durmiendo en espacios compartidos, el dormitorio comenzó a ser un área más definida para individuos o parejas. La gente rica empezó a usar camas más grandes y elaboradas con cuatro postes, a menudo con cortinas gruesas para mantener el calor y la privacidad. Estas camas eran un signo de estatus, con tallados y telas lujosas como tapices y pieles.
En los hogares más humildes, las familias a menudo compartían una cama. Los campesinos usaban colchones sencillos de paja, y no siempre había un "dormitorio" como tal; la gente dormía donde había espacio.
El Renacimiento y la Era Moderna Temprana: El Espacio Personal
El Renacimiento trajo un gran cambio, ya que la privacidad individual se volvió más importante, sobre todo para los ricos. Con el aumento de la riqueza, los espacios personales como los dormitorios se vieron como lugares privados. Las camas con cuatro postes, con tallados y telas lujosas, se hicieron más comunes, y surgió la idea de la "habitación de dormir".
En los siglos XVII y XVIII, la comodidad y la decoración se hicieron más importantes. Los dormitorios se volvieron más grandes y se decoraron con muebles finos, como espejos grandes, cortinas lujosas y ropa de cama suave. En esta época se usaron mucho telas como la seda y el terciopelo, que no solo daban comodidad, sino que también mostraban la riqueza del dueño.
La Revolución Industrial: Muebles para Todos
La Revolución Industrial, en los siglos XVIII y XIX, cambió el diseño y el uso del dormitorio. Las nuevas formas de fabricar cosas en grandes cantidades hicieron que los muebles fueran más baratos, incluyendo los marcos de cama de metal y los colchones de resortes. Esto significó que más personas, de todas las clases sociales, podían tener camas más cómodas. La invención del colchón de resortes en el siglo XIX mejoró mucho la comodidad, reemplazando los rellenos de paja o plumas.
Antes, en el siglo XIV, la gente humilde dormía sobre colchones de heno y paja. En el siglo XVI, los colchones de plumas se hicieron populares entre quienes podían pagarlos. En el siglo XVIII, el algodón y la lana se hicieron más comunes. El primer colchón de muelles no se inventó hasta 1871. Hoy en día, el colchón más común es el de muelles internos, pero también hay de espuma, látex, lana o seda.
Un dormitorio puede tener literas si dos o más personas comparten la habitación. Antes de que existieran los baños modernos en las casas, era común tener un orinal guardado debajo de la cama o en una mesita de noche.
En las casas victorianas más grandes, a menudo había un tocador para la señora y un vestidor para el caballero, accesibles desde el dormitorio. Algunos dormitorios están en el ático; como solo los separa el techo del exterior, pueden ser fríos en invierno y muy calurosos en verano. En las casas donde vivían los sirvientes, ellos solían usar los dormitorios del ático.
Durante este tiempo, el dormitorio se convirtió en un espacio más estándar y privado dentro del hogar. Con los avances en la fontanería, las casas empezaron a tener baños privados, lo que hizo que el dormitorio fuera aún más un santuario personal. La época victoriana, en particular, veía el dormitorio como un lugar para la privacidad y el cuidado personal.
El Siglo XX: Personalización y Modernidad
El siglo XX trajo más cambios en el diseño de los dormitorios, influenciados por nuevas ideas de funcionalidad y estilo. A medida que la sociedad se enfocó más en el individuo, los dormitorios se volvieron espacios muy personalizados. El diseño de interiores como profesión, a principios del siglo XX, permitió que las personas decoraran sus dormitorios según sus gustos. La fabricación masiva de muebles continuó, con innovaciones como camas ajustables, colchónes de espuma viscoelástica e iluminación eléctrica, transformando cómo se usaban los dormitorios.
A mediados del siglo XX, surgieron diseños minimalistas, con muebles modernos y líneas más simples. A medida que avanzaba el siglo, el dormitorio no solo era un lugar para dormir, sino también para relajarse, trabajar y entretenerse. La llegada de la tecnología a finales del siglo XX, como los televisores, computadoras y teléfonos inteligentes, hizo que el dormitorio se convirtiera en un centro multifuncional dentro del hogar.
Dormitorios en Diferentes Lugares del Mundo
En América del Norte y Europa, muchas casas tienen al menos dos dormitorios: uno principal (para los adultos de la casa) y uno o más para los niños o invitados.
Los muebles y otros objetos en los dormitorios varían mucho según el gusto y las costumbres locales. Por ejemplo, un dormitorio puede tener una o varias camas de diferentes tamaños (individual, de matrimonio, literas), aparadores, mesillas de noche, uno o más armarios y una alfombra. Los armarios empotrados son menos comunes en Europa que en Norteamérica; en Europa se usan más los vestidores o armarios individuales. Algunos dormitorios también incluyen un tocador o escritorio, una televisión y otros accesorios como lámparas, teléfono o despertador.
Algunas habitaciones que pueden estar conectadas al dormitorio son:
- Un vestidor, que tiene armarios o estantes para guardar la ropa y espejos para vestirse.
- Un cuarto de baño o váter individual conectado por una puerta con el dormitorio.
Consejos Útiles para tu Dormitorio
- Es bueno que el dormitorio tenga una ventana al exterior para poder ventilarlo todos los días.
- Para evitar la luz exterior, lo mejor es tener persianas. Sin embargo, en muchas culturas no se usan.
- Un buen aislamiento del ruido también es importante para dormir bien.
- La forma en que colocas las camas puede ayudar a aprovechar el espacio. Puedes usar literas, catres o camas plegables si la habitación es pequeña.
- Los colores claros en las paredes y muebles ayudan a que el espacio se vea más grande y luminoso. También transmiten tranquilidad y ayudan a relajarse.
Tipos de Dormitorios

- Dormitorio principal: Aquí la cama es doble y ocupa más espacio. Es útil tener dos mesillas de noche. Los cabeceros y mesitas modernas son más prácticos. Si hay espacio, un vestidor cerca del baño es ideal. También es bueno planificar estanterías para libros o un rincón para leer o estudiar.
- Dormitorio doble: Tiene dos camas. Puede ser para dos hermanos o para invitados. Es mejor tener dos mesillas que una sola en el centro. Se recomienda que las camas sean anchas. Las literas, camas altas o camas nido son excelentes opciones porque ocupan menos espacio y son más funcionales.
- Dormitorio individual: Son espacios con una sola cama. La decoración dependerá de la persona que lo use. Siempre es recomendable tener una mesilla, una mesa con silla para estudiar y un sillón para leer. Es preferible que el armario esté dentro de la habitación.
- Dormitorio estudio: Como cumple dos funciones (dormir y estudiar), su diseño es diferente. Debe ser cómodo para trabajar, incluso si eso significa sacrificar un poco de comodidad para dormir. La cama se vuelve un elemento secundario, y la parte principal es el rincón de trabajo. En habitaciones altas, el espacio se puede dividir en dos, con una plataforma de madera para la cama y la parte de abajo para el estudio, o al revés.
- Dormitorio infantil: Los niños necesitan espacio para jugar y para guardar sus juguetes. Se recomiendan muebles hechos a medida o modulares que aprovechen el espacio. Cuando es un bebé, la cama se reemplaza por una cuna. Estos dormitorios pueden tener más color y telas que los juveniles.
Iluminación del Dormitorio
La iluminación de un dormitorio debe invitar a la relajación y al bienestar. Para que un dormitorio sea cómodo, necesita diferentes tipos de luz. Distribuye la luz por toda la habitación según su uso y tus hábitos.
En los dormitorios, se recomienda una luz general de 50 lux y 200 lux en las cabeceras de las camas. Recuerda que los colores y materiales de las paredes, pisos, techos, cortinas y muebles afectarán cómo se refleja la luz. Los colores cálidos se ven mejor con luces incandescentes o halógenas.
Al entrar a la habitación, deberías poder encender una luz que te permita ver todo el espacio antes de ir a un lugar específico. Para la iluminación general, puedes instalar una lámpara de pedestal que dirija la luz hacia abajo o una columna con luz hacia arriba.
Otra opción es instalar una luz general en el techo con focos cerca de los armarios. Es muy común y práctico colocar una lámpara encima de la mesilla de noche. Esto crea un ambiente cálido y personal, pero no es lo mejor para leer.
Las lámparas de mesa suelen ser muy decorativas, pero si no son estables, pueden caerse fácilmente. Si te gusta leer en la cama, es mejor usar lámparas con pantallas y brazos ajustables a cada lado de la cama, con luz incandescente. Esto te permitirá ajustar la luz para que no se refleje directamente en los libros.
Si quieres reducir los contrastes fuertes de luz, puedes instalar una luz suave detrás de los cuadros que están sobre el cabecero de la cama. También es posible instalar lámparas de luz muy tenue para niños que tienen nictofobia (miedo a la oscuridad).
Véase también
En inglés: Bedroom Facts for Kids
- Habitación
- Lavandería
- Cocina
- Salón
- Pasillo
- Cama
- Edredón
- Camarote