Gigante helado para niños
Un gigante helado es un tipo de planeta gigante que se encuentra en nuestro sistema solar. Estos planetas están formados principalmente por una mezcla de hielo, roca y gas. En nuestro sistema solar, los dos ejemplos de gigantes helados son Urano y Neptuno.
Los gigantes helados son diferentes de los gigantes gaseosos como Júpiter y Saturno. La principal diferencia es que los gigantes helados tienen mucho menos hidrógeno y helio. Esto se debe a que están mucho más lejos del Sol.
Sus atmósferas son bastante nebulosas y contienen un poco de metano. Este gas es el que les da su color aguamarina tan especial. Tanto Urano como Neptuno tienen campos magnéticos que están muy inclinados respecto a sus ejes de giro. Urano es único porque su eje de giro está muy inclinado. Esto hace que sus estaciones sean muy extremas.
Aunque Urano es un poco menos pesado que Neptuno, tiene más hidrógeno y helio. Por otro lado, Neptuno es más denso. También mantiene mucho más calor en su interior y tiene un ambiente más activo.
¿Cómo se les llama a estos planetas?
El término "gigante gaseoso" fue creado en 1952 por el escritor de ciencia ficción James Blish. Se usaba para describir a los grandes planetas que no eran rocosos en el sistema solar. Sin embargo, desde los años 40, los científicos se dieron cuenta de que Urano y Neptuno son muy diferentes de Júpiter y Saturno.
Urano y Neptuno están hechos principalmente de elementos más pesados que el hidrógeno y el helio. Por eso, se les considera un tipo distinto de planeta gigante. Como se formaron con materiales como hielo o gas atrapado en hielo de agua, se empezó a usar el nombre "gigante helado". Este término se hizo popular en la ciencia ficción en los años 70. El primer uso científico de "gigante helado" fue probablemente en un informe de la NASA en 1978.
¿Cómo se forman los gigantes helados?
Entender cómo se forman los planetas rocosos y los gigantes gaseosos es bastante sencillo. Se cree que los planetas rocosos, como la Tierra, se formaron por la unión de pequeños cuerpos llamados planetesimales. Esto ocurrió dentro de un disco protoplanetario alrededor del Sol.
Se piensa que los gigantes gaseosos (como Júpiter y Saturno) formaron primero un núcleo sólido. Este núcleo tenía unas 10 veces la masa de la Tierra. Luego, acumularon grandes cantidades de gas de la nebulosa solar en unos pocos millones de años.
La formación de Urano y Neptuno es más complicada. Esto se debe a que la velocidad de escape de los pequeños protoplanetas, a unas 20 unidades astronómicas del Sol, era similar a sus velocidades de movimiento. Los cuerpos que cruzaban las órbitas de Saturno o Júpiter podrían haber sido expulsados del sistema solar. También podrían haberse unido a los planetas más grandes o haber sido enviados a órbitas de cometas.
A pesar de estos desafíos en los modelos de formación, desde 2004 se han encontrado muchos planetas que podrían ser gigantes helados orbitando otras estrellas. Esto sugiere que este tipo de planetas podría ser común en nuestra Vía Láctea.
Véase también
En inglés: Ice giant Facts for Kids