Francisco López de Mendoza y Mendoza para niños
Datos para niños Francisco López de Mendoza y Mendoza |
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![]() Retrato anónimo de Francisco de Mendoza (1601), Rijksmuseum, Ámsterdam.
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Información personal | ||
Nacimiento | 1547 Granada (Corona de Castilla) |
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Fallecimiento | 1 de marzo de 1623 o 1623 Madrid (España) |
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Sepultura | Iglesia de Santa María (Alcalá de Henares) | |
Nacionalidad | Española | |
Religión | Iglesia católica | |
Familia | ||
Padre | Íñigo López de Mendoza y Mendoza | |
Educación | ||
Educado en | ||
Información profesional | ||
Ocupación | Diplomático, militar, político, líder militar y obispo católico (desde 1622) | |
Área | Política, diplomacia y militar | |
Cargos ocupados | Obispo de Sigüenza (desde 1622) | |
Rango militar | Almirante | |
Francisco López de Mendoza y Mendoza (nacido en Granada en 1547 y fallecido en Madrid el 1 de marzo de 1623), también conocido como Francisco de Mendoza, fue una persona muy importante en la España de su tiempo. Fue un noble, militar, diplomático y político. También se dedicó a la iglesia y, en ocasiones, a la poesía.
Francisco de Mendoza fue almirante de Aragón y marqués de Guadalest por su matrimonio. Sirvió como mayordomo del rey Felipe II de España y del archiduque Alberto de Austria. Además, fue general de los tercios (unidades militares) en Flandes y embajador en varios países como Polonia, Alemania y Francia. Al final de su vida, se convirtió en obispo de Sigüenza.
Contenido
La vida de Francisco de Mendoza
Orígenes y formación
Francisco nació en la Alhambra de Granada. Su padre era el marqués de Mondéjar, Íñigo López de Mendoza y Mendoza, quien era el capitán general de Granada. Desde muy joven, a los doce años, Francisco ya era caballero de la orden de Calatrava.
Estudió en importantes universidades de España. Aprendió artes en la Universidad de Alcalá de Henares y filosofía y derecho en la Universidad de Salamanca. También estudió textos religiosos con la ayuda de Pedro García de Galarza, quien más tarde sería obispo.
Primeros pasos en su carrera
En 1567, hubo un conflicto en la región de las Alpujarras. Francisco de Mendoza participó en las batallas y llegó a ser capitán bajo el mando de su padre.
Más tarde, acompañó a su padre en sus importantes cargos. Estuvo con él cuando fue embajador en Roma y cuando fue virrey en Valencia y Nápoles. Por sus servicios, recibió un reconocimiento especial en la orden de Calatrava.
Su matrimonio y títulos
En 1584, Francisco se casó con María Ruiz de Liori Colón y Cardona. Ella era hija del almirante de Aragón y marqués de Guadalest. Para casarse, Francisco tuvo que usar el apellido Cardona, por lo que durante su matrimonio se le conoció como Francisco de Cardona.
Cuando el padre y el hermano de su esposa fallecieron, María se convirtió en la heredera de su familia. Así, Francisco obtuvo los títulos de Almirante de Aragón y marqués de Guadalest. También heredó algunos desafíos legales relacionados con propiedades y títulos importantes, lo que le causó muchos gastos.
Interés por la literatura
En la década de 1580, Francisco de Mendoza mostró interés por la literatura. Apoyó a escritores y él mismo escribió poesía. Un libro llamado El Perfecto regidor le fue dedicado.
Además, el famoso escritor Miguel de Cervantes lo mencionó en su obra La Galatea (1585) como uno de los cien talentos elogiados. También se encontraron versos en latín escritos por él en un libro de medicina de Juan Bravo Piedrahíta.
Momentos difíciles y cambios en su vida
En 1590, Francisco tuvo un problema. Se vio envuelto en un asunto relacionado con un matrimonio que no le gustó al rey Felipe II de España. Por esta razón, fue castigado y estuvo detenido en el castillo de Turégano y luego en Calatrava la Nueva.
Mientras estaba en prisión, su esposa falleció. Tuvieron una hija, María, que también murió siendo muy pequeña. Después de esto, se intentó que se casara de nuevo, pero el compromiso no se concretó.
Servicio en Flandes y nuevas dificultades
Francisco fue liberado de prisión en 1592. Dos años después, el rey Felipe II lo nombró su mayordomo. Poco después, se convirtió en el mayordomo principal del archiduque Alberto de Austria, quien gobernaba los Países Bajos españoles. En ese momento, la región estaba en guerra.
Entre 1597 y 1598, Francisco de Mendoza realizó importantes misiones diplomáticas en Europa. Viajó para organizar bodas reales y para firmar tratados de paz, como la paz de Vervins en Francia. También fue embajador en Polonia, Hungría y el Sacro Imperio Romano Germánico. Como persona de confianza del archiduque, se encargó del gobierno de los Países Bajos mientras este estaba ausente.
Participó en varias batallas como general. En la batalla de Nieuwpoort en 1600, fue capturado por las fuerzas enemigas. Estuvo preso en La Haya durante casi dos años hasta que se pagó su rescate.
Regreso a España y más desafíos
Cuando regresó a España en 1603, su suerte cambió varias veces. El rey Felipe III le pidió que se mantuviera alejado de la corte. Fue acusado de traición por un acuerdo militar en Irlanda, pero fue declarado inocente. Se le propusieron cargos importantes, pero no se concretaron.
Los desafíos legales sobre sus títulos y propiedades continuaron. Finalmente, perdió algunos de estos pleitos, lo que le causó grandes pérdidas económicas.
En 1606, tuvo un incidente menor que fue usado por sus rivales para que lo detuvieran y lo desterraran de Madrid. Tres años después, fue arrestado de nuevo sin una razón clara. Se especuló que fue por su supuesta participación en la publicación de textos críticos o por la envidia de sus oponentes. Francisco pasó cinco años más en prisión en el castillo de Torremocha sin que su caso avanzara.
En 1611, debido a su delicado estado de salud, fue trasladado a un monasterio. Poco después, el rey ordenó su liberación y que le devolvieran sus bienes, aunque nunca fue condenado oficialmente.
Sus últimos años y fallecimiento
Ya mayor, con la salud afectada por sus años en prisión y con muchas deudas, Francisco de Mendoza vivió sus últimos años en Guadalajara, apoyado por su hermano Juan.
En 1617, se hizo sacerdote. En 1622, el nuevo rey, Felipe IV, lo nombró obispo de Sigüenza como reconocimiento a sus servicios y para compensar sus años de prisión. Fue consagrado obispo, pero falleció en Madrid en 1623 antes de poder viajar a su diócesis.
Fue enterrado en la capilla de las Santas Formas en Alcalá de Henares. Años después, sus restos fueron trasladados a la bóveda principal de la iglesia, debajo del altar mayor.
Predecesor: Sancho Dávila y Toledo |
Obispo de Sigüenza 1622 – 1623 |
Sucesor: Pedro González de Mendoza |
Véase también
En inglés: Francisco de Mendoza Facts for Kids