Francisco Javier Saeta para niños
Datos para niños Francisco Javier Saeta |
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Información personal | ||
Nacimiento | 22 de septiembre de 1664 | |
Fallecimiento | 2 de abril de 1695 | |
Información profesional | ||
Ocupación | Misionero | |
Orden religiosa | Compañía de Jesús | |
Francisco Javier Saeta (nacido el 22 de septiembre de 1665 en Piazza Armerina, Enna, Italia, y fallecido el 2 de abril de 1695 en Caborca, Sonora) fue un misionero jesuita de origen italiano. Trabajó en la región de Nuestra Señora de los Dolores bajo la dirección de Eusebio Francisco Kino. Su labor fue parte de las Misiones jesuíticas en el desierto de Sonora, buscando establecer comunidades y difundir la fe. Saeta falleció durante un conflicto con grupos indígenas.
Contenido
¿Quién fue Francisco Javier Saeta?
Sus primeros años y estudios
Francisco Javier Saeta se unió a la Compañía de Jesús en 1679. Dedicó muchos años a sus estudios, hasta 1691. Durante este tiempo, aprendió sobre humanidades, magisterio, filosofía y teología.
Desde joven, Saeta mostró un gran interés en ser misionero. Se ofreció varias veces para ir a lugares lejanos como México y Filipinas. Finalmente, su petición fue aceptada después de mucha insistencia.
Viaje a América y preparación
En 1692, Saeta se embarcó desde Génova hacia Cádiz, y luego continuó su viaje a Veracruz, México. Una vez en América, siguió sus estudios de teología en el Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo, en la capital mexicana.
Fue ordenado sacerdote en diciembre de 1693. En sus cartas, mencionaba su preocupación por los conflictos en la región, como la pérdida de vida de dos jóvenes que regresaban a Caborca con ganado.
La misión en Sonora
Llegada a Caborca
En febrero de 1694, Francisco Javier Saeta fue enviado a Sonora, una región en el norte de México. Allí trabajó bajo las órdenes del padre Eusebio Francisco Kino, otro misionero jesuita muy conocido.
Saeta fue asignado a la misión de Nuestra Señora de la Purísima Concepción en Caborca. Su objetivo era evangelizar a los pimas en la región de la Pimería Alta. Llegó a Caborca el 21 de octubre de 1694, acompañado por el padre Kino.
El trabajo de Saeta en la misión
En Caborca, Saeta se dedicó a construir nuevas estructuras cerca del Río Concepción. También enseñó la religión cristiana a los pimas. Además, les mostró cómo cuidar el ganado, cultivar la tierra y mejorar sus viviendas.
El padre Kino apoyó mucho a Saeta, enviándole animales y alimentos para ayudar a la misión de Caborca a prosperar. Saeta estaba muy ocupado con la construcción de la misión. En su última carta al padre Kino, escrita el 1 de abril de 1695, Saeta mencionó su preocupación por los conflictos en la zona.
El final de su misión
Conflictos en la región
En esa época, surgieron tensiones entre los grupos ópatas y pimas cerca de Tubutama. Hubo persecuciones contra los pimas, a quienes se les acusaba de atacar misiones y haciendas. Esto llevó a la muerte y captura de varios pimas.
El descontento de los pimas se extendió por varios meses, con brotes de violencia en diferentes lugares como Baserac, Bavispe y Nácori. El 29 de abril, la situación empeoró en la misión de Tubutama debido a un incidente que provocó la furia de los pimas. La situación se extendió hasta Oquitoa y el 1 de abril llegaron a Pitiquito, dirigiéndose a Caborca.
El fallecimiento de Saeta
El 2 de abril de 1695, un grupo de indígenas llegó a la misión de Caborca. Saeta intentó calmarlos, pero no lo logró. Falleció en el lugar, junto con otros cuatro indígenas leales a la misión. Sus restos fueron llevados a Cucurpe por el gobernador Domingo Jironza Petriz de Cruzate y Góngora y el capitán Juan Mateo Mange.
Fue enterrado en el templo de los Santos Reyes en la misión de Cucurpe. Otra versión dice que sus restos fueron llevados a Italia.
Su legado
El templo de Nuestra Purísima Concepción de Caborca, fundado por el padre Kino, fue declarado "monumento histórico" por el gobierno mexicano.
Después del fallecimiento de Saeta, Eusebio Francisco Kino escribió un libro en su honor, titulado "Inocente, apostólica y gloriosa muerte del venerable Francisco Javier Saeta". Kino también lo representó en un mapa, mostrando su dedicación.
Hoy en día, muchos centros educativos en México llevan el nombre de Francisco Javier Saeta, en memoria de su labor como misionero.