Desfile de la Victoria de Madrid de 1939 para niños
El desfile de la Victoria de Madrid de 1939 fue un gran evento militar que se organizó en Madrid, la capital de España, el 19 de mayo de 1939. Fue una celebración importante para el gobierno del general Francisco Franco después de un conflicto que había terminado recientemente. Este desfile fue el más grande de una serie de eventos similares que se hicieron en otras ciudades españolas. También, junto con una ceremonia religiosa al día siguiente, buscaba mostrar que el liderazgo de Franco era fuerte y duradero, y presentarlo como un líder victorioso para la nación.
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Preparativos para el gran desfile
Después de que el conflicto terminó, el gobierno quiso hacer una gran demostración de su poder en Madrid. Esta ciudad había resistido durante casi tres años antes de que el conflicto finalizara. Pocas semanas después de que la ciudad fuera tomada, el 14 de abril, ya se había decidido qué grupos militares participarían en el desfile. El desfile de Madrid sería el último de varios que se habían celebrado en otras ciudades de España, como en Andalucía y Valencia. Franco dedicó la primavera a visitar varias provincias españolas para conectar con la gente y reafirmar su liderazgo.
La ciudad de Madrid se preparó con mucho cuidado para este evento. La Cámara de Comercio de Madrid pidió que los escaparates de las tiendas mostraran fotos de Franco y carteles con mensajes como "Gloria al Caudillo" o "España, Una, Grande y Libre". Las fachadas de cines, teatros y grandes tiendas se decoraron con fotos de Franco y José Antonio Primo de Rivera, y con banderas españolas. El ejército incluso vendió telas rojas y amarillas, y miles de banderas para ayudar con la decoración. También se pidió a la gente que alojara en sus casas a los militares que venían para el desfile. Como no hubo suficientes voluntarios, se hizo obligatorio alojar a los oficiales.
El recorrido del desfile se estableció a lo largo de importantes avenidas de Madrid, como el paseo del Prado, paseo de Recoletos y la Paseo de la Castellana. La tribuna principal, que parecía un arco de triunfo, se colocó en el paseo de la Castellana. En el centro del arco había un tapiz con el Águila de San Juan. Encima del arco se leía la palabra "VICTORIA", y en los pilares se repetía el nombre "FRANCO". Debajo del arco había un balcón decorado con un víctor, donde se colocaría Franco. También se construyeron columnas en la plaza de Colón y un puente en la plaza de Cibeles.
El día antes del desfile, un escritor llamado Ernesto Giménez Caballero habló por Radio Nacional de España. Ese mismo día, Franco llegó a Madrid desde Burgos y fue recibido con una entrada triunfal por las calles decoradas de la capital. Se anunció que su entrada seguiría un ritual similar al de antiguos reyes. Franco se alojó en un palacio en la calle Serrano.
El desfile principal
El 19 de mayo fue declarado día festivo, llamado el "Día de la Victoria", lo que ayudó a que mucha gente asistiera al desfile. A las seis de la mañana, ya había unas 400.000 personas en el recorrido. El Parque del Retiro, que había estado cerrado después del conflicto, se abrió al público. Algunas líneas de metro también estuvieron cerradas por la mañana. En el centro de la ciudad, jóvenes vendían revistas y periódicos especiales.
A las nueve de la mañana, Franco llegó a la tribuna principal. Llegó en un coche descapotable, acompañado por el general Andrés Saliquet. Llevaba un uniforme militar especial. En la tribuna lo esperaban todos los miembros del gobierno, generales y jefes del ejército, y militares que habían recibido una importante condecoración.
El evento comenzó con la entrega a Franco de la Gran Cruz Laureada de San Fernando, la máxima condecoración militar de España. Fue el general Francisco Gómez-Jordana Sousa, vicepresidente del gobierno, quien leyó el decreto de la condecoración. Luego, el general José Enrique Varela Iglesias le impuso la condecoración. Se dice que varios ayuntamientos, incluyendo el de Madrid, habían pedido que se le concediera. Poco después, el cardenal Isidro Gomá se unió a las autoridades en la tribuna.
Se calcula que entre 120.000 y 250.000 militares participaron en el desfile. Eran de la mayoría de las unidades que habían combatido, incluyendo tropas de otros países que habían apoyado a Franco: portugueses, italianos y alemanes. Al pie de la tribuna, se colocaron banderas históricas, custodiadas por militares.
El desfile fue encabezado por el general Saliquet. Luego desfilaron las tropas italianas, con bandas, escuadrones y unidades motorizadas. También desfilaron grupos de la Falange Española, los requetés (que llevaban grandes crucifijos), tropas de la Legión Española, militares marroquíes y hasta una unidad de jinetes andaluces. Generales importantes como Rafael García Valiño y José Solchaga también desfilaron al frente de sus tropas. Todas las unidades mostraban las banderas que habían usado durante el conflicto. El desfile terminó con las tropas portuguesas y alemanas.
La parada duró unas cinco horas y fue muy costosa. Participaron 115 unidades de infantería, 200 baterías de artillería, 25 cañones antitanque, 20 baterías antiaéreas, 27 escuadrones de caballería, 150 carros de combate, 500 motocicletas y 3000 automóviles y camiones. Si se hubieran puesto en fila, habrían ocupado 25 kilómetros. También participó una escuadrilla de 62 aviones que formaron en el cielo la frase "Viva Franco" y otro avión que escribió con humo el nombre del líder. Una lluvia que cayó al mediodía no detuvo el desfile.
Después del desfile, se celebró un banquete en el Palacio Real de Madrid. Franco dio un discurso por radio a la nación, donde advirtió a "ciertas naciones" (refiriéndose a Francia y Reino Unido) que no intentaran influir en la política de España con presiones económicas. También dijo que estaba decidido a eliminar a las fuerzas políticas que habían sido derrotadas. Por la tarde, Franco asistió a una obra de teatro. En la plaza de toros de Las Ventas, se organizó un evento taurino con varios toreros famosos.
La ceremonia en la iglesia de Santa Bárbara
Las celebraciones continuaron al día siguiente con un acto religioso muy simbólico en la Iglesia de Santa Bárbara de Madrid. En una ceremonia presidida por el cardenal Isidro Gomá y con la asistencia de veinte obispos, Franco entregó una espada que simbolizaba la victoria. Esta ceremonia era similar a las que hacían los antiguos reyes de Reino de Castilla. En un gesto muy especial, Franco entró al templo bajo un palio, un privilegio que solo tenían los monarcas españoles. Fue recibido con un canto antiguo. Varias reliquias presentes recordaban a líderes históricos de España. Después de una misa, se realizó una ceremonia parecida a una coronación, donde se reconoció el liderazgo de Franco. Él pronunció una oración.
La espada se colocó en el altar mayor, frente a una imagen de Cristo que había sido traída especialmente para la ocasión. Más tarde, la espada se exhibió en la Catedral de Santa María de Toledo. Esa misma tarde, Franco recibió a los diplomáticos en el Monasterio de El Escorial. Todos estos rituales y lugares buscaban conectar la reciente "Cruzada de Liberación" con las luchas históricas de los cristianos españoles, y mostrar la intención de Franco de permanecer en el poder.
El desfile a lo largo del tiempo
A partir de 1940, el Desfile de la Victoria se celebró el 1 de abril, conocido como el "Día de la Victoria". Se hizo cada año hasta 1976. Solo en 1964 cambió su nombre a "Desfile de la Paz", para conmemorar "25 Años de Paz" en España. El Día de la Victoria fue declarado fiesta nacional al principio, pero luego perdió esa condición y se cambió a un domingo de mayo para evitar el mal tiempo.
Después de la muerte de Franco, el desfile de 1976 se celebró el 30 de mayo. Aunque el gobierno quería cambiarle el nombre, la resistencia de los militares impidió ese cambio. Al año siguiente, finalmente se cambió el nombre del desfile, pasando a llamarse Desfile del "Día de las Fuerzas Armadas". Durante muchos años, este desfile militar, que era una herencia del Desfile de la Victoria, se celebró anualmente a finales de mayo. La ubicación del desfile fue cambiando entre diferentes ciudades. Finalmente, el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero decidió cambiar la forma de celebrar el Día de las Fuerzas Armadas, optando por una serie de celebraciones cívico-militares para promover a las Fuerzas Armadas.

Véase también
En inglés: 1939 Madrid Victory Parade Facts for Kids