Defecación para niños
La defecación es un proceso natural del cuerpo en el que se eliminan los desechos sólidos o semisólidos del aparato digestivo. Es la última parte de la digestión, donde el cuerpo expulsa lo que no necesita a través del ano o, en algunos animales, la cloaca.
Este proceso también se conoce con otros nombres más sencillos, como "hacer popó" o "hacer caca", o simplemente "evacuar" o "obrar". Es una función muy importante para mantener la salud.
Después de que los alimentos pasan por el intestino delgado y el intestino grueso, lo que queda se convierte en materia fecal. Esta materia se guarda en una parte del intestino grueso llamada colon. El cuerpo tiene como unas "válvulas" que ayudan a retener las heces hasta que sea el momento adecuado para expulsarlas.
Cuando hay suficiente materia acumulada, el sistema parasimpático (una parte de nuestro sistema nervioso que funciona sin que lo pensemos) relaja un músculo interno del ano. Esto hace que otro músculo, el esfínter externo (que sí podemos controlar), se contraiga, y que un músculo llamado elevador del ano se tense.
El músculo elevador del ano crea un ángulo entre el recto y el ano, como si doblaras una manguera para cerrar el paso. Cuando es el momento de defecar, el esfínter externo se relaja voluntariamente y el músculo elevador del ano también se relaja. Esto cambia el ángulo y permite que las heces salgan. Para que esto suceda, necesitamos un empuje, que viene de la presión dentro del abdomen. Al tensar los músculos del abdomen (lo que llamamos "pujar"), la presión aumenta y ayuda a la evacuación.
La forma en que controlamos la defecación es gracias a varias partes del sistema nervioso. Primero, el sistema nervioso entérico (que está en el intestino) detecta cuando el recto se llena de heces y estimula movimientos en el intestino grueso para moverlas. También se activa el sistema parasimpático para relajar el músculo interno del ano. Finalmente, la corteza cerebral (la parte de nuestro cerebro que nos permite pensar y decidir) nos permite relajar el músculo externo del ano de forma voluntaria. Si decidimos no defecar en ese momento, las señales del sistema parasimpático se detienen hasta que haya más movimientos intestinales, especialmente después de comer. Algunos animales no tienen este control voluntario y su cuerpo lo hace de forma automática.
Contenido
¿Cuándo surgió la defecación en los seres vivos?
Se cree que los primeros seres vivos con un sistema digestivo completo, que les permitía comer y expulsar desechos, aparecieron hace más de 1600 millones de años.
Existen fósiles que muestran que hace unos 570 millones de años, durante el periodo Vendiense, algunos gusanos ya tenían un tubo digestivo que les permitía tener una boca para comer y un ano para defecar. Esto era muy útil porque podían alimentarse y eliminar los desechos al mismo tiempo.
La formación de heces implica que el cuerpo procesa los desechos y luego los almacena y compacta. Esto hace que la materia orgánica expulsada sea lo suficientemente densa como para hundirse rápidamente en el fondo del mar. Esto era importante porque en el fondo del mar no había mucho oxígeno ni bacterias que pudieran descomponerla fácilmente.
Algunos científicos creen que la aparición de la defecación, al hacer que grandes cantidades de materia orgánica se hundieran más rápido en el mar, pudo haber causado que mucha de esta materia quedara enterrada en los sedimentos. Esto, a su vez, pudo haber ayudado a que se acumulara más oxígeno en la atmósfera de la Tierra, no solo por la fotosíntesis.
Higiene y costumbres humanas

En muchas partes del mundo, el acceso a baños adecuados es un gran desafío. Por ejemplo, en algunos países, muchas personas no tienen acceso a instalaciones sanitarias seguras y deben defecar al aire libre. Esto puede causar problemas de salud y la propagación de enfermedades.
Se han realizado estudios para ver si construir más baños ayuda a reducir los problemas de salud. En un estudio en la India, se construyeron muchas letrinas en aldeas, pero se vio que solo construir los baños no era suficiente para que la gente cambiara sus hábitos. Es importante que, además de tener baños, las personas aprendan sobre la importancia de usarlos para mantener la higiene y la salud de todos.
La postura natural para defecar, que los humanos han usado desde hace mucho tiempo, es la de cuclillas.
Conceptos relacionados
- Escala de heces de Bristol
- Estreñimiento
- Excreción
- Laxante
- Síndrome del intestino irritable
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Defecation Facts for Kids