Conspiración Septembrina para niños
Datos para niños Conspiración Septembrina |
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Ventana del Palacio de San Carlos por la cual escapó Simón Bolívar del atentado.
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Localización | ||
País | Gran Colombia | |
Localidad | Palacio de San Carlos | |
Datos generales | ||
Tipo | Conspiración e intento de magnicidio | |
Objetivo | Simón Bolívar | |
Histórico | ||
Fecha | 25 de septiembre de 1828 | |
La Conspiración Septembrina fue un intento de ataque contra la vida de Simón Bolívar. Este evento ocurrió en Bogotá el 25 de septiembre de 1828, después de que Bolívar se declarara el líder principal de la Gran Colombia.
Alrededor de tres docenas de atacantes, liderados por el comandante Pedro Carujo, entraron por la fuerza al Palacio Presidencial a medianoche. Después de atacar a los guardias, se dirigieron a la habitación de Bolívar. Él logró escapar por una ventana con la ayuda de Manuela Sáenz. El General de Brigada Ramón Olivares, que estaba allí, se enfrentó a los atacantes.
Después del ataque, se llevaron a cabo juicios. El general Francisco de Paula Santander, uno de los principales opositores de Bolívar, fue condenado. Sin embargo, Bolívar le perdonó la vida y lo envió al exilio.
Contenido
¿Qué llevó a la Conspiración Septembrina?
Descontento con el gobierno de la Gran Colombia
El gobierno de la Gran Colombia se había vuelto muy centralizado. Esto significaba que el poder estaba concentrado en un solo lugar y no se distribuía entre las regiones. Los gobernantes, especialmente los militares, no siempre seguían las leyes de la Constitución de 1821.
Muchas regiones se habían unido para formar una nación más fuerte, la Gran Colombia. Sin embargo, algunas de estas regiones habían tenido antes un sistema de gobierno federalista, donde tenían más autonomía. Se les había prometido respetar su independencia, pero no fue así.
Abusos de autoridad y levantamientos
Empezaron a surgir situaciones en las que los militares usaban su autoridad de forma incorrecta. Esto generó miedo entre la población. Los reclamos de otros líderes y de la gente común impulsaron levantamientos y revueltas.
Cambios políticos en Perú y Bolivia
En 1826, Bolívar aceptó ser el gobernante de Perú. Sin embargo, tuvo que dejar un Consejo de Estado en Lima y viajar urgentemente para negociar con líderes en el levantamiento de La Cosiata.
Bolívar había dado instrucciones para establecer una nueva constitución en Perú y Bolivia, que le daría poder de por vida. Esto se logró, pero en enero de 1827, los peruanos se rebelaron. Dijeron que la nueva constitución se había impuesto de forma forzada y que violaba sus leyes. Los peruanos anularon esa constitución y retiraron a Bolívar como posible gobernante de Perú.
La Convención de Ocaña y la declaración de Bolívar
La idea de una constitución con poder de por vida también se propuso en la Convención de Ocaña para la Gran Colombia. Sin embargo, esta propuesta fue rechazada. Para el 10 de junio de 1828, no se había llegado a ningún acuerdo en dicha Convención.
El 27 de agosto de 1828, Simón Bolívar firmó un decreto por el cual se declaró el líder principal. Disolvió el Congreso y se estableció un régimen militar. El descontento de la sociedad con el gobierno de esa época crecía cada vez más.
¿Cómo ocurrieron los hechos de la Conspiración Septembrina?
La oposición a Bolívar aumentó, especialmente después de que se declarara el líder principal el 27 de agosto de 1828. Algunos se reunieron en grupos secretos llamados «SSP» (Sociedad Socrata Parlamental), inspirados en los de la Revolución francesa.
Estos grupos estaban formados principalmente por estudiantes e intelectuales que se reunían para hablar de política. En una de esas reuniones, Luis Vargas Tejada pronunció una famosa estrofa que mostraba el descontento.
A principios de septiembre de ese año, en una de esas reuniones, surgió la idea de atacar a Bolívar. Para lograrlo, buscaron apoyo en las Fuerzas Armadas. Reclutaron a veteranos, reservistas y sargentos, así como a personas que habían sido expulsadas o estaban a punto de serlo por su mal comportamiento.
A medianoche del 25 de septiembre, unos doce civiles y veinticinco soldados, bajo el mando de Pedro Carujo, forzaron la entrada al Palacio de San Carlos. Atacaron a los guardias y luego buscaron la habitación de Bolívar.
Manuela Sáenz, que estaba esa noche con Bolívar, lo despertó. Al enterarse de lo que pasaba, Bolívar tomó su pistola y su sable e intentó abrir la puerta. Pero Manuela lo convenció de que escapara por la ventana.
Bolívar se escondió bajo un puente toda la noche, mientras enviaba a averiguar la situación en los cuarteles. Bolívar logró saltar y escapar por la ventana, mientras Manuela entretenía y se enfrentaba a los conspiradores.
El ataque resultó en la muerte del coronel William Ferguson, un ayudante inglés. El joven Andrés Ibarra resultó herido, y Manuela Sáenz recibió un golpe en la frente. El esclavo liberado José Palacios llevó a Bolívar a un lugar seguro. El batallón de Vargas, dirigido por el coronel Whittle, ayudó a que la conspiración fracasara. Finalmente, los generales Rafael Urdaneta y José María Córdova lograron detener el complot, controlar la situación en la capital y arrestar a los cómplices.
¿Qué pasó con los implicados en la Conspiración Septembrina?
Después de la Conspiración Septembrina, se crearon tribunales especiales para juzgar a los implicados. El 29 de septiembre, Bolívar decidió disolver uno de estos tribunales y encargó a Rafael Urdaneta que fuera el Juez Único. Urdaneta, con el apoyo de Tomás Barriga, se encargó de los casos restantes y de revisar las decisiones que no habían satisfecho a Bolívar.
Durante los días siguientes, se arrestó a los sospechosos y se les abrió juicio a muchos de ellos. También se juzgó a militares de alto rango si había alguna sospecha de que habían participado en el ataque, ya sea planificando, colaborando o simplemente guardando silencio.
Entre los acusados estaban Francisco de Paula Santander y el almirante José Prudencio Padilla. A Padilla, doce artilleros y un oficial intentaron liberarlo de la prisión para que tomara una posición, pero él se negó. Les dijo que estaba preso y no debía involucrarse. Lograron que bajara hasta la puerta del cuartel, pero él regresó a su alojamiento. Allí encontró al sargento y a un soldado de la guardia que lo custodiaban y se habían refugiado en la habitación. Después de que la tropa se retiró, Padilla reunió las armas de la guardia y le pidió a su asistente que cerrara la puerta del cuartel con llave, temiendo que intentaran volver a obligarlo a unirse o a atacarlo si no lo hacía. Permaneció así hasta que el ruido cesó, momento en el que le pidió a su asistente que avisara al general Urdaneta o a otro jefe.
Vicente Azuero y otros opositores, como Luis Vargas Tejada, Florentino González y el capitán Emigdio Briceño Guzmán, también fueron considerados cómplices. Incluso Pedro Carujo, el enemigo de Bolívar, fue juzgado. El Consejo de Ministros los encontró culpables. A algunos se les cambió la pena por el exilio, y otros fueron perdonados.
Santander fue declarado culpable y se le quitó su rango. Fue expulsado de forma deshonrosa y condenado. Sin embargo, Bolívar decidió cambiar su pena por el exilio. De igual manera, a Vicente Azuero y Florentino González se les cambió la pena por el exilio. Vargas Tejada falleció ahogado en un río mientras huía por los Llanos colombianos.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Septembrine Conspiracy Facts for Kids
- Atentado de Kingston
- Disolución de la Gran Colombia