Cielo de Salamanca para niños
El Cielo de Salamanca es una pintura mural atribuida a Fernando Gallego que se corresponde con la tercera parte de la decoración de la bóveda de la antigua Biblioteca de las Escuelas Mayores de la Universidad de Salamanca, espacio ocupado por la actual capilla de San Jerónimo. La bóveda se pintó en la década de 1480. En el siglo XVIII se derrumbaron las otras dos terceras partes durante la construcción de la capilla, cuya bóveda se encuentra cuatro metros por debajo de la anterior, quedando oculta la techumbre original. En 1901 fueron redescubiertas por el profesor García Boiza. En la década de 1950 las pinturas fueron retiradas de la bóveda original, traspasadas a lienzo y trasladadas a su lugar actual (Museo Universitario en las Escuelas Menores) para su contemplación.
Estamos ante una representación astrológica destinada a la enseñanza de la Astrología, probablemente inspirada por la cátedra de astrología que hacía poco (c. 1460) acaba de instituirse en la Universidad de Salamanca, que servía de apoyo a la práctica de la Medicina. Desde 1960 se interpretó que la pintura correspondía al cielo de una noche de agosto de 1475 pero una visión actual considera que es un cielo astrológico basado en el Tetrabiblos de Ptolomeo. Es un error asociar El Cielo de Salamanca al que se vio desde esta ciudad en la segunda mitad de agosto de 1475, la presencia de constelaciones australes no visibles desde Salamanca en el siglo XV lo demuestran, lo que se representa es la esfera celeste, aunque no es un planisferio, pues no se mantienen las proporciones; los planisferios se inventarían más de un siglo después.
El logotipo de Salamanca 2002 Ciudad Europea de Cultura (y actualmente logo de la Fundación Municipal Salamanca Ciudad de Cultura) está inspirado en esta pintura.
Historia
Coincidiendo con un periodo de esplendor de la Universidad de Salamanca entre 1473 y 1479 se construyó una nueva biblioteca sobre la antigua capilla de la facultad, dedicada a San Jerónimo. La obra consistía en una sala de una única crujía coronada por una cubierta rematada en una bóveda de cañón sustentada y dividida en tres tramos por dos arcos fajones. A sus extremos lucía bóvedas ochavadas. Fue decorada por Fernando Gallego comenzando en 1483 y prolongándolas durante tres años.
En 1503 se iniciaron una serie de reformas que afectaron a ambas estancias del edificio, comenzando por la capilla. La estancia religiosa acogió un nuevo retablo de mayores dimensiones que derivó en el derribo de parte del techo de la estancia. En 1506 se reubicó la librería. El Cielo de Salamanca pasó a coronar una ampliada capilla. Estas modificaciones alteraron la integridad de la pintura, que ya estaba afectada por el ataque de la humedad. Se realizó una mala restauración por parte de Juan de Yprés.
A partir de 1761, la capilla de la facultad sufrió una reforma integral con la idea de adaptarse a los nuevos gustos de la época. Finalmente, se decidió cubrir con un falso techo que, cuatro metros por debajo, quedando oculta la pintura.
En 1901 fueron redescubiertas por el profesor García Boiza. Se apreció el derrumbe de las dos terceras partes de la bóveda durante algún momento de su abandono. En 1951 y 1952 se acometió un proceso de restauración, retiradas de la bóveda original, traspasado a lienzo y traslado a su nuevo emplazamiento para que quedasen expuestas, con ocasión de la celebración del VII Centenario de la elevación del Estudio Salmantino al rango de Universidad (1953/54), en su lugar actual (Museo Universitario en las Escuelas Menores) para su contemplación. El término "El Cielo de Salamanca" es reciente (1951), lo designó así Rafael Láinez Alcalá, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Salamanca
El proceso de recuperación y traslado fue encargado a los hermanos Gudiol. De la bóveda original obtuvieron las sinopias que trasladaron a Barcelona, no todas volvieron a Salamanca, realmente no se sabe cual fue el número original. Parte de ellas han aparecido entre coleccionistas privados de Barcelona. La Brigada de la Guardia Civil en Delitos contra el Patrimonio Histórico recuperó las de Leo y Centauro, y las entregó a la Universidad de Salamanca el 15 de mayo de 2009.
Descripción
Se trata una pintura mural en una bóveda de tres cuerpos pintada por Fernando Gallego siguiendo la iconografía del Poeticon Astronomicon.
La bóveda original debía contener:
• Los siete planetas.
• Los signos zodiacales.
• Las treinta y seis constelaciones ptolemaicas.
• Los vientos.
En el tercio que se conserva contiene: i) Cuatro cabezas que representan los vientos, ii) Cinco signos del zodiaco: Leo, Virgo, Libra, Escorpio y Sagitario, iii) Las constelaciones Australes: Hidra, Cráter, Corvus, Centauro, Ara y Corona Austral, iv) Las constelaciones boreales de Boyero, Hércules y Serpentario. Además, se incluyen dos planetas ptolemaicos: El Sol, debajo Leo, sobre una cuadriga tirada por caballos y el planeta Mercurio, debajo de Virgo, representado por el dios romano sobre un carro tirado por dos águilas. También aparece junto a Hidra un árbol, un elemento decorativo.