Crónica albeldense para niños
La Crónica albeldense o Crónica de Albelda (Chronicon Albeldense) es un antiguo manuscrito escrito en latín. Es una parte importante de un libro más grande conocido como el Códice Vigilano o Albeldense. Este códice fue creado por el monje Vigila (también llamado Vela) y sus ayudantes Sarracino y García. Se empezó a escribir en el año 883 y se terminó en el 976.
La Crónica albeldense original, que es anónima, se cree que fue escrita alrededor del año 811. Es una fuente histórica muy valiosa que nos ayuda a entender cómo era la vida y la historia en la Península ibérica hace muchos siglos.
Contenido
¿Qué es el Códice Vigilano?
El Códice Vigilano o Albeldense es un manuscrito muy especial. Su nombre "Albeldense" viene del Monasterio de San Martín de Albelda en Albelda de Iregua, La Rioja. Allí, el monje Vigila hizo una copia de la Crónica albeldense y la completó hasta el año 976.
Sin embargo, la crónica original que sirvió de base para esta copia se habría escrito en el antiguo Reino de Asturias entre los años 881 y 883.
Algunos expertos creen que el autor de la crónica pudo ser un monje de La Rioja, porque el texto da muchos detalles sobre esa región. Otros piensan que se escribió en Oviedo, en el Reino de Asturias, con el mismo objetivo que otras crónicas de la época: registrar la historia.
Entre otras cosas interesantes, el Códice Vigilano es famoso porque contiene la primera mención y representación de los números arábigos (excepto el cero) en Europa Occidental.

¿Qué son las Crónicas Asturianas?
La Crónica albeldense forma parte de un grupo de textos históricos conocidos como las Crónicas asturianas. Otras crónicas importantes de este grupo son la Crónica rotense y la Crónica sebastianense, que también se conocen como la Crónica de Alfonso III.
La mayoría de los historiadores creen que la Crónica albeldense fue la primera en escribirse. Esto significa que las crónicas Rotense y Sebastianense se habrían redactado después, posiblemente usando la Albeldense como fuente.
La Crónica albeldense tiene un estilo sencillo y se enfoca en los hechos. La parte principal de la obra se terminó en el año 881. Más tarde, se le añadieron párrafos sobre los años 882 y 883, y también la Crónica Profética.
Esta crónica tiene un propósito enciclopédico. Incluye datos breves de historia universal y también la historia de los reinos de la Península ibérica, desde tiempos antiguos hasta el reinado de Alfonso III de Asturias.
Contenido de la Crónica albeldense
La Crónica albeldense se divide en cinco partes principales. Cada parte describe un periodo histórico diferente en la Península ibérica:
- El orden de los reyes de Roma: Comienza con la fundación de Roma y sigue con varios eventos hasta la caída del Imperio romano de Occidente. También menciona brevemente a su sucesor, Bizancio.
- El orden del pueblo de los godos: Empieza con el primer rey de los visigodos, Atanarico, y termina con la caída del reino visigodo tras la llegada de los árabes en el año 714.
- El orden de los reyes de los godos ovetenses: Esta sección habla sobre cómo se estableció el nuevo orden cristiano en el norte de la península, que dio origen al Reino de Asturias.
- Bloque sobre el dominio musulmán: Enumera a los gobernantes musulmanes en la península y también menciona la predicación de Mahoma.
- Adición sobre los reyes de los pamploneses: Es una descripción corta de cómo se formó otro reino cristiano en el norte, el Reino de Pamplona. Este reino fue importante a finales del siglo IX y principios del siglo X.
Historia del mundo y geografía
La Crónica albeldense no solo habla de la Península ibérica. También incluye información histórica y geográfica sobre otras partes del mundo, como Roma.
Además de su valor histórico, la crónica es una fuente importante de datos geográficos sobre la Península ibérica (montañas, ríos) y culturales (palabras y costumbres).
Esta crónica fue escrita en un momento de cambio. La Hispania visigoda había disminuido mucho después de la llegada de los musulmanes en el año 711. La crónica narra el nacimiento de una nueva "Hispania" cristiana en Asturias, que se expandiría con el tiempo.
Historia de la Península ibérica
En su formato de crónica histórica, el texto cuenta pasajes de la historia antigua y de la Península ibérica. Es una de las pocas fuentes que nos quedan para estudiar el final de la monarquía hispanovisigoda, la llegada de los musulmanes y el establecimiento del poder Omeya en la península, y el inicio del Reino de Asturias.
Se cree que fue escrita por un religioso llamado Dulcidio, con la supervisión directa del rey. Por eso, tiene un enfoque que resalta la importancia de los godos como antepasados de los reyes asturianos.
La crónica empieza narrando la historia de Roma, luego pasa por los reyes visigodos y, finalmente, habla de los reyes asturianos, desde Pelayo hasta Alfonso III.
El pasaje más importante para la historia de la expansión de los reinos cristianos es un relato breve de la victoria de Don Pelayo. Se considera el texto más cercano a la realidad histórica de este evento. En esta versión, Pelayo se esconde en una cueva en el monte Auseva (Asturias) y es perseguido por Al Qama hasta el valle de Liébana (Cantabria), donde ocurre la batalla final.
A continuación, un fragmento de la crónica sobre Pelayo:
Pelagio, hijo de Veremundo, sobrino de Roderico, rey toledano. Fue el primero que vino a los montes de Asturias, y se ocultó en una cueva de las peñas de Ánseba...El primero que reinó en Asturias, fue Pelagio, que residió en Canicas diecinueve años. Expulsado de Toledo por el rey Witiza, entró en Asturias después que los sarracenos ocuparon a Spania. Reinando Juzeph en Córdoba, y Munuza en la ciudad de Gegio. Pelagio se rebeló antes que otro alguno en Asturias. Destruyó a los Ismaelitas, quedó muerto su general Alcamano (Al Qama), y prisionero el obispo Opa. Por último, Mounuza también perdió la vida, y el pueblo cristiano recobró la libertad. Los que del ejército sarraceno escaparon de la espada, fueron por juicio de Dios oprimidos y sepultados por el monte Liébana, y el reino de los astures quedó erigido por la divina Providencia. Murió el referido Pelagio en el lugar de Canicas en la era 775.