Bartolomé Román para niños

Bartolomé Román (nacido en Montoro alrededor de 1587 y fallecido en Madrid en 1647) fue un importante pintor barroco español. Se le conoce especialmente por sus series de arcángeles, algunas de las cuales llegaron incluso a América.
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¿Quién fue Bartolomé Román?
Bartolomé Román nació en Montoro, un lugar en la provincia de Córdoba. Aunque algunos pensaron que era de Madrid, los documentos muestran que vivió allí desde joven. En 1612, bautizó a su hija Luisa en una iglesia de Madrid. Estuvo casado con María de Tebes, con quien tuvo al menos otra hija llamada Isabel Florencia.
Sus primeros pasos como pintor
Se dice que Bartolomé Román fue alumno de Vicente Carducho, otro pintor famoso de la época. También se menciona que mejoró su técnica con Diego Velázquez, aunque esto no está del todo claro. De hecho, en 1614, tuvo un desacuerdo con Carducho por el valor de unas pinturas. Esto sugiere que, aunque pudo haber rivalidad, la influencia de Carducho se ve en sus primeras obras.
Su primera pintura firmada es San Gil, que se encuentra en el Museo del Prado. Esta obra, fechada alrededor de 1616, muestra la influencia de Carducho. En esa época, era común que los pintores, especialmente los menos conocidos, se basaran en grabados de otros artistas para crear sus propias composiciones.
Obras importantes y su estilo
En 1628, Román firmó una gran pintura llamada La Parábola de las Bodas. Esta obra fue hecha para el Monasterio de la Encarnación en Madrid. Los expertos notaron en ella la influencia del joven Velázquez, quien se había mudado a Madrid poco antes. En esta pintura, Román combinó el estilo de Carducho con una forma de representar el espacio que recordaba a los pintores de Venecia.
En el mismo monasterio, hay otra pintura suya, El Salvador, que antes se pensaba que era de Carducho. Esta obra es muy parecida a otra que se encuentra en el Bowes Museum, en Inglaterra.
Las series de arcángeles: ¿Por qué son tan especiales?
Una de las obras más destacadas de Bartolomé Román son sus series de los Siete Arcángeles. Varias de estas series se conservan en el coro del Monasterio de la Encarnación en Madrid. Son lienzos grandes con los nombres y funciones de cada arcángel.
- Miguel: Se le ve con una lanza y una palma. Su rótulo dice que ayuda a las almas de quienes mueren bien.
- Gabriel: Con una linterna y azucenas. Su rótulo indica que ayuda a las personas a obedecer las inspiraciones divinas.
- Rafael: Sostiene un pez. Su rótulo dice que ayuda a quienes buscan el arrepentimiento.
- Sealtiel: Con un incensario. Su rótulo menciona que ayuda a tener una buena oración.
- Jeudiel: Con una corona de flores. Su rótulo dice que ayuda a confesarse y a desear la gloria de Dios.
- Baraquiel: Esparciendo flores. Su rótulo indica que ayuda a conseguir los dones del Espíritu Santo.
- Uriel: Con una espada. Su inscripción dice que ayuda en las batallas contra las tentaciones y a amar a Dios.
Esta devoción a los siete arcángeles se hizo popular desde 1517. Román pintó varias series incompletas de arcángeles que se encuentran en otros lugares, como el Monasterio de las Descalzas Reales en Madrid, la iglesia de San Pedro de Lima (Perú), y museos en Guadalajara y Mallorca. La serie de Lima, que es la más antigua conocida en América, pudo haber influido en la forma en que se representaron los ángeles en la América colonial.
Estas series de arcángeles son muy atractivas por la belleza de los personajes y el colorido de sus túnicas, que combinan muy bien con los paisajes fantásticos. Sin embargo, Román también usó grabados de artistas flamencos como Pieter de Jode I para inspirarse en estas obras.
Sus últimos años y legado
A partir de 1629, hay más información sobre la vida y las obras de Bartolomé Román. En ese año, pintó el Nacimiento con ángeles para una iglesia en Béjar. También trabajó para el Arzobispado de Toledo. En 1634, participó en un desacuerdo entre pintores de Madrid sobre la importancia de su oficio.
En 1639, cobró por una pintura del Juicio de Salomón para la cárcel de la Corte, que ya no se conserva. Ese mismo año, firmó San Anselmo abad, que forma parte de una serie de santos benedictinos a la que también pertenece su San Gil. En el monasterio de San Martín, donde Román vivía y tenía clientes, había una serie de retratos de santos y escritores benedictinos. Aunque se atribuyeron a otro monje, la firma de Román en algunos y su estilo confirman que él fue el autor de toda la serie.
En 1644, firmó el Martirio de San Bartolomé para un convento en Calahorra. Finalmente, en 1645, pintó el lienzo central del retablo de San Joaquín en la iglesia de Santa María de Calatayud. En esta obra, se ve a San Joaquín y Santa Ana con la Virgen Niña, rodeados de ángeles pintados con una técnica más suelta y libre.
También se conocen otras obras de Román sin fecha, como un Descanso en la huida a Egipto y un San Francisco de Asís en la Porciúncula.
En mayo de 1647, Bartolomé Román hizo su testamento. En él, se ve que no tenía mucho dinero y que todo lo que poseía era de su esposa, María de Tebes, a quien dejó como heredera. Mencionó a un hijo, Luis, que era fraile, y a un ayudante de su taller, José de Gallego, a quien le debía dinero. Se dice que Román fue el segundo maestro de Juan Carreño de Miranda, otro pintor importante, lo que demuestra su habilidad y su lugar en la historia del arte español.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Bartolomé Román Facts for Kids