Asedio de la Força Vella para niños
Datos para niños Asedio de la Força Vella |
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Parte de Guerra Civil Catalana | ||||
Restos de la muralla de la Força Vella de Gerona
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Fecha | 6 de junio - 23 de julio de 1462 | |||
Lugar | Gerona | |||
Coordenadas | 41°59′12″N 2°49′17″E / 41.98675278, 2.82131944 | |||
Resultado | Victoria realista | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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El asedio de la Força Vella de Gerona fue un evento importante que ocurrió entre el 6 de junio y el 23 de julio de 1462. Fue el primer gran enfrentamiento de la Guerra Civil Catalana (1462-1472).
La Força Vella, también llamada la Força, era una antigua fortaleza dentro de la ciudad de Gerona. Era la parte más alta de la ciudad y sus orígenes se remontan a los primeros asentamientos íberos y romanos. Se la describía como "una ciudad dentro de la ciudad". En 1462, la Força Vella estaba casi deshabitada. Solo vivían allí unas cincuenta familias y algunos religiosos. Su valor defensivo era bajo porque la ciudad había crecido a su alrededor. Era fácil asaltarla desde los tejados de las casas cercanas.
Contenido
¿Qué llevó al asedio de la Força Vella?
La situación en Cataluña antes del asedio
Juana Enríquez, la reina, se sentía insegura en Barcelona. La ciudad estaba dominada por un grupo llamado la Biga. Temiendo por la seguridad de su hijo, el príncipe Fernando, la reina anunció el 23 de febrero de 1462 que iría a Gerona. Dijo que desde allí dirigiría las operaciones contra los campesinos "remensas" que se habían levantado.
El Consell del Principat, un consejo importante de Cataluña, se opuso a la reina. El 5 de marzo, decidieron formar un ejército para detener a los remensas. Esta decisión fue apoyada por la Generalidad. La reina Juana Enríquez consideró esto un desafío a la autoridad real.
La llegada de la reina a Gerona
La reina llegó a Gerona alrededor del 15 de marzo. Desde allí, ordenó que los grupos armados de remensas se disolvieran. Como esto no funcionó, intentó negociar una tregua con Francesc de Verntallat, el líder remensa.
Mientras tanto, en Barcelona, se reclutaba un ejército. Este ejército tenía como objetivo detener a los remensas y también oponerse a quienes desafiaban la autoridad real. La reina se opuso firmemente a esto, ya que ella era la lugarteniente de Cataluña en nombre de su hijo Fernando, que tenía nueve años. El 30 de abril, la reina declaró ilegal la formación de este ejército. El Consejo del Principado respondió declarando nulas las decisiones de la reina.
El avance del ejército del Consell del Principat
El 23 de mayo de 1462, el ejército de la Diputación del General salió de Barcelona. Estaba dirigido por el Conde de Pallars. Su objetivo era acabar con la revuelta remensa y también capturar a la reina y al príncipe Fernando en Gerona.
Ante esta amenaza, la reina se alió con los remensas. Su ejército, liderado por Verntallat, fue derrotado cerca de Hostalrich. Esta era una zona estratégica entre Barcelona y Gerona. Así, el Conde de Pallars pudo llegar sin problemas a las puertas de Gerona.
¿Cómo se desarrolló el asedio?
La defensa de la Força Vella
Cuando se supo que el ejército del Conde de Pallars se acercaba, la reina, el príncipe Fernando y sus seguidores se refugiaron en la Força Vella. Allí organizaron una defensa fuerte, separada del resto de la ciudad. Tenían muchas armas y artillería, como bombardas y ballestas grandes. Los habitantes de la "ciudad baja" no tenían tantas defensas.
No se sabe el número exacto de defensores de la Força Vella, pero se calcula que eran unos cuatrocientos. De ellos, 186 se identificaron: 107 eran nobles y funcionarios reales, y 46 eran campesinos. Solo 39 eran de Gerona, incluyendo el obispo Joan Margarit i Pau.
La entrada del ejército en Gerona
El 6 de junio de 1462, el ejército del Conde de Pallars llegó a Gerona. Entraron en la ciudad fácilmente, prendiendo fuego a una de las puertas. No encontraron resistencia y la gente de la ciudad incluso los recibió con alegría. Solo hubo un muerto y pocos heridos entre los atacantes.
Desde la Força Vella, los defensores comenzaron a quemar y bombardear las casas pegadas a sus murallas. Querían crear un espacio vacío para que los atacantes no pudieran subir a los tejados y entrar en la fortaleza. El Conde de Pallars no ordenó un asalto inmediato. Temía herir a la reina o al príncipe Fernando, a quienes aún reconocía.
El intento de asalto del 17 de junio
El 17 de junio, las fuerzas del Conde de Pallars intentaron asaltar la Força Vella. Antes, la caballería había dispersado a los remensas que podían haber ayudado a los sitiados. El asalto comenzó a las diez de la mañana en cuatro puntos de la muralla. El Conde de Pallars dirigió el ataque principal en la puerta Rufina.
Sin embargo, los defensores de la Força Vella lograron rechazar los ataques. Los asaltantes se retiraron desordenadamente, desmoralizados por el fuerte fuego de artillería y las ballestas. A las cuatro de la tarde, el Conde ordenó suspender el asalto. El Conde de Pallars "no valoró bien la fuerza de los enemigos", y las defensas eran superiores a los medios de ataque de la época. El resultado fue seis muertos y más de cien heridos entre los atacantes, y varios muertos y heridos entre los defensores.
Nuevos intentos y la situación dentro de la Força Vella
Después del fracaso del asalto, el Conde de Pallars probó otras estrategias. Intentó negociar, excavar túneles bajo los muros o tomar alguna parte de la fortaleza por la fuerza o con sobornos. Pero nada funcionó. Una vez, un grupo de hombres logró entrar por un túnel, causando pánico, pero fueron capturados o huyeron.
El Conde de Pallars preparó un nuevo asalto y pidió más hombres y armas a Barcelona. Mientras tanto, dentro de la Força Vella, los alimentos y las municiones empezaban a escasear. La situación era muy difícil. La reina incluso lanzó un mensaje a los atacantes el 3 de julio, ofreciéndoles perdón si levantaban el asedio, pero no obtuvo respuesta.
¿Cómo se levantó el asedio?
La alianza entre Aragón y Francia
Mientras tanto, Juan II de Aragón y Luis XI de Francia se habían reunido en Sauveterre, cerca de la frontera. Llegaron a un acuerdo en Bayona, gracias a la mediación de Gastón IV de Foix, yerno del rey aragonés. Este acuerdo puso fin a la rivalidad entre Aragón y Francia.
Según el Tratado de Bayona, firmado por Juan II el 21 de mayo, el rey de Francia enviaría un ejército a Cataluña para someter a los rebeldes. A cambio, el rey de Aragón le pagaría una gran suma de dinero. Además, los castillos de Perpiñán y Colliure pasarían a manos francesas hasta que se completara el pago. Estas eran condiciones difíciles para Juan II, pero la situación de su esposa e hijo en Gerona lo obligó a aceptarlas.
La reacción en Cataluña y la llegada de ayuda
El Consell del Principat, al enterarse del acuerdo, difundió la noticia de que Juan II había entregado los condados de Rosellón y Cerdaña a Francia. Esto aumentó el sentimiento de oposición al rey en Cataluña.
Poco después de firmar el acuerdo, Juan II entró en Cataluña con su ejército el 5 de junio, lo cual iba en contra de un acuerdo anterior (la Capitulación de Vilafranca). El Consell del Principat usó esto, junto con la alianza con Francia, para declarar a Juan II "enemigo de la cosa pública" y "enemigo de la tierra" el 9 de junio. Esta declaración se extendió a la reina Juana Enríquez el 11 de junio. El 16 de junio, un grupo de Barcelona, la Bandera de Barcelona, salió para enfrentarse a Juan II.
A principios de julio, un ejército francés de unos 10.000 hombres, al mando de Gastón de Foix, entró en Rosellón. El 10 de julio ocuparon Salses, y el 21 de julio, el castillo de El Voló. En El Voló, Gastón de Foix recibió una carta de la reina Juana Enríquez. La carta, que logró pasar las líneas enemigas, le pedía que acudiera rápidamente a levantar el asedio, ya que solo podían resistir una semana más. La reina dijo que prefería morir antes que rendirse al Conde de Pallars.
La liberación de la Força Vella
Gastón de Foix respondió a la angustiosa carta de la reina. Dirigió parte de su ejército (entre 4.500 y 6.000 hombres) hacia Gerona. Llegó a las puertas de la ciudad en solo dos días y entró sin luchar. Las fuerzas del Conde de Pallars, mucho menos numerosas (unos 700 hombres), se habían retirado a Hostalrich al saber de la inminente llegada de los franceses.
Así, el 23 de julio, el asedio de la Força Vella fue levantado. El príncipe Fernando y la reina Juana Enríquez fueron liberados. La reina agradeció enormemente a Gastón de Foix por su ayuda. Ese mismo día, en otro frente, las fuerzas del rey Juan II derrotaron a la Bandera de Barcelona. Una semana después, Juan II tomó Tárrega.
¿Qué pasó después del asedio?
Un mes después de que se levantara el asedio de la Força Vella, el ejército de Gastón de Foix se dirigió a Barcelona para iniciar su asedio. Creían que si la capital catalana caía, el resto del país también lo haría. El ejército de Gastón de Foix salió de Gerona hacia Barcelona el 1 de septiembre. El 9 de septiembre, el ejército francés llegó a Moncada, la entrada al Llano de Barcelona. El 12 de septiembre, el rey Juan II llegó y se reunió con su esposa y su hijo después de casi un año separados.
La leyenda de Gerona
Después del final de la Guerra Civil Catalana, surgió una leyenda. Se decía que los habitantes de Gerona habían defendido con gran valentía a la reina Juana Enríquez y al príncipe Fernando. Sin embargo, esto no fue del todo cierto. La ciudad de Gerona fue tomada fácilmente por las tropas del Conde de Pallars. Pocos gerundenses se unieron a la reina y al príncipe en la fortaleza de la Força Vella.
Esta leyenda fue difundida por personas como el humanista Gonzalo García de Santa María y el fraile Joan Gaspar Roig i Jalpí. La pasividad de los habitantes de Gerona se explica porque sentían confusión y desorientación. No sabían a qué autoridad apoyar, ya que ambas parecían legítimas. El propio Conde de Pallars dijo que había ganado porque sus enemigos "se habían dejado vencer". También atribuyó la victoria a una intervención milagrosa del fallecido príncipe Carlos de Viana, a quien algunos soldados afirmaron haber visto luchar.