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Amaya (ciudad) para niños

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Amaya (o Amaia) es el nombre de una ciudad muy antigua que estaba en lo alto de Peña Amaya. Esta peña es una montaña de 1377 metros de altura, que se encuentra cerca del pueblo actual de Amaya. Está en la provincia de Burgos, en España. Su ubicación era muy importante porque servía como un punto de vigilancia y una entrada desde la Meseta Central hacia la cordillera Cantábrica.

¿Qué significa el nombre Amaya?

El nombre "Amaya" viene de una palabra muy antigua, "am(ma)", que significa "madre". El sufijo "io-ia" también es antiguo y se usaba para formar nombres de lugares. Por eso, el significado de Amaya o Amaia es "ciudad madre" o, como se diría más tarde, "la capital".

Historia de Amaya

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Trinchera de acceso al antiguo asentamiento de Amaya.

Amaya aparece mencionada en un documento antiguo llamado Itinerario de barro, que se encontró en Astorga. Este documento es del siglo III. Aunque no se sabe con seguridad si se refiere exactamente a esta Amaya, el hecho de que el nombre se haya mantenido por tanto tiempo sugiere que así se llamaba el lugar desde la Edad del Hierro y en la época de los romanos.

Amaya en la época visigoda

La segunda vez que se menciona Amaya es en el año 574. El rey visigodo Leovigildo atacó la región de Cantabria para expulsar a unos grupos que él consideraba que habían tomado el poder sin permiso. La campaña de Leovigildo terminó en 581, y se creó el Ducado de Cantabria, que dependía del Reino visigodo de Toledo.

También se cuenta que San Emiliano curó a una persona de Amaya y tuvo una visión sobre la destrucción de Cantabria. Él se lo contó a un grupo de personas importantes, pero no le creyeron. San Emiliano profetizó que sufrirían esa destrucción, y así ocurrió en la campaña del 574. Amaya es la única ciudad de Cantabria que se menciona en estas historias, lo que nos hace pensar que era un lugar muy importante, quizás la capital de la provincia.

En el año 683, en un concilio importante, se cree que se mencionaron dos nuevos duques provinciales, uno de ellos el de Cantabria, con sede en Amaya. Pero la mención más clara del Ducado de Cantabria y de Amaya ocurre con la llegada de los musulmanes en el año 712. Se dice que el padre de Alfonso I de Asturias era el duque Pedro de Cantabria y se nombra a Amaya.

La conquista musulmana y la repoblación

Archivo:Ducado de Cantabria
Mapa de los límites que se creen que tenía el Ducado de Cantabria y la ubicación de Amaya.

En el año 712, Amaya fue conquistada por las tropas musulmanas, dirigidas por Tárik ibn Ziyad. Querían destruir el centro de poder visigodo en el norte, capturar a los nobles que se habían refugiado allí y conseguir sus riquezas. El duque Pedro abandonó Amaya y se refugió al otro lado de la Cordillera, donde empezó a organizar la resistencia junto a Pelayo.

A mediados del siglo VIII, el rey Alfonso I y su hermano Fruela recuperaron Amaya y otras ciudades, pero no las poblaron. En su lugar, llevaron a los habitantes cristianos hacia el norte. Se cree que Amaya estuvo deshabitada hasta el año 860, cuando fue repoblada oficialmente. Sin embargo, se sabe que en el año 802 ya enviaba tropas a otras zonas, lo que indica que fue uno de los primeros lugares repoblados de forma no oficial al sur de la cordillera.

En 860, el conde Rodrigo, uno de los señores más poderosos de la naciente Castilla, repobló oficialmente Amaya. Rodrigo usó Amaya como base para expandir Castilla hacia las llanuras. Su hijo, Diego Rodríguez, fundó la ciudad de Burgos en el año 884.

La muerte de Diego Rodríguez en 885 hizo que Amaya y su condado pasaran a Nuño Fernández. Este cambio de poder hacia las llanuras marcó el inicio del declive de Amaya como centro principal de poder en Castilla. Aunque siguió siendo la capital de una región llamada alfoz durante la Edad Media, su importancia fue disminuyendo. El antiguo asentamiento en la Peña de Amaya fue perdiendo protagonismo frente a los pueblos que crecían a sus pies, aunque el castillo y el pueblo en la peña siguieron habitados hasta bien entrado el siglo XIV.

Descubrimientos arqueológicos en Amaya

Archivo:Amaya-plano
Plano arqueológico de Peña Amaya.

La primera excavación arqueológica en Amaya se hizo en 1891 por Romualdo Moro. Sus hallazgos no se publicaron hasta mucho después, en 1999.

Entre los años 2000 y 2002, se realizaron nuevas excavaciones dirigidas por Javier Quintana López. Estos trabajos, junto con el estudio de documentos históricos y objetos de museos, han ayudado a entender mejor este lugar.

Los estudios han mostrado que Amaya tuvo una primera ocupación estable en la Edad del Bronce Final. En ese tiempo, fue un lugar de vivienda y también un sitio simbólico donde se escondían armas como ofrendas.

Durante la Segunda Edad del Hierro, en la época de los cántabros, Amaya también estuvo habitada. Sin embargo, no parece haber sido un lugar principal para ellos, ya que no se menciona entre las ciudades importantes de los cántabros en los textos antiguos.

Cuando los romanos llegaron, Amaya pasó a estar bajo su influencia al principio de las Guerras Cántabras (29-16 a.C.). Se estableció un grupo militar romano, que luego se fue. A pesar de esto, Amaya siguió habitada durante los siglos I y II. En los siglos IV y V, el asentamiento volvió a crecer debido a la inestabilidad de la época romana tardía.

Como ya vimos por las fuentes históricas, Amaya tuvo un papel importante en la época visigoda. Aunque no se han encontrado muchos restos arqueológicos de ese período, sí hay muchas estructuras de la primera repoblación castellana, como las ruinas del pueblo que aún se pueden ver. También se han encontrado restos de cementerios y defensas del castillo. Las pruebas de datación por radiocarbono confirman que el pueblo en la peña no desapareció hasta mediados del siglo XIV, y el castillo duró aún más tiempo.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Amaya (Burgos) Facts for Kids

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