Alcazaba y Castillo de Tudela para niños
El castillo de Tudela en Navarra fue una antigua fortaleza musulmana, conocida como alcazaba. Fue uno de los castillos más importantes del Reino de Navarra. Hoy en día, solo quedan algunos restos de lo que fue esta gran construcción. Se construyó en el Siglo IX, y se mejoró varias veces después de que los cristianos lo recuperaran a principios del Siglo XII.
El castillo estaba en el cerro de Santa Bárbara, donde ahora se encuentra el Monumento al Sagrado Corazón de Jesús. Su ubicación era muy importante porque controlaba el paso del río Ebro. Durante mucho tiempo, este río fue un límite entre diferentes culturas.
Cuando los árabes dominaban la zona, el castillo perteneció a los Banu Qasi, quienes hicieron de Tudela la capital de sus tierras. Más tarde, fue parte de otros reinos pequeños, hasta que fue conquistado por los cristianos en 1119. Esto ocurrió con Alfonso I el Batallador, y el castillo pasó a formar parte de la Corona Navarro-Aragonesa. Finalmente, con García V Ramírez el Restaurador, Tudela y su castillo se unieron de forma definitiva al Reino de Navarra.
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Descubrimientos arqueológicos del castillo de Tudela
Unas excavaciones realizadas en 1985 en el cerro de Santa Bárbara descubrieron estructuras islámicas de la antigua fortaleza. Se encontraron restos de cerámica árabe, la mayoría con brillo, lo que confirma que la fortaleza se construyó entre los siglos Siglo IX y Siglo X. Estos hallazgos mostraron que había una zona de servicios con muros de piedra y tierra, varios pozos y depósitos.
Cómo era el castillo de Tudela
La fortaleza musulmana
La fortaleza musulmana, llamada alcazaba, tenía defensas naturales muy fuertes. El monte tenía cortes casi verticales y el río Ebro actuaba como un foso natural. No era una fortaleza enorme, pero sí lo suficientemente grande para albergar a muchos soldados.
Tenía dos murallas que rodeaban todo el recinto. Una muralla protegía la parte alta del monte y otra la parte baja. Ambas estaban protegidas por fosos naturales o hechos por el hombre. La muralla de abajo también servía como parte de la muralla exterior de la ciudad en gran parte de su perímetro. El río Ebro era un gran foso natural, ya que en esa época no existía la zona de La Mejana. Además, había una tercera muralla muy fuerte que rodeaba la torre principal de la alcazaba.
Además de la torre central, que era la más alta, las murallas del castillo tenían muchas torres de vigilancia. La muralla que daba al Ebro tenía nueve torres. El acceso principal del castillo miraba hacia la ciudad. Cuando la ciudad pasó a manos cristianas, esta fortaleza musulmana se convirtió en un castillo medieval. Seguramente fue reconstruido y mejorado por Sancho VII el Fuerte.
El castillo convertido en palacio
Carlos III el Noble transformó el antiguo castillo de Tudela en un verdadero palacio real. Era un lugar lujoso y elegante. Delante de la entrada principal, había una gran plaza con un bonito edificio. Allí, los reyes impartían justicia. La torre principal del centro llegó a ser conocida como la "Torre de Don Mejón" en la época cristiana.
Historia y construcción del castillo
No se sabe con exactitud cuándo se construyó el castillo de Tudela. Parece que antes de que Amrùs ben Yusuf llegara a la ciudad, ya existía una fortaleza importante en el cerro de Santa Bárbara. Algunos piensan que existía en tiempos de Leovigildo (Siglo VI), como defensa en las guerras. Otros creen que su origen es romano y lo relacionan con el nombre de la ciudad, Tutela, que era una diosa romana de la protección. Lo cierto es que solo tenemos información clara de él a partir de la época musulmana. En ese momento, se convirtió en una importante fortaleza: la Alcazaba de Tudela, y alrededor de ella creció la ciudad de Al-Tutilis.
La Alcazaba se construyó en los primeros años del Siglo IX (803-804). Fue cuando Amrùs ben Yusuf, un general del emir de Córdoba Al-Hakam I, fortificó la ciudad, aprovechando lo difícil que era conquistar ese lugar.
A principios del Siglo XIV, el castillo no estaba en muy buen estado. En 1307, durante el reinado de Luis I el Hutín, una de sus murallas se derrumbó. En 1339 y 1370, se realizaron obras para repararlo. El rey navarro Carlos III el Noble ordenó grandes trabajos de restauración y mejora entre 1388 y 1393. Se construyeron nuevas alas, grandes salones y galerías con chimeneas. También se pusieron ventanas nuevas y escudos. Durante una guerra civil en Navarra en el Siglo XV, el foso del castillo se hizo más profundo para que fuera más difícil de atacar.
El castillo de Tudela fue demolido en 1516 por orden del cardenal Cisneros. Se redujeron las torres y se rellenaron los fosos. Sin embargo, no se sabe si Cisneros fue el único responsable de su desaparición. Se sabe que en 1521 el castillo aún existía. Parece que fueron los propios habitantes de Tudela quienes lo destruyeron. Carlos I de España y V de Alemania, y IV de Navarra, donó los materiales del castillo a la ciudad en 1522. Así, los tudelanos usaron las piedras para construir otras cosas en la ciudad. El cerro y el castillo se convirtieron en un lugar donde se tiraban escombros. En 1611, con los restos de la torre central del castillo, se construyó la ermita de Santa Bárbara, que ya no existe.
Las ruinas del castillo se mantuvieron hasta el Siglo XIX. Incluso se fortificó para defender la ciudad en la primera mitad de ese siglo. Los propios tudelanos usaron las piedras de sus ruinas para obras en la ciudad. Por ejemplo, la bóveda que cruza el río Queiles, sobre la que está construida la Plaza Nueva, se hizo con piedras del antiguo castillo. En 1942, se construyó el actual Monumento al Corazón de Jesús. Este monumento es una parte importante de la silueta de la ciudad. A su alrededor, se ha creado un parque donde aún se pueden ver restos del castillo, como partes de murallas, aljibes (depósitos de agua) y pasadizos. Desde allí, se tiene una vista increíble de la ciudad, el río Ebro y La Mejana. Actualmente, los restos del castillo están siendo estudiados por el arqueólogo Juan José Bienes.