Yacimientos neolíticos del Valle de Ambrona para niños
Los yacimientos neolíticos del Valle de Ambrona son lugares donde se han encontrado restos muy antiguos de poblados, tumbas y pinturas de la época del Neolítico. Esta época es cuando los humanos empezaron a cultivar la tierra y a vivir en asentamientos fijos. Estos descubrimientos se hicieron gracias a excavaciones arqueológicas que duraron casi veinte años, desde 1994, en el Valle de Ambrona, cerca de las localidades de Ambrona y Miño de Medinaceli, en Soria.
En agosto de 2009, se abrió el Museo del Valle de Ambrona en Miño de Medinaceli. Allí puedes ver maquetas, dioramas y un video que explican cómo eran estos yacimientos. Además, en febrero de 2012, el Museo Numantino de Soria inauguró una sala especial para mostrar los hallazgos más importantes de estas excavaciones.
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Descubrimientos iniciales y exploración
Después de una primera visita en 1993, donde se encontraron señales de un antiguo enterramiento, las actividades arqueológicas comenzaron en 1994. La primera excavación fue en un monumento funerario llamado La Peña de la Abuela, en Ambrona.
A partir de estos hallazgos, en 1995 se creó un plan para explorar todo el Valle de Ambrona. Este plan fue dirigido por el profesor Manuel Ángel Rojo Guerra de la Universidad de Valladolid y el profesor Michael Kunst del Instituto Arqueológico Alemán de Madrid.
Entre 1997 y 1998, se exploró una franja de terreno de unos 15 kilómetros de largo por 1,5 de ancho en el valle. Esto llevó al descubrimiento de 107 lugares prehistóricos. Entre ellos, destacaron 11 poblados del Neolítico Antiguo al aire libre y unas treinta estructuras que contenían tumbas colectivas. Estos hallazgos ayudaron a entender cómo vivían los primeros habitantes del valle en el Holoceno.
Los yacimientos arqueológicos del Valle de Ambrona se dividen en dos grupos principales: los poblados neolíticos, con sus "campos de hoyos", y las tumbas monumentales, conocidas como "tumbas calero".
Tumbas monumentales
Las tumbas monumentales son sepulcros grandes y especiales donde se enterraba a varias personas.
Túmulo de la Peña de la Abuela
En 1993, los arqueólogos Manuel A. Rojo y Elena Heras notaron una mancha oscura en el terreno arado cerca de Ambrona. Al examinar la zona y los objetos que los agricultores habían encontrado, se dieron cuenta de que había un yacimiento. Los habitantes recordaban haber quitado un monolito, una piedra grande, llamado "Peña de la Abuela", que pudo haber marcado la tumba. Una primera excavación en 1994 confirmó la importancia del lugar.
En este yacimiento se encontraron restos de una tumba construida con piedras calizas en círculos concéntricos, como un tholos. Se cree que esta tumba fue diseñada para ser sellada con un gran fuego, ya que se encontraron restos humanos carbonizados y una capa gruesa de cal. Esto es típico de las "tumbas calero" neolíticas. Junto a los restos humanos, se hallaron objetos que se dejaban como ofrendas, como herramientas de sílex, hachas pulimentadas y cuentas de collar.
Las "tumbas calero"
Las "tumbas calero" eran panteones colectivos. Se construían con piedras calizas en forma circular, con una especie de cúpula. Después de usarse por un tiempo, se sellaban con un ritual de fuego. Este fuego convertía la estructura en una capa gruesa de cal viva, que luego se apagaba con agua, solidificándose sobre los enterramientos.
Túmulo de la Sima
La segunda tumba monumental excavada en el Valle de Ambrona fue el "Túmulo de la Sima". Las excavaciones se realizaron entre 1999 y 2001. Este hallazgo es muy especial porque se encontraron evidencias de que la tumba fue usada varias veces. Hubo dos fases de enterramientos en el periodo Neolítico y una fase en el Campaniforme, además de usos posteriores.
El descubrimiento de una gran capa de cal en la base del Túmulo de la Sima, similar a la de la Peña de la Abuela, sugiere que, al menos en su inicio, también fue una "tumba calero".
Este yacimiento se encuentra en un lugar llamado "La Sima", cerca de la Laguna de la Sima, al pie de la Sierra Ministra.
Fases de enterramiento
- Sima I (Neolítico Medio, principios del IV milenio a.C.): Se encontraron los restos de un panteón colectivo de piedra caliza, rodeado por un gran túmulo de piedra. Aquí se enterraron cuerpos con sus objetos personales. El panteón se selló con el ritual de una "tumba calero", cubriéndolo con una capa gruesa de cal. Esta fase ha sido datada entre los años 3980 y 3940 a.C.
- Sima II (Neolítico Final, segundo tercio del IV milenio a.C.): Cientos de años después del primer sellado, se construyó un nuevo sepulcro tipo tholos sobre la capa de cal. Este no fue diseñado para ser quemado. Se encontraron restos de hasta veinte personas con sus objetos funerarios. Esta fase se ha datado entre los años 3665 y 3635 a.C.
- Sima III (Calcolítico Campaniforme, c. 2400-2300 a.C.): Después de unos mil años, parte de la tumba se volvió a usar. Se acondicionó un pasillo donde se enterraron cuatro o cinco cuerpos con objetos de cerámica y metal muy valiosos de la cultura Campaniforme. Esta fase se ha datado entre los años 2460 y 2200 a.C.
Entre los objetos encontrados en Sima III, destaca un vaso de Estilo Marítimo lineal, que incluso conservaba restos de una antigua cerveza.
Este yacimiento está catalogado como "monumento/dolmen" y fue declarado Bien de Interés Cultural de Castilla y León en 1995.
La Tarayuela
Este yacimiento, descubierto en 1997 y 1998, fue excavado en el verano de 2002. Se encuentra a unos trescientos metros al este de Ambrona.
La excavación reveló una capa de incendio debajo de una estructura funeraria similar a las de La Peña de la Abuela y el Túmulo de la Sima. Esta "tumba calero" neolítica contiene muchos restos humanos carbonizados.
Las fechas de radiocarbono de los restos de madera quemada indican que tienen entre 3780 y 3650 años a.C.
Poblados y refugios neolíticos
Además de las tumbas, se encontraron lugares donde vivían las personas.
La Revilla del Campo
Gracias a las excavaciones de 1997, 1998 y 2000 cerca de Ambrona, se descubrió un poblado al aire libre del Neolítico Antiguo (c. 5500 a.C.). Aquí se encontraron estructuras típicas de estos asentamientos, como "campos de hoyos" (agujeros en el suelo), zanjas y silos (lugares para guardar grano). El poblado estaba rodeado por dos grandes recintos ovalados, datados entre el 5300 y el 5000 a.C., que pudieron servir para defenderse o para contener el ganado.
La Lámpara
Este yacimiento, también en las afueras de Ambrona, contiene los restos de un poblado del Neolítico Antiguo (c. 5500 a.C.). Estaba formado por diferentes estructuras, como hoyos y silos. Destaca la tumba individual de una anciana, que fue enterrada con muchos objetos valiosos en lo que antes fue un silo de cereal. Mil años después, en el mismo lugar de este poblado, se construyó la "tumba calero" conocida como "Peña de la Abuela".
El Tormo II
Los yacimientos "El Tormo I" y "El Tormo II" se excavaron en un lugar con el mismo nombre, cerca de Fuencaliente de Medinaceli, una pedanía de Medinaceli, en Soria. En "El Tormo II", se encontraron restos de un lugar donde vivían personas al aire libre, con "campos de hoyos" de la Edad de Bronce, y una estructura circular para hacer fuego de la misma época.
Abrigo de la Dehesa o de Carlos Álvarez
En 1997, Carlos Álvarez García, director del Archivo Histórico Provincial de Soria, descubrió por casualidad unas manchas rojas que parecían letras o números en la roca de una cueva. La cueva le recordó a otros lugares con pinturas rupestres.
El 3 de noviembre de 1998, Carlos Álvarez informó al arqueólogo Juan A. Gómez-Barrera sobre sus sospechas. El 28 de noviembre, Gómez-Barrera confirmó el descubrimiento de pinturas rupestres esquemáticas en el lugar, que ya se conocía como "Abrigo de la Dehesa". Estas pinturas son del Neolítico y la Edad del Bronce, y su significado es difícil de identificar.
El abrigo es una cueva grande de unos 15 metros de largo, 2,5 metros de alto y 2,5 metros de profundidad. Tiene pinturas rupestres interesantes y señales de que fue habitado desde el Neolítico hasta la época romana. El panel principal de pinturas está en la parte suroeste de la cueva.
También hay dos huellas de manos pintadas en la parte superior de la esquina norte. El análisis de las pinturas las data en el Neolítico antiguo.
Las excavaciones de 2002 y 2003 permitieron recuperar muchos fragmentos de cerámica y piezas de sílex, que muestran que el lugar fue ocupado desde el Neolítico antiguo hasta tiempos más recientes. También se encontraron objetos de la Edad Media, la época romana, el Calcolítico, el Campaniforme y la Edad del Bronce.
Interpretación de las pinturas rupestres
En la pared izquierda de la cueva, se puede ver claramente lo que parece ser la cabeza de una figura humana con los brazos extendidos. Si la figura no se completó por debajo, el trazo grueso de pintura a la derecha podría ser el cuerpo. Esto podría representar a una persona fallecida en un ritual funerario. Encima, una figura triangular podría ser un trisquel celtíbero. A la izquierda de este triángulo, unos trazos podrían ser cuernos de un animal como un bóvido o un ciervo.
Además, una figura pintada a unos doce centímetros a la derecha de la figura humana ha sido interpretada como una posible pequeña embarcación. Podría tener dos remos, uno o dos tripulantes y una vela triangular.
Aunque antes había una gran laguna cerca de la cueva, por donde se podría haber navegado, se sugiere que esta embarcación podría representar un transporte místico o espiritual para el alma de la persona fallecida.