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Urogallo cantábrico para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
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Tetrao urogallus cantabricus
Głuszec (Tetrao urogallus), łódzkie zoo.jpg
Estado de conservación
En peligro crítico (CR)
En peligro crítico (UICN 3.1)
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Aves
Orden: Galliformes
Familia: Phasianidae
Subfamilia: Tetraonidae
Género: Tetrao
Especie: T. urogallus
Subespecie: T. u. cantabricus
Castroviejo, 1967
Distribución
Distribución del urogallo cantábrico (2016)
Distribución del urogallo cantábrico (2016)

El urogallo cantábrico (Tetrao urogallus cantabricus) es un tipo especial de urogallo occidental (Tetrao urogallus). Es un ave grande que vive solo en los montes Cantábricos en el norte de España. Pertenece a la familia de las Phasianidae, que incluye a los faisanes y las perdices.

Hoy en día, el urogallo cantábrico se encuentra principalmente en las montañas de Asturias, algunas zonas del norte de Castilla y León (especialmente en la provincia de León) y en las áreas montañosas del oeste de Cantabria. Antes también vivía en Galicia, pero desde 2005 no se han visto machos en sus lugares de reunión.

¿Cómo es el urogallo cantábrico?

El urogallo es un ave galliforme de gran tamaño. Puede medir entre 80 y 115 centímetros de largo. Las hembras son más pequeñas que los machos.

Su plumaje es de color gris oscuro, con tonos negruzcos alrededor de la cabeza y el cuello. Tiene una cola larga y redondeada, un pico de color blanco marfil y una mancha rojiza encima del ojo.

¿Dónde vive el urogallo cantábrico?

El urogallo cantábrico solía vivir en toda la cordillera Cantábrica. Su territorio se extendía desde el norte de Portugal, pasando por Galicia, Asturias y León, hasta Cantabria.

Actualmente, su área de distribución se ha reducido mucho y se limita al noroeste de España. Esta subespecie habita en un área de unos 1.700 kilómetros cuadrados. Está separada de otra subespecie de urogallo que vive en los Pirineos por más de 300 kilómetros. No se sabe cuándo se separaron estas poblaciones, pero probablemente fue después del siglo XVIII.

El hogar del urogallo: su hábitat

A diferencia de lo que se pensaba, lo más importante para el urogallo cantábrico no es el tipo de árbol, sino cómo está organizado el bosque. Como los bosques de pinos en la Cordillera Cantábrica desaparecieron por la acción humana, el urogallo tuvo que adaptarse a los bosques de árboles de hoja caduca (que pierden sus hojas en otoño). Estos bosques no son los ideales para ellos.

La baja altura de su hábitat sobre el nivel del mar, la mucha humedad del clima atlántico y la orientación norte de las montañas no son favorables para esta especie. Sin embargo, la intervención humana en el pasado ayudó a mantener la estructura de bosque que el urogallo necesita.

El urogallo cantábrico puede vivir en diferentes tipos de bosques. Se encuentra en hayedos (bosques de hayas) con una estructura muy específica, en bosques mixtos de hayas y robles, en abedulares (bosques de abedules) y en zonas con pinos. Estos lugares suelen estar en montañas, entre 800 y 1.800 metros de altura. También usa zonas con arbustos como retama y brezo, y praderas.

Su alimentación varía a lo largo del año. Come brotes de haya, amentos de abedul (que son como flores colgantes) y hojas de acebo. También se alimenta de arándanos, que son una parte importante de su dieta.

¿Por qué está en peligro el urogallo cantábrico?

La población de urogallo cantábrico ha disminuido mucho debido a la pérdida, fragmentación y deterioro de su hábitat. La forma en que está estructurado el bosque es clave para que el urogallo pueda vivir allí.

Los estudios muestran que el urogallo cantábrico prefiere bosques abiertos con arbustos de arándano bien distribuidos. La forma en que se han gestionado los bosques para obtener madera ha cambiado mucho su estructura. Esto incluye la composición de las especies de árboles, la densidad y altura de los árboles, el tamaño de las zonas de bosque y la vegetación del suelo.

El área donde vivía el urogallo cantábrico ha disminuido en más del 50%. Su territorio actual está muy dividido, con poca cobertura forestal. La mayoría de los lugares adecuados para ellos son pequeños, de menos de 10 hectáreas. Los lugares de buena calidad son escasos y están separados.

Los "cantaderos" (lugares donde los machos se reúnen para atraer a las hembras) en los bosques más pequeños han sido abandonados. Los cantaderos que aún están ocupados se encuentran ahora más lejos de los bordes de los bosques que en la década de 1980.

Los bosques donde el urogallo cantábrico ha desaparecido desde los años 80 eran pequeños y estaban más aislados. Esto sugiere que la fragmentación de los bosques es un factor importante en la disminución de esta subespecie.

Si se pierde más conexión entre los hábitats, la población de urogallo cantábrico podría quedar dividida en grupos tan pequeños que no podrían sobrevivir a largo plazo. Los estudios genéticos muestran que la falta de variedad genética es un problema en poblaciones con menos de 1.000 aves. Esto significa que el deterioro y la fragmentación del hábitat no solo reducen su territorio, sino que también afectan la genética de las poblaciones que quedan.

En resumen, esta subespecie sigue disminuyendo en todo su territorio. Las poblaciones pueden estar aisladas debido a la reducción de su área de distribución. Algunas poblaciones tienen un alto riesgo de desaparecer por completo. La falta de gestión forestal desde los años 70 ha afectado negativamente la estructura del bosque, lo que reduce la calidad y cantidad de hábitat adecuado para el urogallo.

Conservación y amenazas para el urogallo cantábrico

En 2022, se estimó que la población de urogallo cantábrico era de menos de 300 individuos. Esto es cien menos que la subespecie de los Pirineos. Las poblaciones se calculan contando los machos en los cantaderos. Se ha observado una disminución del 60 al 70% en el número de machos en los cantaderos de la ladera sur de la cordillera desde 1981.

Aunque cumple con los criterios para ser clasificado como "en peligro de extinción" por la Lista Roja de la UICN, actualmente no está clasificado así por la UICN. Sin embargo, en España, está clasificado como "En peligro de extinción" en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.

¿Qué otras cosas amenazan al urogallo?

La caza del urogallo cantábrico es ilegal en España, pero la caza ilegal sigue ocurriendo. Como esta especie se reúne en cantaderos, los individuos son un blanco fácil. Aunque no se sabe exactamente cuánto afecta esta caza, la pérdida de adultos reproductores podría tener un gran impacto, dado el bajo número de aves que quedan y la reducción de su variedad genética.

En los Pirineos, el urogallo convive con senderos y pistas forestales. Esto sugiere que el problema no es el uso recreativo moderado, sino el tipo de árboles (preferiblemente coníferas) y, sobre todo, la estructura del bosque.

Enfermedades y depredadores

Se ha investigado si las enfermedades y los parásitos están contribuyendo a la disminución del urogallo cantábrico. Aunque se encontraron parásitos comunes en algunas muestras, la cantidad era muy baja en comparación con otras aves de la misma familia. Por lo tanto, parece poco probable que los parásitos intestinales estén causando su declive.

No hay información que indique que los depredadores sean una amenaza importante para la especie. En resumen, las enfermedades y la depredación no parecen ser amenazas graves para la supervivencia del urogallo cantábrico.

¿Son suficientes las leyes de protección?

A pesar de que el urogallo cantábrico cumple los criterios para estar "en peligro de extinción", la UICN no lo clasifica así. Tampoco está incluido en los apéndices del Convenio CITES (que regula el comercio de especies amenazadas).

Sin embargo, en España, está catalogado como "En peligro de extinción" y tiene protección especial. Esto incluye la regulación de actividades en los bosques donde vive, la regulación de caminos y la protección de áreas importantes para las aves jóvenes. A pesar de estas leyes, la caza ilegal sigue ocurriendo.

La Unión Europea también tiene directivas para proteger hábitats y especies en peligro. El urogallo está en el Anexo I de la Directiva de Aves, lo que significa que debe ser objeto de medidas especiales de conservación. Se están designando zonas especiales de conservación (ZEPA) para proteger sus hábitats, que forman parte de la Red Natura 2000.

El urogallo cantábrico también está protegido por el Convenio de Berna, que exige a los países miembros garantizar la conservación de estas aves y sus hábitats. Este convenio prohíbe la captura, muerte, daño o destrucción de los lugares de cría, la perturbación durante la época de cría, la toma o destrucción de huevos, y la posesión o comercio de individuos de la especie.

En 2003, España aprobó la Ley de Montes, que busca conservar y mejorar los bosques. Esta ley exige planes de gestión forestal, incluyendo la lucha contra incendios y la restauración de zonas quemadas. También ofrece ayudas económicas para la gestión sostenible de los bosques.

A pesar de estos avances en la protección, la caza ilegal sigue siendo un problema. Además, es difícil saber si estas medidas están siendo efectivas para reducir las amenazas. Por lo tanto, parece que las leyes actuales no son suficientes para proteger al urogallo cantábrico.

Las medidas legales no han sido suficientes porque la especie necesita una gestión activa de su entorno, que mantenga zonas abiertas con microhábitats favorables. Esto se lograba antes con la extracción de madera por parte de las comunidades rurales.

Otros factores que afectan al urogallo

Las actividades humanas pueden afectar a estas aves. Se ha visto que los cantaderos están en el centro de grandes zonas de bosque y están menos expuestos a la actividad humana. El urogallo cantábrico ha desaparecido de los cantaderos en zonas más bajas, más cercanas a pueblos, y de zonas donde hay caza o incendios frecuentes.

Los incendios periódicos también son un factor en la disminución de la subespecie. En España, un promedio de 85.652 hectáreas de bosque se quemaron cada año entre 1995 y 2005. El 80% de estos incendios son provocados por el ser humano.

El urogallo evita las zonas que se queman a menudo, porque estas regiones pierden su capacidad de regenerarse y no pueden ofrecer el hábitat que la especie necesita. A medida que aumenta la presencia humana, también aumenta la probabilidad de incendios y otras molestias.

En resumen, las actividades humanas, como los incendios forestales y las molestias, son amenazas para la supervivencia del urogallo cantábrico.

Afortunadamente, la especie está recibiendo apoyo para su supervivencia. Por ejemplo, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León impidió la instalación de aerogeneradores en un corredor natural entre dos bosques habitados por el urogallo.

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