robot de la enciclopedia para niños

Teatro de la Cruz para niños

Enciclopedia para niños

El Teatro de la Cruz fue un antiguo corral de comedias muy famoso en Madrid. Era uno de los más importantes de la ciudad, junto con el de la Pacheca y el Corral del Príncipe. En este teatro se presentaron obras de grandes escritores como Lope de Vega, Tirso de Molina y Calderón de la Barca.

A partir de la segunda mitad del siglo XVIII, el viejo corral se transformó en un teatro más moderno, al estilo de los "coliseos" italianos. Allí se estrenaron obras populares de dramaturgos como Leandro Fernández Moratín y José Zorrilla. Por un tiempo, se le conoció como el "teatro de los chisperos" por su ambiente tradicional madrileño. El teatro de la Cruz dejó de existir en 1859.

Hoy en día, los documentos y archivos de este teatro se guardan en la Biblioteca Histórica Municipal de Madrid, donde se pueden consultar. Una placa en la calle de la Cruz recuerda su larga historia teatral.

Archivo:Teixeira - Corral de la Cruz. Madrid 1656
Situación aproximada del antiguo corral de comedias de la Cruz en un plano de Madrid de 1656.

Historia del Teatro de la Cruz

Orígenes y primeros años

En 1579, dos grupos de teatro llamados las cofradías de la Pasión y de la Soledad compraron un gran terreno en la calle de la Cruz, cerca de la Plazuela del Ángel. Este lugar se convertiría en el Teatro de la Cruz.

El teatro se inauguró el 16 de septiembre de 1584. Fue casi al mismo tiempo que el nuevo Corral del Príncipe. En el Teatro de la Cruz se reunían personas importantes y se presentaban las obras más famosas de los escritores del Siglo de Oro español. Entre ellos estaban Pedro Calderón de la Barca, Juan Ruiz de Alarcón, Tirso de Molina y Lope de Vega.

Reformas y transformación

Entre 1666 y 1687, el arquitecto Bartolomé Hurtado García realizó varias mejoras en el teatro. En el siglo XVIII, el edificio estaba en mal estado. Por eso, el ayuntamiento decidió reformarlo para convertirlo en un teatro moderno.

Las obras estuvieron a cargo del arquitecto Pedro de Ribera. Se terminaron para la Pascua de Resurrección de 1737. El teatro ahora podía recibir a unas 1500 personas. La primera obra que se representó después de la reforma fue El hijo del sol, Faetonte.

Cierre y demolición

Durante el siglo XIX, el estilo arquitectónico de Ribera dejó de gustar. En 1849, una orden real declaró que el Teatro de la Cruz era "un deshonor para el arte" y se ordenó su demolición. Sin embargo, la demolición tardó en llevarse a cabo. Esto permitió que el teatro abriera de nuevo en 1850, con el nombre de Teatro del Drama. Fue cerrado otra vez entre 1852 y 1857, y finalmente fue demolido en 1859.

Archivo:Corral de la Cruz Madrid
Placa del Ayuntamiento de Madrid que recuerda el Corral de comedias de La Cruz.

El Teatro de la Cruz en el siglo XIX

Obras destacadas y artistas

En el Teatro de la Cruz se estrenaron obras importantes de Leandro Fernández de Moratín. Algunas de ellas fueron El barón (1803), La mojigata (1804) y la muy conocida El sí de las niñas (1806).

Entre 1840 y 1845, el empresario Juan Lombía dirigió el teatro. Él contrató en exclusiva a José Zorrilla. En esos cinco años, Zorrilla estrenó allí veintidós obras de teatro. Entre ellas estaban la segunda parte de El zapatero y el rey, El puñal del godo y su famoso Tenorio (1844).

En sus últimos años, grandes actores de la época actuaron en sus escenarios. Algunos de ellos fueron Rita Luna, Juan Carretero y Carlos Latorre.

Archivo:Teatro de la Cruz, escena del drama «El peluquero del emperador»
Escena del drama El peluquero del emperador en el Teatro de la Cruz, publicada en 1853.

Cómo era el teatro según Galdós

El famoso escritor Benito Pérez Galdós describió el Teatro de la Cruz en uno de sus libros, La Corte de Carlos IV. Él contó cómo era el ambiente y la gente que iba al teatro en aquella época:

«Este hijo de Apolo nos llevó a la cazuela de la Cruz. Nos costó mucho entrar porque había muchísima gente. Pero como llegamos temprano, ocupamos los mejores asientos en la parte de arriba, donde se mezclaban todos los ruidos de la gente y los olores del público.

Los teatros de antes eran muy diferentes a los de ahora. En la parte de arriba, había una división que separaba a hombres y mujeres. Pero esta separación hacía que hombres y mujeres quisieran hablar más entre sí. Así, se cruzaban palabras de todo tipo, observaciones que hacían reír a todos, preguntas que se contestaban con exclamaciones, y chistes que se decían a gritos. A veces, la gente lanzaba castañas, avellanas o cáscaras de naranja de un lado a otro, lo que interrumpía la función pero divertía mucho.
(...)
Visto desde arriba, el teatro parecía un lugar muy oscuro. Las luces de aceite apenas lo iluminaban, y no se veían bien las figuras del techo. Era curioso ver cómo encendían la lámpara central, que subía lentamente con una máquina, mientras la gente de arriba gritaba y hacía ruido.
Abajo también había una separación, una viga fuerte que dividía los asientos. Los palcos eran pequeños y oscuros, donde se acomodaban las personas importantes. Las damas solían colgar sus chales y abrigos en los balcones, lo que hacía que las galerías parecieran calles llenas de ropa.

Un reglamento de 1803 intentó corregir estas costumbres, pero nadie lo hacía cumplir. Solo con el tiempo y el avance de la cultura estas cosas cambiaron. Recuerdo que, incluso mucho después, la gente seguía usando sombrero dentro del teatro, aunque el reglamento decía claramente que no se permitía».
La Corte de Carlos IV, Benito Pérez Galdós

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Teatro de la Cruz Facts for Kids

kids search engine
Teatro de la Cruz para Niños. Enciclopedia Kiddle.