Subh para niños
Datos para niños Subh |
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Información personal | ||
Nacimiento | años 940juliano reino de Pamplona |
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Fallecimiento | 11 de diciembre de 999jul. Córdoba (España) |
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Residencia | Córdoba | |
Religión | Cristianismo e islam | |
Lengua materna | Euskera | |
Características físicas | ||
Cabello | Rubio | |
Familia | ||
Cónyuge | Alhakén II | |
Pareja | Almanzor | |
Hijos | Hisham II | |
Información profesional | ||
Ocupación | Consorte y cadí | |
Seudónimo | Subh al-Baskunsiyya y La vascona | |
Instrumento | Voz | |
Subh, también conocida como «Aurora» en algunas crónicas, fue una figura muy influyente en el Califato de Córdoba durante la segunda mitad del siglo X. Nació alrededor del año 940 en el Reino de Pamplona y falleció en Córdoba el 11 de diciembre de 999. Era de origen navarro o vasco, por lo que a menudo se la llamaba Subh al-baskunsiyya, que significa «la vascona».
Subh llegó a ser la favorita del califa Alhakén II y tuvo un gran poder en la corte de Medina Azahara. Su influencia fue clave en la política del califato. Como madre de Hisham II, el heredero al trono, también era conocida como umm walad (en árabe, «madre del niño»).
Contenido
¿Cómo llegó Subh a la corte?
Subh fue llevada a Córdoba cuando era niña y creció en la cultura árabe-islámica. Aprendió mucho sobre diferentes temas y artes, ya que al califa le encantaba el conocimiento. Fue educada en las habilidades de las jawari, que eran jóvenes mujeres cantoras. Esto incluía no solo el canto, sino también aprender sobre leyes, poesía e historias. Se la describe como una mujer rubia y muy hermosa, un tipo de belleza que era muy apreciado por los nobles árabes de Al-Ándalus.

En el año 962, Subh tuvo su primer hijo, Abd al-Rahman. Con su nacimiento, la sucesión al trono quedó asegurada, y Subh se convirtió en la favorita e influyente de Alhakén II. En agradecimiento, el califa la llamó umm al-walad y la llenó de riquezas y tierras, aunque estas pertenecían al Estado. El bote de Zamora, una hermosa cajita de marfil, fue un regalo que recibió Subh por el nacimiento de su primer hijo. Esta pieza se conserva hoy en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid.
En el año 965, nació su segundo hijo, Hisham ben al-Hakam. El poder de Subh se basaba en su influencia sobre el califa, ya que era la madre de sus hijos. Abd al-Rahman falleció en 970, y Hisham se convirtió en el nuevo heredero. Aunque la vida de las mujeres en el palacio era muy controlada, el califa le permitía a Subh salir de Medina Azahara en ocasiones, incluso vestida con ropa de hombre y usando un nombre masculino que él le había dado. También la llenaba de regalos y atenciones.
La relación de Subh con Almanzor
En el año 967, la vida de Subh se cruzó con la de un joven llamado Abu ʿAmir Muhammad ben Abi ʿAmir al-Maʿafirí, conocido como Almanzor. Subh necesitaba a alguien que administrara los bienes de sus hijos, los príncipes herederos. Ella sabía que para mantener su posición y asegurar el trono para sus hijos, necesitaba personas eficientes e influyentes. El chambelán Yáfar al-Mushafi le recomendó a Abu Ámir, quien trabajaba en las oficinas de un juez y había demostrado ser muy capaz.
Abu Ámir fue aceptado y comenzó a trabajar en el palacio el 22 de febrero de ese año. Una vez en su puesto, Abu Ámir buscó la manera de acercarse a los círculos del palacio y ganarse la confianza de Subh. Gracias a la protección de Subh, el nuevo administrador comenzó una carrera muy rápida. Además de su cargo, fue supervisor de la ceca (donde se hacía la moneda) en 967, tesorero en 968, juez en Sevilla y Niebla en 969, y finalmente, administrador de la casa del príncipe heredero en julio de 970. Así, acumuló una gran fortuna.
Se decía que, mientras Abu Ámir se ganaba el apoyo de Subh y las damas del palacio dándoles dinero y regalos, su relación se hizo muy cercana. El califa Alhakén II, sorprendido por la cercanía entre ellos, habría dicho:
«¿Es un mago o sólo un siervo inteligente? Aunque posean todo el oro del mundo, las mujeres de mi palacio no tienen más ojos que para sus regalos: domina sus corazones y sólo él parece satisfacerles. ¡Tiemblo si pienso en lo que está en sus manos!».
Cuando Abu Ámir fue nombrado sahib al-shurta (jefe de policía), se convirtió en uno de los políticos más importantes del califato, trabajando en estrecha alianza con el chambelán en 972. Un año después, el califa envió al general Gálib a controlar una revuelta. Abu Ámir tuvo la misión de usar oro para asegurar la lealtad de los líderes locales, lo que le permitió formar su propio ejército. Al regresar, Abu Ámir recibió su primer cargo militar, al mando de las tropas en la capital.
La sucesión de Alhakén II
El 5 de febrero de 976, el califa Alhakén II, ya mayor y enfermo, quiso asegurar el trono para su hijo Hisham. Ordenó a sus funcionarios que juraran lealtad a Hisham. Pero cuando el califa murió el 1 de octubre de ese mismo año, dos importantes funcionarios, Fa'iq al-Nizamí y Chawdhar, propusieron que el hermano del difunto califa, Abu-l-Mutarrif al-Mughira, subiera al trono, con la condición de que Hisham fuera su heredero. Argumentaron que Hisham era muy joven para ser califa.
Sin embargo, el chambelán al-Mushafi, que parecía aceptar la idea, convocó a los líderes del palacio y los asustó con lo que podría pasar si al-Mughira llegaba al trono. Todos decidieron entonces que lo mejor era que el joven Hisham fuera califa.
Abu Ámir se encargó de asegurar que Hisham fuera el único candidato. Con las tropas de la capital, entró en la residencia de al-Mughira y lo eliminó. El 8 de octubre, Hisham fue coronado califa. Gobernaría bajo la regencia del poderoso chambelán al-Mushafi y con Abu Ámir como visir o ministro. Todo esto fue posible gracias al apoyo de su madre, la «gran princesa» Subh.
Para evitar problemas con los eslavos, un grupo poderoso en el ejército, se perdonó la vida de los dos conspiradores iniciales. Pero Chawdhar fue obligado a renunciar y Fa'iq fue desterrado.
El régimen de Almanzor

Subh, siendo una mujer culta, inteligente y activa, fue el principal apoyo del poder de Almanzor durante veinte años. Almanzor rápidamente controló a toda la oposición y puso al ejército bajo su mando personal, llevando a Córdoba a su máximo poder militar y político. Comprendió que un ejército profesional, bien pagado, era clave para el poder. Para justificar su posición, realizó campañas militares contra los reinos cristianos del norte y otros rivales, presentándose como un defensor del yihad y creando un gran comercio de prisioneros de guerra gracias a sus razias (expediciones militares).
Pero el ambicioso Abu Ámir no se conformaba con el segundo lugar. Al ver que el califa estaba siendo apartado del poder, Abu Ámir entendió que el poder real estaría en manos de un general con el apoyo del ejército. Por eso, buscó el apoyo de Gálib, con quien dirigió varias campañas en el Reino de León para ganar popularidad. El chambelán al-Mushafi intentó acercarse a Gálib casando a su hijo con la hija de este. Pero desde su palacio, Abu Ámir, con la ayuda de Subh, logró que ese matrimonio se cancelara, y él mismo se casó con la muchacha el 1 de enero de 978. Finalmente, el 29 de marzo, al-Mushafi y sus hijos fueron arrestados, y todas sus propiedades fueron confiscadas. Al-Mushafi murió en prisión cinco años después, y Abu Ámir fue nombrado chambelán. Subh creyó haber encontrado un buen protector para su hijo, sin darse cuenta de que había puesto a un líder indiscutible en Córdoba. Pasaron veinte años desde que Hisham subió al trono hasta que Subh se dio cuenta de que Abu Ámir estaba afectando negativamente la posición de su hijo.
Sin embargo, hubo nuevas conspiraciones contra el poder de Abu Ámir y Subh. En 979, se descubrió una gran conspiración en la que participaba Chadwhar, quien fue ejecutado. Esto solo hizo que el gobierno se volviera más estricto. Después de la batalla de Torrevicente y la muerte de Gálib en 981, Abu Ámir, ya conocido como Almanzor, no tuvo rivales internos gracias a su alianza con Subh.
En el califato islámico, el califa era el líder religioso, legal y civil al mismo tiempo. Esto creaba un equilibrio de poder frágil que solo podía mantenerse con un ejército fuerte. Por eso, los jefes militares comenzaron a ganar tanto poder que, en la práctica, reemplazaron a los califas en el gobierno. Almanzor y sus seguidores buscaron una solución a este problema. El líder de Al-Ándalus, de la familia amirí, estableció una división práctica de poderes: el califa era el jefe nominal y tenía el poder religioso, pero un "rey" (él mismo) tenía el poder civil y militar. Esto causó un fuerte rechazo de quienes creían que el califa debía tener todo el poder, y hubo varias conspiraciones para restaurar la autoridad del califa, quien en realidad estaba encerrado en su palacio.
Ruptura y final
Entre los años 996 y 998, hubo una wahsa, o «ruptura», entre Subh y Almanzor. Subh comenzó a conspirar, como muchos otros antes, al ver cómo su hijo era apartado de todas las funciones propias de su título. Todo empezó cuando Almanzor, dándose cuenta de que su autoridad no era completamente legítima, decidió fortalecer su poder cambiando las leyes. Quiso fundar su propia dinastía y dejar al califa solo con un cargo religioso. En 991, nombró a su hijo favorito, Abd al-Málik, como chambelán y jefe supremo. En 992-993, ordenó que los documentos oficiales llevaran su sello en lugar del califa y que su nombre se mencionara después del de Hisham II en todas las oraciones en las mezquitas. Así, los años entre 991 y 996 prepararon la ruptura entre Subh y Almanzor. Subh temía que su hijo, que no tenía descendencia, fuera destituido y trató de formar un grupo de oposición a Almanzor. Sin embargo, el plan de Almanzor seguía siendo que el débil Hisham tuviera un papel solo de nombre. Pero Almanzor había cometido el error de dejar de lado a la madre del califa, así como al propio califa.
Subh, con la ayuda de algunos guardias leales, sobornó a los guardias del tesoro del califa y robó 80.000 dinares, que hizo transportar en cien vasijas, escondidos bajo miel, mermelada y frutas. Luego, en la primavera de 996, junto con el prefecto de la ciudad, sacó el dinero de Córdoba. El objetivo era financiar una revuelta para acabar con el régimen de Almanzor. Esta revuelta sería liderada por el jefe del Magreb en 997. Almanzor decidió entonces trasladar el tesoro del califa a su propia residencia, tarea que realizó su hijo Abd al-Málik, ya que su padre había enfermado.
Posteriormente, Almanzor obligó a Hisham a firmar un documento donde delegaba todos sus poderes civiles en la familia de Almanzor. Así nació una nueva dinastía, y Almanzor tomó oficialmente los títulos de sayyid («señor») y málik karim («noble rey») en 998. Subh se vio obligada a abandonar la corte. Más tarde, junto con su hijo favorito y el general de Medinaceli, al-Wadih, dirigió una campaña contra el conspirador Ziri ibn Atiyya, quien estaba descontento con el trato dado al califa. El rebelde fue empujado al desierto, y Abd al-Málik permaneció un tiempo en Fez actuando como una especie de «virrey» de Marruecos. Ziri se sometió en 999, y con él muchos grupos, algunos de los cuales antes eran leales al gobierno de Cairuán. Después de la exitosa pacificación, Abd al-Málik y al-Wadih regresaron a Córdoba, donde permanecieron muy cerca de Almanzor hasta su muerte el 9 de agosto de 1002.
Por su parte, Subh había fallecido el 11 de diciembre de 999, dejando a su hijo aún más vulnerable ante las acciones de Almanzor.
Galería de imágenes
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El Bote de Zamora fue un regalo que recibió Subh por el nacimiento del primer hijo del califa Alhakén.
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Mapa político de la península ibérica alrededor del año 1000.
Véase también
En inglés: Subh of Córdoba Facts for Kids