Silabario (sistema de escritura) para niños
Un silabario es un conjunto de caracteres o símbolos escritos que representan (o aproximan) sílabas que forman las palabras. Un símbolo en un silabario normalmente representa un sonido consonántico seguido de un sonido vocálico. En un auténtico silabario no hay similitudes gráficas entre caracteres fonéticamente relacionados, aunque algunos sí tienen similitudes gráficas para las vocales. Esto quiere decir que los caracteres que representan ke, ka y ko no tienen una similitud gráfica para indicar el sonido k que comparten.
Tipos
Un sistema de escritura que utiliza un silabario está completo cuando cubre todas las sílabas que están presentes en la correspondiente lengua hablada sin recurrir a complejas reglas ortográficas como pueden ser vocales silenciosas, vocales eco o codas implícitas.
Los verdaderos silabogramas son aquellos que logran abarcar todas las partes de una sílaba, por ejemplo, inicio, núcleo medio y coda final. Sin embargo, mientras el inicio y la coda son opcionales al menos en algunas lenguas, hay verdaderos silabogramas medios (núcleo), de inicio (inicio-núcleo), finales (núcleo-coda) y completos (inicio-núcleo-coda). La mayoría de los silabarios solo muestran uno o dos tipos de silabogramas y forman otras sílabas mediante reglas ortográficas.
Los silabogramas de los silabarios son puros, analíticos o arbitrarios si no comparten similitudes gráficas que correspondan a similitudes fónicas, por ejemplo, el símbolo para ka no refleja de ninguna manera predecible el símbolo para ki ni el símbolo para a . Por otro lado, son sintéticos si varían por inicio, núcleo o coda; y son sistemáticos si varían por todas ellas.
Idiomas que utilizan silabarios
Entre los idiomas que utilizan el sistema silabario se encuentran el japonés, el cheroqui, el vai, las lenguas yi del este de Asia, el Ndyuka – una lengua criolla derivada del inglés – el Xiangnan Tuhua y el griego micénico (lineal B). Además, algunos creen que el lineal A cretense no descifrado es una escritura silábica, aunque esto no ha sido comprobado.
El chino, la escritura maya y la cuneiforme son sistemas altamente silábicos en naturaleza, aunque basados en logogramas, por lo que también se les llama logosilábicos.
La escritura japonesa contemporánea emplea dos silabarios, denominados kana, el hiragana y el katakana, además de los sistemas no silábicos del kanji y el romaji; los kana fueron desarrollados alrededor del año 700. Más que sílabas, representan moras, que son unidades fonológicas internas a la sílaba y que abarcan uno o varios fonemas. Se emplean principalmente para escribir palabras con función gramatical y afijos flexivos, así como para palabras extranjeras, por ejemplo, hotel es ho-te-ru y se escribe con tres kanas ホテル. Como la sílaba típica japonesa en su mayoría presenta forma CV (consonante + vocal), el silabario está bien adaptado para escribir el idioma, aunque también hay sílabas más complejas (con varias moras) que se escriben con varios símbolos en vez de solo uno.
Así, el silabario sólo es una opción razonable en idiomas que tienen principalmente sílabas sencillas de tipo CV o similar. Sin embargo, se suele argumentar que la escritura japonesa no es puramente silábica, sino moraica, ya que cada carácter se corresponde con una mora.
Los idiomas que utilizan silabarios hoy en día tienden a presentar estructuras fonotácticas simples, con una predominancia de sílabas de tipo CV. Por ejemplo, la escritura Yi moderna se utiliza para escribir idiomas que no tienen diptongos o codas silábicas; inusuales entre silabarios, donde hay un glifo separado para cada combinación consonante-vocal-tono (CVT) y el idioma (aparte del tono que está indicado con un diacrítico). Por otra parte, el español admite estructuras silábicas más complejas, dificultando su escritura mediante un silabario. Deberían ser distintos los caracteres para "ba", "be", "bi", "bo", "bu", "bla" ~ "blu", "bra" ~ "bru", "bar" ~ "bur", etcétera.
Unos pocos silabarios tienen glifos para sílabas que no son monomoraicos; algunos se simplificaron con el paso del tiempo para eliminar esa complejidad. Por ejemplo el silabario original del vai solía tener glifos separados para las sílabas que terminaban en una coda (doŋ), una vocal larga (soo), o un diptongo (bai), aunque no hay suficientes glifos para distinguir todas las combinaciones de CV (algunas distinciones fueron ignoradas). El sistema de escritura moderno se ha expandido para cubrir todas las moras, sin embargo, al mismo tiempo ha reducido y excluido todas las otras sílabas. Las sílabas bimoraicas ahora son escritas con dos letras, mientras que en japonés los diptongos se escriben con la ayuda de glifos V o hV y la coda en consonante nasal se escribe con su propio glifo, que puede formar una sílaba propia en vai.
En la escritura Lineal B que se utilizó para transcribir el griego micénico (una lengua con sílabas complejas), los inicios consonantes complejos se escribían o bien con dos glifos o simplificados a uno. mientras las codas eran generalmente ignoradas. Ejemplo: ko-no-so para Κνωσός Knōsos.
El silabario cheroqui utiliza generalmente vocales ficticias para las consonantes de la coda silábica, pero también presenta grafemas para /s/ que se pueden utilizar como coda y como grupo de consonantes inicial /sC/.
Otros idiomas con escritura silábica
Otros idiomas que utilizan una escritura por sílabas incluyen el chino, el griego micénico con el lineal B y el silabario chipriota; idiomas nativos americanos como el cherokí, el ojibwa, el cree o el esquimal y africanos como el vai y el mende (o kikakú). La escritura cuneiforme, formada por muchos sistemas diferentes que sirven para representar una gran variedad de lenguas muy diversas y no siempre emparentadas, también hace uso de sistemas silábicos, aunque con cierta abundancia de elementos logográficos en idiomas ya extintos tales como el sumerio y el acadio; sin embargo, algunas escrituras cuneiformes, como por ejemplo el ugarítico, son alfabetos. La escritura maya, por su parte, también hace un uso complejo de fusión entre silabario y elementos logográficos en sus glifos donde abundan las relaciones polivalentes tanto de polifonía como de homofonía.
El etíope y muchas lenguas del subcontinente indio tienen alfabetos conocidos como abugidas que a un occidental pueden parecer silabarios, pero no lo son. Ambos utilizan símbolos distintos para consonantes y vocales. Frecuentemente el símbolo para la vocal se añade al de la consonante, creando la impresión de una unidad silábica.